Posible ruptura del TLCAN tumba al peso

Mal día para el peso mexicano después de que algunos medios –ojalá sean fake news– aseguraron que el gobierno de Trump está analizando la posibilidad de que Estados Unidos se retire del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN.

La noticia, que al cierre de esta columna no había sido ni desmentida ni ratificada por Trump o por la Casa Blanca, generó lógicamente un gran nerviosismo en los mercados y tumbó al peso mexicano. El dólar cerró en el mercado interbancario en 19.20 pesos y llegó a cotizarse al menudeo en 19.50 pesos.

Trump en efecto podría salirse del TLCAN firmando una orden ejecutiva, como ya lo hizo con el Acuerdo Transpacífico o TTP y bastaría que lo hiciera con seis meses de anticipación, que es lo que marca el tratado.

El temor es que Trump anuncie la salida del TLCAN el sábado en el marco de los festejos de sus primeros 100 días, porque desde la semana pasada retomó en su cuenta de Twitter las críticas al TLCAN y por su enfrentamiento con Canadá, al imponer aranceles a las importaciones de madera.

Con excepción del anuncio de la política fiscal que delineó ayer el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, Trump no tiene realmente nada relevante que anunciar a sus seguidores, ya que no ha logrado que se apruebe su reforma de Salud. Ha enfrentado reveses jurídicos tanto en su propuesta de negar fondos a las ciudades santuario que apoyan a migrantes, como en su programa para vetar el ingreso a Estados Unidos a ciudadanos de seis países árabes; tuvo que retirar su propuesta de fondos para la construcción de la primera etapa del muro fronterizo con México y aún no llega a un acuerdo con el Congreso para la aprobación del presupuesto, por lo que sigue vigente el riesgo de un cierre parcial del gobierno el próximo sábado.

ESCENARIOS PARA MÉXICO

Por lo que respecta al gobierno mexicano, la consigna es esperar a que se confirme si realmente Trump firma la orden ejecutiva para salirse del TLCAN, u opta por enviar al Congreso la solicitud para iniciar la renegociación con México y Canadá en un plazo de 90 días.

Lo que sí es un hecho es que el presidente Enrique Peña se reunió ayer con los secretarios de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, y de Hacienda, José Antonio Meade, para analizar los escenarios ante una ruptura del TLCAN.

De confirmarse habrá, desde luego, un nuevo ataque contra el peso por la incertidumbre que generaría, aunque la salida de Estados Unidos se concretaría en seis meses.

Los más optimistas aseguran que el comercio  trilateral no se vería tan afectado porque de inmediato las exportaciones se regirían por las reglas y aranceles de la Organización Mundial de Comercio. Sin embargo, el impacto para México, para nuestro sector externo, tanto en importaciones como en exportaciones, sí sería mayúsculo porque perderíamos las preferencias arancelararias hoy vigentes con el TLCAN.

Habría un impacto directo también en materia de inversiones y una afectación para los consumidores de los tres países porque, con los mayores aranceles, se encarecerían los precios de los productos finales.

El impacto sería tan severo para los propios consumidores de Estados Unidos, que realmente espero que sea una fake news, o una bravuconada más de Trump, que prevalezca la sensatez en su equipo y que en lugar de salirse del TLCAN, Robert Lighthizer, el ya ratificado representante comercial de Estados Unidos, envíe al Senado la petición y los objetivos de la renegociación del Tratado.

REFORMA FISCAL, AÚN CONFUSO

Otra preocupación para el gobierno mexicano es la reforma fiscal de Donald Trump, cuyos detalles aún no se conocen porque ayer en conferencia de prensa, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y el director del Consejo Nacional Económico, Gary Cohn, lo que hicieron fue delinear los objetivos de lo que anunciaron como la reforma fiscal más importante y el mayor recorte en tasas de impuestos en Estados Unidos.

La buena noticia es que no incluye el temido BAT, o impuesto transfronterizo, y se espera que la baja en la tasa de ISR a 15% para todas las empresas y los beneficios fiscales para personas físicas generen mayor crecimiento económico y repatriación de ganancias en el extranjero, lo que según Mnuchin permitirá compensar el costo de reducir las tasas. Habrá que ver si logran convencer al Congreso.