Inegi, la importancia de la credibilidad

El Inegi es clave para la credibilidad en las cifras de México, para medir la pobreza, para medir la inflación, para saber cómo vamos en crecimiento, en ciclos económicos.

Es tan importante que por eso tuvo que someterse a un proceso legislativo para lograr la autonomía del gobierno en turno. Tan sólo hace menos de medio año vimos una gran discusión sobre la forma de medir el Módulo Socioeconómico y, con él, la eficacia de programas sociales. El Inegi al final logró un acuerdo con el Coneval, fortaleciendo su credibilidad.

El Inegi es una institución que debe estar fuera de conflictos de interés con el gobierno. Por eso es clave saber quién llega a la Junta de Gobierno del Inegi, su trayectoria, su solidez profesional. Y ahí fue precisamente la controversia.

LOS QUE VOTARON EN CONTRA

Ayer el Senado, en una votación con significativos votos en contra (como los de los senadores Romero Hicks, Héctor Larios o Ríos Piter), terminó aprobando con 64 votos a favor y 26 en contra, la postulación que el gobierno de Peña Nieto había hecho de Paloma Merodio.

Paloma Merodio sí fue aprobada como nueva vicepresidenta y miembro de la Junta de Gobierno del Inegi. El problema era sencillo: para muchos no aprobaba los requisitos legales exigidos.

MERODIO Y LOS CINCO AÑOS

El principal requisito era tener cinco años al frente de un puesto de alto nivel, donde según el artículo 69 de la Ley del Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica, todo aspirante debe “ser profesional distinguido en materias relacionadas con la estadística, la geografía o la economía, así como haber ocupado, por lo menos durante cinco años, algún cargo de alto nivel en los sectores público o privado, o ser un académico de reconocido prestigio en las materias mencionadas”.

La duda para varios economistas y senadores era si Patricia Merodio, con 29 años de edad, ya podía cumplir con el requisito de haber estado cinco años en un puesto de alto nivel. No lo logró ni dando clases en Harvard (como ayudante), ni en GEA (también como ayudante de socios), ni en el gobierno federal donde apenas llevaba dos años al frente de una dirección en Sedesol.

EL GRAN TEMA, EVITAR CONFLICTO DE INTERÉS

Incluso el Centro de Estudios Espinosa Yglesias publicó una carta donde se pedía que Merodio no fuera aprobada por no cumplir con dichos requerimientos. La carta contenía el aval de varias organizaciones como México Evalúa.

Al final, Merodio va a ser una de las cinco integrantes de la Junta de Gobierno del Inegi. El presidente del Inegi, Julio Santaella, junto con Enrique de Alba, Rolando Ocampo y Mario Palma, ahora tendrán una nueva integrante, mucho más joven, Paloma Merodio, que llega a la Junta de Gobierno en un fuerte debate sobre su nominación. Insistimos: el Inegi lo que debe mostrar, ante todo, es credibilidad, lo cual va reñido de cualquier asunto de conflicto de interés.

DERECHOS DE AUDIENCIAS Y EL IFT

Los derechos de audiencias son reconocidos en el artículo 6º de la Constitución, pero su puesta en marcha fue casi imposible, porque la definición era ambigua y los castigos significaban porcentaje de ingresos anuales de los medios de comunicación.

El Instituto Federal de Telecomunicaciones, el IFT, debía de realizar la puesta en marcha del derecho de audiencias, según la nueva Ley Federal de Telecomunicaciones. Sin embargo, tanto Presidencia como la Cámara de Diputados interpusieron controversias constitucionales al respecto.

Y ahora el Congreso plena reformar la ley, y buscar un nuevo modelo de protección de derechos de audiencias.

Para los comisionados del IFT sí se debe proteger los derechos de audiencias, pues viene en el 6º constitucional, y ya será el Congreso o el IFT el que garantice dichos derechos.

Así lo definieron todos los comisionados: Gabriel Contreras, Adriana Labardini, María Elena Estavillo, Mario Fromow, Adolfo Cuevas y Javier Juárez.

Esta columna de Activo Empresarial cierra cortinas por Semana Santa. Regresamos en Pascua.