Salo Grabinsky

Del verbo emprender

Salo Grabinsky

29 Abr, 2017

Las empresas familiares en épocas críticas. Serie: Asuntos varios

Vamos a cerrar  la serie de análisis de las diferentes variables que inciden en los negocios familiares. Algunas son internas y tienen mucho que ver con los dueños, ejecutivos y el personal que labora ahí. Otras son causadas por el entorno y fuera de resguardarnos en nuestro patrimonio y otros bienes, no podemos cambiar esas turbulencias. Por eso la llamo una época crítica, llena de pequeñas y grandes situaciones, crisis y sus secuelas. Esta época, temo decirles, va para largo.

Asuntos varios.- A reserva de que haya muchos otros, quiero enfatizar los siguientes: El ánimo y clima de trabajo se van a afectar, porque vivimos bombardeados de malas noticias (gasolinazos, aumento de tasas, tarifas y en el exterior las altas y bajas de la política de nuestro vecino, amén de las relaciones internacionales, el belicismo creciente en diversas partes. Ese bombardeo debilita el ambiente tanto familiar como del negocio y el mercado en general. Por lo pronto, hay que ser muy explícito en separar las noticias y estadísticas económicas serias de la paja y los chismes (alternative news o fake news) que estamos sufriendo.

Hay que ejercer un liderazgo inteligente con nuestros allegados, sin llegar al catastrofismo y plantear la verdad de la situación actual y futura. Ser optimista es ilusorio, pero un realismo honesto y bien comunicado es bienvenido. He estado viajando últimamente donde hay problemas por caída de las inversiones extranjeras, reducción de los pedidos, pero no impera ahí, después del shock inicial, un ambiente pesimista, sino más bien proactivo.

A nivel familiar y de la economía doméstica, es importante ajustar ciertos rubros a la baja, en espera de que vengan tiempos mejores. Los mexicanos somos muy fiesteros, nos encanta viajar, muchas veces endeudándonos con tarjetas de crédito por arriba de nuestras posibilidades. Las devaluaciones seguirán y una buena planeación y estricto control de gastos programados van a darnos tranquilidad. A diferencia de una crisis mayor, no sabemos a ciencia cierta de dónde llegará el siguiente golpe, ni de qué tamaño será. Sólo se necesita cierta mesura, bajar gastos superfluos, posponer algunos planes no indispensables o reducir su valor y así evitar sorpresas y estrecheces futuras. Posiblemente podrá haber una merma en nuestros ahorros e inversiones por asuntos aislados, pero pongan prioridad en reponerlos y cuidar su red de seguridad mínima. No es época de pánico, pero sí de cuidado a nuestros bienes, sin afectar demasiado a la familia.

Como yo veo muy lejano el final de esta serie de vendavales, este escenario nos da una excelente oportunidad de predicar con el ejemplo y educar a nuestros familiares a cómo vivir y prosperar en tiempos inciertos, mismos que podrán aplicar en su vida adulta. También veo importante ser muy cuidadoso en las nuevas inversiones que se presenten, sobre todo las de rendimientos poco claros y el monitoreo de las actuales y su evolución. Va a haber sorpresas desagradables, pero también ciertas oportunidades.

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