David Páramo

Análisis superior

David Páramo

14 Mar, 2017

¿Llegó el desinfle?

Durante los últimos meses, cada vez con más estridencia, hay quienes pronostican una crisis en la economía mexicana, toman prácticamente cualquier indicador (las más de las veces fuera de contexto) para asegurar que ahora sí se cumplirá su profecía.

Hoy no vale la pena detenerme en las motivaciones que pueden tener los gritones de la crisis y que van desde el odio irracional hasta una cierta intencionalidad política; sin embargo, sí se debe hacer un análisis sobre los datos duros de la economía.

Ayer establecí con toda precisión dónde estamos parados en materia de inflación. Si se lo perdió, le recomiendo que lo lea, puesto que arroja una poderosa luz sobre cuáles son los impactos de la liberación de precios de los combustibles, el traspaso de la depreciación del peso y los efectos favorables como una mayor competencia en prácticamente todos los sectores de la economía. El último que quedaba cerrado era el de los combustibles y, afortunadamente, ha comenzado a abrirse de una forma adecuada.

Quien le diga que la economía mexicana se encuentra en crisis, simple y sencillamente demuestra que son ciertos los datos, según los cuales, el promedio de Coeficiente Intelectual en el país es de 86 puntos (se requieren 80 para ser funcional) y, por lo tanto, no comprenden que un avance de 2.4% del PIB durante el año pasado es un número positivo, como todos los que se han registrado durante toda la administración del presidente Enrique Peña Nieto.

De hecho, la última vez que la economía mexicana tuvo un crecimiento negativo, es decir, tuvo recesión o cayó (para los menos avanzados), fue en 2009 y a partir de ahí ha crecido. El avance durante la actual administración es superior al promedio anual registrado en los últimos tres gobiernos.

MOTOR INTERNO

A pesar de la volatilidad en el precio del petróleo, que ayer se ubicó por primera vez en el año por debajo de la estimación del gobierno federal. El aumento en las tasas de interés en Estados Unidos, que muy probablemente se confirmará esta misma semana. Lo que algunos llaman la incertidumbre asociada con Donald Trump y la eventual renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte… la economía mexicana ha tenido un buen comportamiento impulsada por los motores internos.

Durante los últimos años, los motores internos de la economía han funcionado de una manera ejemplar. Las cifras de creación de empleo formal en la economía, es decir, registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social han venido imponiendo marcas mensuales, lo que permite a los mexicanos tener acceso a más y menores satisfactores. De hecho, los datos del Coneval documentan una disminución importante en la pobreza.

A estos datos debe sumarse la fuerte competencia entre las instituciones bancarias y otros otorgantes de crédito que tienen las tasas en los niveles más bajos de la historia (1820, cuando comenzó a darse crédito formalmente en el país), lo que ha permitido que todos los circuitos de crédito avancen a tasas superiores al 10% durante más de tres años, con una disminución consistente de la cartera vencida.

Así, datos de consumo interno, como son las ventas de los miembros afiliados a ANTAD y de automóviles, han crecido de una manera consistente durante los últimos dos años; sin embargo, han perdido velocidad.

¿CRISIS?

Hay quienes han interpretado el menor ritmo en la venta de vehículos y las ventas de ANTAD, las más flojas desde agosto de 2014, como señales de que ahora sí ya estalló la crisis en la economía mexicana que tanto han deseado los que, según parece, odian a los más pobres, puesto que las crisis hacen más ricos a los ricos y más pobres a los pobres.

Sin embargo, es necesario entender cuál es el contexto en el que se dan estos menores ritmos de crecimiento.

En el caso de los datos de AMIA y AMDA, resulta que, a pesar del menor ritmo de crecimiento, establece un nuevo máximo histórico. En febrero del año pasado se estableció un récord de ventas de vehículos y este año se superó nuevamente.

Algo similar sucede con las ventas de ANTAD. De acuerdo con las cifras de ANTAD, en febrero las ventas a tiendas iguales crecieron 2.7% a tasa anual. Este crecimiento parte del mejor febrero en toda la historia para ese mes y, por lo tanto, sigue estableciendo nuevos techos en cuanto a ventas. Ciertamente, es el menor avance para un febrero desde 2014 y el menor desde agosto de 2014.

Cuando se alcanza un máximo histórico en ventas, o en cualquier otro sector de la economía, es realmente difícil mantenerlo. Así que antes de hablar de caída en la economía, se debe tener claridad de que se trata de récords.

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