Darío Celis

Tiempo de negocios

Darío Celis

27 Abr, 2017

Cofece y Consar van con todo y el caso Cencor

Al iniciar la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) la indagatoria contra cuatro afores por colusión en la fijación de cuotas a sus Siefores, en menoscabo de los ahorradores, se abrió una puerta muy grande a otras investigaciones dentro de un gremio que por décadas fue intocable.

La Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) lleva tiempo cruzando información en sus bases de datos para ubicar y rastrear “mafias” que por años saquean a los ahorradores. Desafortunadamente se estrelló con una Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) omisa.

No ha sido fácil para los equipos de Alejandra Palacios, en la Cofece, y los de Carlos Ramírez, en la Consar, ya que del lado de los delincuentes de “cuello blanco” hay influyentes ejecutivos de grandes bancos y casas de bolsa del país, cuyos modus vivendi se ha hecho a partir de este “jugoso negocio”.

Pero ahora en ese contexto, justo en la recta final del gobierno de Enrique Peña Nieto, el organismo antimonopolios sale a anunciar el inicio de una nueva investigación, otra vez por colusión, en la fijación de precios de deuda gubernamental, situación que beneficia a diversos intermediarios financieros.

Las famosas “áreas de ventas” de bancos y casas de bolsa que “apapachan” y pasean por todo el planeta a los conocidos “fund managers”, a cambio de que les compren los bonos que ellos deciden trastocar, es algo de todos los días que se ha vivido en los últimos diez años sin que nadie lo cuestionara.

Tan sencillo como que cualquier banco tome posiciones y use a sus vendedores para distribuir el paquete a través de empresas de corretaje, como la que dirige Santiago Urquiza, el de Central de Corretajes (Cencor), el empresario que pretende tener una licencia para una nueva bolsa de valores.

Curiosamente ha sido ni más ni menos que este financiero, el que ahora impulsa la entrada en operación a partir de finales de este año de la nueva Bolsa Institucional de Valores (BIVA), el que ha estado involucrado en los dos grandes escándalos de manipulación de precios en la historia moderna del país.

Su empresa Enlace y sus brokers han sido objeto de investigaciones por viciar precios en el Mercado Mexicano de Derivados (MexDer) en los inicios de esa bolsa, con la ayuda del BBVA Bancomer, que preside Luis Robles; Citibanamex, que dirige Ernesto Torres, Santander, que encabeza Marcos Martínez.

Asimismo, por manosear precios en sus sistemas para no afectar valuaciones de bancos extranjeros en la crisis de las hipotecas tóxicas o subprime de Estados Unidos, en 2008, principalmente con la ayuda de Merrill Lynch, que después absorbería Bank of America, y lo que fue ING.

Ahora la Secretaría de Hacienda, de José Antonio Meade, y la CNBV, que lleva Jaime González Aguadé, se aprestan a autorizarle BIVA. La gran pregunta es si las denuncias que ya tienen tanto la Cofece como la Consar, de las operaciones irregulares de corretaje, no ponen más bien en riesgo a Cencor.

Filiales como MEI, Enlace y PiP y algunos de sus empleados son focos de atención de esta colusión orquestada por bancos, afores y casas de bolsa sobre las que la Cofece y la Consar han puesto la lupa. Y eso es sólo con la operación de la deuda gubernamental.

Donde más corrupción se ha detectado, pero las investigaciones de los reguladores no llegan hasta allí ahora, es en la deuda corporativa que los brokers promueven.

PEREDA SE DESLINDA

Siguen las dudas y cuestionamientos en torno a quiénes están detrás de Tecno Radio, más allá de Alí Eduardo Bañuelos, que es el que figura como accionista mayoritario. El 4 de abril iba haber junta de consejo en la CIRT, pero la gente de Edgar Pereda la mandó cancelar, se dice, que para evitar reclamos de no pocos agremiados que están molestos por la ausencia de un posicionamiento o extrañamiento del actual presidente de esa cámara. En esa tesitura el señor Adrián Pereda, fundador de Radiorama y padre de Edgar, envió una carta en la que aclara que no participó ni participará en el proceso licitatorio de nuevas frecuencias de radio y que ni él ni ningún miembro de su familia tienen nexo con Tecno Radio. Parecería que los Pereda se empiezan a deslindar de sus socios históricos, los Sánchez Campuzano. Algunos radiodifusores recuerdan que curiosamente se está repitiendo lo que sucedió hace 25 años y que fue un escándalo en el medio. En ese año Javier Sánchez Campuzano, el fundador de Radiorama junto con su socio Adrián Pereda, era el presidente de la CIRT y el gobierno de Carlos Salinas de Gortari entregó combos de radio siendo el principal beneficiario precisamente Radiorama. En la industria se comenta que el Instituto Federal de Telecomunicaciones, que lleva Gabriel Contreras, fue el que pidió ese deslinde. Gabriel Rihan, yerno de Sánchez Campuzano, quizás sepa quiénes están atrás de Bañuelos y Tecno Radio.

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