David Páramo

Análisis superior

David Páramo

13 Mar, 2017

Inflación descontrolada

A raíz de la burbuja inflacionaria que se creó por el inicio de la liberación de los precios de los combustibles se ha generado una suerte de sicosis entre ciertos sectores de la población, que hablan de un crecimiento descontrolado de los precios que ya comenzó a matar de hambre a ciertos sectores de la población y quién sabe cuántas exageraciones más.

No vale mucho la pena tratar de discriminar a quienes lo hacen como parte de una guerra de baja intensidad en contra del actual gobierno, buscando dar un giro hacia políticas económicas del pasado que fracasaron rotundamente y quienes lo hacen simplemente por afianzarse como parte de la legión de idiotas que repiten datos falsos y/o fuera
de contexto para alimentar el odio que sienten hacia el mundo ante la pequeñez de sus vidas.

Ciertamente, la inflación se encuentra por encima del intervalo establecido por el Banco de México, que es de 3% más menos un punto; sin embargo, está verdaderamente lejos de ser el problema que algunos se imaginan.

Al cierre de febrero, la inflación anualizada fue del 4.86%. En enero, la tasa anualizada fue del 4.72%, es decir, no puede hablarse de una aceleración cuando es ligeramente superior al 0.1 puntos porcentuales, a pesar del aumento en el precio de las gasolinas.

La inflación en enero de 2014 fue de 4.48% y absolutamente nadie hablaba en términos de crisis y demás exageraciones que hoy son tan comunes en algunos medios que le dan vuelo a cualquier especulación infundada sobre que los precios crecerán a una tasa anual superior al 6 por ciento.

El único elemento más o menos cierto es la estimación más reciente que hicieron los 34 grupos de análisis que consulta Banco de México que la ubica en niveles ligeramente superiores al 5 por ciento.

Sin embargo, parecería que estas estimaciones (que se ajustan mensualmente y son simples impresiones) parecen elevadas ante las señales que ha dado el Banco de México, en el sentido de que ciertamente estará por encima del intervalo, pero que tenderá a disminuir para ubicarse cerca del 3% a finales de 2018.

HISTORIA Y COMPARACIONES

Parece que a muchos ya se les olvidó que el populismo de la década de los setenta cobró factura en la década siguiente con un gravísimo desorden económico. ¿Alguien recuerda que la inflación anualizada en enero de 1988 fue del 176.83%? ¿O que al cierre de 1987 fue del 159%? En 1995, la inflación creció a una tasa del 51% y a partir de ahí ha venido disminuyendo hasta tocar un mínimo, al cierre de 2015 fue del 2.13 por ciento.

En países como Venezuela, la inflación acumulada en el primer bimestre es del 42.5%, mientras que en México es del 2.2%. En aquel país sudamericano, el de mayor inflación en el mundo, se espera que los precios crezcan a una tasa superior al 700%, es decir, la inflación de una semana en el país que mal gobierna Nicolás Maduro es superior a la que México tendrá en más de un año.

CAUSAS

El rebrote inflacionario de este principio de año, que tenderá a disminuir a lo largo de los siguientes meses, está fundamentado en cuatro quintas partes por la liberación del precio de los combustibles.

Es necesario reiterar que terminar con el subsidio regresivo a los combustibles es una medida económicamente correcta, socialmente justa y hasta ecológicamente responsable. Se trataba de un subsidio regresivo a favor de los más ricos y en detrimento de los más pobres.

Quien desee ir en contra de esta medida, en el fondo, está buscando proteger los intereses de los dos deciles más elevados de ingresos que consumen el 70% del combustible en el país.

Hasta el momento el impacto de los precios a los combustibles y, en general, de los energéticos no ha contaminado todos los sectores de la economía en una muy buena por la fuerte competencia en la mayoría de las áreas, un valor que no ha sido suficientemente apreciado por quienes realizan análisis.

CONSECUENCIAS

La inflación ciertamente se encuentra elevada, pero todavía está muy lejos de ser el problema grave que algunos imaginan, esos grupos que por alguna exótica razón llevan meses deseando que el país caiga en una crisis económica para probar su punto de que Enrique Peña Nieto es muy tonto o que hay que cambiar el modelo económico quién sabe por cuál. Sólo cambiar porque la moda es cambiar.

No se dan cuenta de que si la inflación se sale de control, primero no sería por culpa del Presidente de la República, sino por fallas del Banco de México que, constitucionalmente, es el responsable de mantener la estabilidad de precios.

La inflación daña más a los que menos tienen y hace más ricos a los ricos.

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