AICM vs. aerolíneas por retrasos

 Por lo visto, Alexandro Argudín, director general del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, ya se cansó de que el principal pretexto que utilizan las aerolíneas para justificar un retraso en la salida de sus vuelos sean problemas de saturación y operación de la central aérea. En efecto, las aerolíneas nunca reconocen que el retraso en un vuelo sea culpa de ellas y siempre culpan al AICM, incluso, en vuelos que parten de otros aeropuertos, avisan a los pasajeros que el retraso se debió a los problemas en el aeropuerto de la Ciudad de México.

Lo que sorprende es la campaña pública que inició Argudín al poner en las pantallas de la Terminal 2 una gráfica con el logotipo del AICM y de la SCT en la que sostiene que el 64% de las operaciones demoradas en el AICM en 2016, un total de 60,262, es imputable a las líneas áreas; el 27%, 29,971 operaciones, corresponde a condiciones climatológicas y sólo el 9%, es decir, 8,037 operaciones, es imputable a problemas de infraestructura aeroportuaria.

Sorprende también que, según el AICM, no hay una sola demora –0%– atribuible a la aviación oficial.

La Cámara Nacional de Aerotransporte, Canaero, que preside Sergio Allard, de Aeroméxico, está  enojada por la balconeada y porque aseguran que las cifras son erróneas. Sin embargo, Allard no quiere hablar del tema y hasta el momento la Canaero  tampoco ha dado a conocer sus propias cifras. 

El problema es que sí es muy elevado el número de operaciones de demoras en vuelos atribuibles a las aerolíneas. No hay que olvidar que las empresas de aviación están muy preocupadas por la iniciativa de reformas a la Ley de Aviación Civil para obligarlas a una mayor compensación en vuelos demorados más de dos horas.

CIFRAS DE DGAC NO CONTRADICEN AL AICM

Por lo que respecta a las cifras de la DGAC, que encabeza Miguel Peláez, quien no participa en la campaña contra la aerolíneas, no hay una contradicción con las cifras del AICM, pero sí en la forma de presentarlas

La DGAC publica mensualmente el Índice de Puntualidad de las aerolíneas nacionales y extranjeras en todos los aeropuertos del país, y se mide con base en, precisamente, las demoras atribuibles a las aerolíneas.

De acuerdo con la DGAC, en 2016, el 39% de las operaciones de las aerolíneas nacionales se realizó con demora, y el 28% en las internacionales. Lo interesante es que sólo el 22% de las demoras fue imputable a las aerolíneas nacionales. Las aerolíneas más puntuales fueron Aeroméxico, con 90%, y sólo el 10% de demoras atribuible a la aerolínea; y Aeromar, con 83% y 17%, respectivamente.

Entre las nacionales más impuntuales estuvieron Magnicharters, con 32% de demoras por su culpa, seguida de Volaris, con 31 por ciento.

Por lo que respecta a las líneas extranjeras, tienen un mejor índice de demoras atribuibles a estas líneas áreas, 11%. Las más impuntuales fueron Cubana de Aviación con un 41% y Jet Blue con el 20%. Y las más puntuales fueron Southwest, Tam e Iberia, cada una con sólo 4% de demoras por su culpa.

Las aerolíneas se quejan de que ni las cifras de la DGAC ni el AICM incluyen las demoras causadas por terceros, como lo Servicios de Navegación; control de tráfico aéreo y procedimientos o trámites de las autoridades.

CONCLUYE VENTA DE SUBURBIA

Walmart de México informó que concluyó ya la venta del 100% de las acciones de Suburbia por un total de 15,700 millones de pesos, cifra que incluye la deuda por 1,400 millones de pesos en arrendamientos que Liverpool, la firma compradora, asumirá. Además, Walmex recibirá de parte de Liverpool 80 millones de pesos por algunas construcciones que realizó el año pasado, y 3,300 millones en dividendos decretados y reducción de capital.

Walmart informó que se enfocará sólo a su core business que es el comercio, después de haber vendido Banco Walmart a Inbursa y las cadenas de restaurantes Vips a Alsea.

BOFA SIGUE PESIMISTA SOBRE MÉXICO

Aunque algunos cantan victoria por la recuperación del peso en marzo, hay analistas como Carlos Capistrán, economista en jefe de BofA Merrill Lynch,  que siguen pesimistas porque todavía hay riesgos para un menor crecimiento en México, como las políticas fiscales, anticomercio y antimigración de Trump, y pronostica que el PIB crecerá sólo 1.25% este año, y la inflación subirá hasta 6 por ciento.