Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

25 Mar, 2017

Las posturas frente al fintech

Como cada año, los banqueros mexicanos se dieron cita en las playas de Acapulco, el título de la Convención 80 refleja las principales preocupaciones que hoy ocupan al gremio: capitalismo vs. populismo. No es la primera vez que el populismo ocupa la mente de los banqueros, en la convención de 2006 el populismo también se dibujaba como una preocupación previo a la carrera presidencial que se disputaba entre Felipe Calderón, Andrés Manuel López Obrador y Roberto Madrazo. En aquellos días de marzo se proyectaba que Andrés Manuel López Obrador tenía amplias posibilidades de convertirse en Presidente de México, otra coincidencia es que Marcos Martínez Gavica era el presidente de la Asociación de Bancos de México, y en la Convención 2017 vuelve a asumir dicha posición de liderazgo. Hasta ahí las coincidencias. Hace 11 años nadie se hubiera imaginado que el principal foco del populismo sería la Casa Blanca, sin embargo, el principal reto para la banca en México no deriva de 2018 o de la renegociación del TLCAN, deriva de la sacudida que está generando el fintech, que se refiere a la intersección entre las tecnologías de la información y la capacidad de utilizarlas para generar innovación en los servicios financieros.

En México, el fintech se ha desarrollado por la vía de un ecosistema emprendedor que ha empujado y que ya cuenta con representantes bien establecidos en el sector de préstamos pier to pier y crowdfunding como Kubo Financiero, Konfio, Prestadero, en sistemas de pagos está Sr. Pago, Clip, Pagofácil, entre muchas otras compañías de ésos y otros segmentos. Además, los grandes bancos están haciendo esfuerzos importantes para innovar, algunos lo hacen desde adentro adicionando nuevas áreas y otros desde afuera mediante compras o desarrollando áreas que operan con cierta independencia, más como un emprendimiento.

Hasta ahora no se había dado una regulación que permita dar certeza a los participantes nuevos, a los ya establecidos y, sobre todo, a los consumidores. En septiembre del año pasado el borrador de la legislación iba a comenzar a circular, sin embargo, la salida de Luis Videgeray de la Secretaría de Hacienda hizo que la decisión se postergara, pero, finalmente, a inicios de esta semana el documento de 70 páginas ha llegado a las manos de los involucrados y está en etapa de recibir comentarios.

Como ya se ha dicho, el documento aborda cinco grandes áreas: crowdfunding de deuda, capital, sistemas de pagos, criptomonedas e innovación. En la 80 Convención Bancaria encontré actitudes que se mueven entre tres ejes: apetito por encuadrar la innovación que ya realizan, preocupación porque las barreras de entrada no disminuyan demasiado y que la regulación sea pareja y, en tercer lugar, indiferencia. En cuanto a las autoridades, todas tienen entusiasmo porque la nueva regulación ofrece la posibilidad de detonar al fintech y por lo tanto avanzar en los objetivos de inclusión financiera y darle un mayor dinamismo a la competencia del sector. Los emprendedores con los que he hablado son optimistas porque saben que con una regulación que dé certezas jurídicas podrán hacer cash out, ser comprados, levantar capital en mayor cantidad y atraer socios así como talento.

El fintech me genera mucho entusiasmo porque puede ser una de las palancas que permita resolver uno de los mayores problemas de México, que es la economía informal, a través de generar incentivos que conllevan la inclusión financiera. Además, es urgente cerrar la opacidad que permite que esquemas fraudulentos como la SCoin y otras estafas se afinquen en la complejidad de la tecnología y la nula regulación.

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