Salo Grabinsky

Del verbo emprender

Salo Grabinsky

8 Abr, 2017

Las empresas familiares en épocas críticas. Serie: El otro patrimonio familiar

En otro artículo vimos la importancia de una empresa en operación en el patrimonio del dueño. Frecuentemente éste constituye casi la totalidad de sus bienes, ya que se dedicó a fortalecer a su negocio, comprar equipos e inversiones, descuidando sus finanzas personales. Esto es muy riesgoso, ya que los negocios tienen la mala costumbre de quebrar, dejando a la familia en la calle.

El cuidado integral y preservación del patrimonio del emprendedor a través de las décadas es un acto importante y requiere de su control y decisiones frecuentes. Vivimos una etapa crítica en el mundo, ya que hay diferentes tipos de bienes disponibles, regulaciones cada vez más estrictas sobre los fondos de inversión y políticas monetarias confusas y cambiantes.

El otro patrimonio familiar está formado por bienes raíces (casa propia y otros inmuebles) automóviles, colecciones de monedas, timbres y otros artículos, arte y joyería, así como mobiliario y antigüedades. Por supuesto las inversiones en instrumentos como bonos, fondos y monedas complementan el valor económico de lo que se posee. En principio todo suena lógico y es, en muchas ocasiones, el resultado de un proceso ordenado de ahorro que acumula el dueño a través de su vida, sin descartar posibles herencias, premios y regalos. Lo difícil es controlar estas diferentes partidas que se manejan de acuerdo con el mercado, a la situación política, social y económica de la región o país donde se encuentren. Somos testigos de las terribles migraciones que suceden a través de los siglos, por guerras, destierros y discriminación, y que dejan a personas inocentes y a sus familiares en la pobreza absoluta. Muchos seres humanos lo perdieron todo.

Los bienes raíces son un ejemplo típico: En primer lugar se debe lograr conseguir una casa o departamento propio para vivir, dejar pagar rentas crecientes o posibles desalojos y que permitan a la familia tener una seguridad relativa. Fuera de este rubro hay oportunidades que se ofrecen de terrenos, locales, departamentos y otros inmuebles que protegen el valor del patrimonio de crisis y recesión. Muchos amigos lectores consideran que la tierra y sus construcciones no van a bajar a través del tiempo porque están seguras. Yo difiero parcialmente y a las pruebas me remito, basado en experiencias personales y de asesorados. La crisis del 1982 hizo que las casas y departamentos que se salvaron de las hipotecas e intereses de usura que dejaron a muchos en la ruina, efectivamente subieran su valor en pesos de esa época, pero si tomamos en cuenta la hiperinflación de esos años así como el creciente valor del dólar y otras monedas, esto resultó en una cuantiosa pérdida de valor en términos constantes. El mercado inmobiliario es muy delicado y hay que saber invertir en él. Les recuerdo que no te puedes llevar tu casa u otros inmuebles a otra parte.

Continuará...

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