Carlos Velázquez

Veranda

Carlos Velázquez

4 Abr, 2017

Blindar al turismo para el cambio sexenal

Hace días Armando López Cárdenas, secretario de Turismo de la Ciudad de México (CDMX), reflexionaba sobre aquellos años en que, bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la capital del país había dejado de invertir en este sector.

Como funcionario público, López Cárdenas ha sido un alto funcionario en varios gobiernos perredistas e incluso fue secretario de Finanzas de la CDMX al final de la administración de Marcelo Ebrard.

Cercano a las posiciones de izquierda, su posición personal ha favorecido medidas que apoyan el crecimiento, la competitividad y los buenos resultados para la capital.

Aunque difícilmente criticará aquellos años en que López Obrador nombró a Julieta Campos (qepd), para ocupar la Secretaría de Turismo, posición que no la motivaba debido a sus intereses más cercanos a la cultura.

Para después utilizar la mayoría de los recursos del impuesto al hospedaje para un programa de conciertos en el Zócalo, que se llamó De Fiesta en el Distrito Federal.

Además de que sacó a la CDMX de las ferias internacionales de turismo, con el argumento de que los funcionarios iban a esos eventos a hacer “turismo político”.

Y, además, dejó de participar en los programas de promoción cooperativa junto con el Consejo de Promoción Turística de México (CPTM). Así es que ese sexenio fue un periodo perdido para el impulso al turismo de la capital, algo que sería muy grave que volviera a ocurrir.

Pero López Cárdenas sostiene que ya no podría pasar, sencillamente porque los tiempos y el marco regulatorio son otros.

Hoy el Fideicomiso de Promoción Turística de la CDMX, asegura, tiene más participación privada, un esquema profesional de vigilancia y rendición de cuentas y también hay acuerdos institucionales con el CPTM.

Algo que vale la pena recordar, pues a finales de año estará a todo lo que da el proceso de sucesión presidencial y, evidentemente, el turismo es uno de los pocos sectores que ha crecido al menos al doble que el promedio de la economía.

Pero no es el único caso en donde las leyes pueden blindar al turismo, otro debería ser la Construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).

Un punto que ha sido puesto como un asunto prioritario por el Consejo Nacional Empresarial Turístico, que preside Pablo Azcárraga.

Allí el blindaje debe partir de terminar la construcción de las pistas en esta parte final de la administración de Enrique Peña, de tal manera que, gane quien gane las elecciones, no pueda dar marcha atrás a una decisión que le generará crecimiento turístico a todo el país.

Concluir la construcción de otras obras de infraestructura, como la carretera de Oaxaca a Huatulco; además de avanzar en un andamiaje de leyes estatales para transparentar y profesionalizar el uso del impuesto al hospedaje también le darían certeza al futuro del turismo.

Hoy, organismos independientes, como el Banco de México, le dan solidez a la economía mexicana y sería muy importante pensar en esos términos sobre el futuro del turismo.

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