Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

19 Abr, 2017

Pitfall!

Las Urracas Parlanchinas es una serie de cortos animados producidos por el mismo estudio que creó a Super Ratón y que debutó en cines en 1946. Como ocurrió con otras caricaturas originalmente pensadas para la pantalla grande, todos estos personajes terminaron nutriendo la programación de los sábados por la mañana en la televisión estadunidense, dirigida fundamentalmente al público infantil.

Entre la audiencia de aquellas aves traviesas (llamadas en inglés Heckle y Jeckle) estuvo David Patrick Crane, nacido en 1953 en la ciudad de Nappanee, Indiana. Aunque el programa trataba de las pícaras aventuras de sus protagonistas –expertas en fastidiar al prójimo–, una secuencia quedó grabada en su mente de niño: la de ambos pajarracos corriendo velozmente sobre las fauces de una hilera de cocodrilos que inútilmente intentan morderlos, dejándolos a todos, literalmente, con el hocico cerrado.

La escena dura apenas unos segundos, los que bastaron para convertirla en uno de los principales referentes a los que Crane alude en varias entrevistas para explicar el origen de su creación más celebrada: el videojuego Pitfall! de Activision, que mañana cumplirá 35 años de haber sido lanzado para la consola Atari 2600 y que, por varias razones, es recordado como un hito dentro de la industria.

Aunque no fue el primero de su género (se le adelantó Donkey Kong, de Nintendo, un año antes), Pitfall! escribió las reglas de los llamados juegos de plataforma. Su mecánica es muy simple: el personaje principal es Harry, “el más famoso explorador de la jungla y el más extraordinario cazador de fortunas” (así dice el manual), quien debe recorrer 255 escenarios para recoger 32 tesoros (bolsas de dinero, barras de oro y plata y anillos de diamantes) en 20 minutos, sin que lo muerdan cobras o lo piquen alacranes. Durante su travesía, Harry baja por pasajes subterráneos, brinca troncos, evade agujeros y cruza pantanos en lianas al estilo Tarzán o pisando cocodrilos sin que lo muerdan... como las urracas parlanchinas.

Y si bien el propio Crane admite explícitamente que tomó este detalle de Heckle y Jeckle, el diseño del juego recuerda a otra característica de esa y otras caricaturas de la época: el llamado “wraparound background”, un truco de animación mediante el cual se simula movimiento utilizando un mismo fondo que da vueltas mientras los personajes aparentan avanzar. Como cuando Pedro Picapiedra va en el troncomóvil y pasa varias veces por el mismo arbusto, la misma casa o el mismo edificio. Un defecto que el ojo bien entrenado nota, pero que el espectador promedio termina perdonando.

Un efecto parecido ocurría con Pitfall!, si bien este juego no tenía técnicamente la capacidad para generar la sensación de desplazamiento que sí logró en el género de plataformas Super Mario Bros, de Nintendo, sucesor natural del éxito cosechado por Pitfall! previo a la crisis del videojuego de 1983.

Tras su salida a la venta el 20 de abril de 1982, Pitfall! ocupó el primer lugar en la lista respectiva de Billboard durante 64 semanas consecutivas y fue el segundo cartucho más exitoso de la Atari 2600 con más de cuatro millones de copias vendidas. Y, como si origen fuera destino, Harry se convirtió en el primer personaje surgido de una consola casera en convertirse en personaje del programa animado Saturday Supercade, transmitido en 1983 por CBS, la misma cadena que transmitió a Heckle y Jeckle.

La historia de Pitfall! es también objeto de la curiosidad académica de Nick Montfort e Ian Bogost, profesores de los institutos tecnológicos de Massachusetts y Georgia, respectivamente, quienes le dedican todo un capítulo en su libro Racing the Beam (The MIT Press, Cambridge, 2009). Ambos atribuyen el éxito del juego a la amalgama limpia e inteligente que hizo de iconos de la cultura popular. 

Y el legado continúa. El pasado 5 de abril, una nota del diario británico The Guardian mencionó la posibilidad de una adaptación fílmica de Pitfall! como parte de una franquicia basada en éxitos de Activision, que plantea lanzar la saga bélica Call of Duty como un universo cinematográfico al estilo del que Marvel construyó con Disney.

De ser así, podrían pensar en el actor Jack Black, cuya carrera comenzó hace siete lustros, precisamente en el primer comercial para televisión de Pitfall! Y parlanchín ya es. 

marco.gonsen@gimm.com.mx

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