José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

14 Mar, 2017

IPAB paga a ahorradores de banco en quiebra

Este jueves el IPAB podrá mostrar que sí se puede cumplir con la obligación del seguro obligatorio para los depositantes, en caso de quiebra de un banco. Hablamos de Banco Bicentenario, que tras haber quebrado, el IPAB pudo pagar las 400 mil Udis (dos millones 280 mil pesos al día de hoy) a todos sus depositantes pequeños y medianos.

Incluso, a los ahorradores de Banco Bicentenario que excedieron el monto del seguro de depósito, el IPAB a través del Juzgado Noveno de la Ciudad de México, les estará pagando este jueves 63 centavos por cada peso, gracias a la venta que se hizo de activos del banco quebrado. El IPAB empezó a funcionar para quiebras bancarias.

Banco Bicentenario, salvaron ahorradores

En Banco Bicentenario, un banco que pertenecía a la plaza de Nuevo Laredo y cuyos origines fueron en el sector aduanal, lamentablemente quebró muy rápido.

La insolvencia pudo ser detectada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. Y por primera vez, el IPAB pudo entrar para una liquidación rápida del banco y asegurar a los pequeños y medianos ahorradores.

Es una historia totalmente distinta a la del 95, cuando se vivieron momentos de terror: pequeños ahorradores que perdieron todos sus depósitos ahorrados en los bancos, y banqueros que pudieron salvarse antes de pagar a los acreedores.

Liquidan Bicentenario en dos años vs. Cremi en 16 años

Cuando decimos que un banco puede liquidarse rápido, es porque la liquidación de Banco Bicentenario duró dos años y dos meses. Si la ponemos en contexto, la comparación es abismal: Banca Cremi, apenas la próxima se estará liquidando por completo después de largos 16 años de litigios y resolución de su cartera.

Banco Bicentenario, cuyo presidente era Ignacio Landa, era una institución pequeña. Apenas y contaba con 300 clientes. El 80% de esos clientes habrá podido recuperar todo su dinero.

Y es que además de pagar, de manera inmediata, las 400 mil Udis a los pequeños ahorradores, más adelante, mediante un proceso de venta de activos (edificios, cartera, etcétera), el IPAB podrá pagarle a los demás ahorradores hasta 63 centavos de pesos ahorradores.

Bicentenario, primera quiebra

El IPAB, cuyo secretario ejecutivo es Raúl Castro, mostró que puede llevar una buena quiebra de un banco y pagar de inmediato a los pequeños y medianos ahorradores. El caso de Banco Bicentenario ayudó a afinar posibles y futuras quiebras bancarias.

Debemos decir que estamos lejos de una quiebra sistémica, pues hoy la banca mexicana tiene un nivel de capitalización de 14.90%, bastante elevado (la intervención y esquema de alerta temprana en un banco entra cuando el índice de capitalización llega al 8.5%). Pero siempre puede darse un proceso de quiebra en un banco, como fue el caso de Banco Bicentenario. Claro que si la quiebra hubiera sido en un banco más grande habría que administrar el banco, dejándolo operar y tomando su administración, pero el Banco Bicentenario mostró la ruta que debe seguirse en una quiebra bancaria, ya no en el papel, sino en la práctica.

Consejeros, no son simples ahorradores

Por cierto, el IPAB espera lograr la jurisprudencia por parte de la Corte para que los consejeros de los bancos no puedan cobrar como cualquier otro depositante. Hace bien, esperemos que lo ganen.

Juan Cortina reelecto… dejar de importar fructosa

Juan Cortina, el presidente de la Cámara de la Industria Azucarera y Alcoholera, fue ratificado por otro año más. No es para menos. Acaba de representar la primera confrontación real de un sector mexicano frente a la administración de Trump.

El sector azucarero ha soportado el no poder exportar hasta abril a EU. Pero Cortina lo dijo claramente: Si EU insiste en su proteccionismo, el gobierno mexicano puede prohibir la importación de fructosa estadunidense que se utiliza para fabricar los refrescos mexicanos. Es una posición equilibrada de negociación, donde a pesar de que no exportamos, sí seguir en las pláticas. Pero si la exportación no regresa para abril, entonces sí podríamos prohibir la importación de fructosa estadunidense.

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