Visión cero, los seguros y el futuro

Cada día 8 personas son lastimadas por accidentes de tránsito en la CDMX, los datos se remontan a 2015. Los que se llevan la mayor parte de la mortalidad en los accidentes viales en la capital del país son los peatones con un 48% mientras que los conductores representan 34% de los fallecimientos. Además, la estadística no refleja a los que mueren días después como consecuencia de un accidente de tránsito. Es probable que en un futuro este problema disminuya gracias a los vehículos autónomos que al parecer se encuentran a la vuelta de la esquina y que tienen menos propensión a los accidentes dado que los sistemas no son proclives a embriagarse y manejar a gran velocidad, como en el desafortunado caso del BMW que se desbarató en Reforma en el que murieron cuatro personas. Los sistemas autónomos tampoco manejan mientras escriben en el celular, lo cual resulta peor que beber y manejar porque es socialmente aceptado.  Mientras el futuro nos alcanza hay otras medidas que se pueden adoptar para disminuir las pérdidas de vidas, los accidentes y el tránsito.

A propósito de la soluciones hoy se publica en la Ciudad de México el Programa Integral de Seguridad Vial con el cual el gobierno de la capital da continuidad a la Ley de Movilidad que en los primeros 12 meses de haber sido implantada redujo en 18% las fatalidades por tránsito. El objetivo es reducir las muertes por accidente hasta en un 35% para 2018 y dejar un programa con bases transexenales que pueda cumplir con la Visión Cero. El programa denominado Visión Cero comenzó en Suecia en 1997 y se ha extendido a todo el mundo con el objetivo de reducir las muertes por accidente de tránsito a través de infraestructura urbana más segura, vehículos más seguros, estudios de fatalidades, mecanismos de recordación del cinturón de seguridad en los automóviles privados, así como mecanismos de bloqueo de manejo a través de la detección de aliento alcohólico, así como cámaras viales infractoras. Algunos elementos ya están presenten en la Ciudad de México.

EL PAPEL DE LAS ASEGURADORAS

El sector privado juega un papel relevante en el asunto; en Suecia las compañías aseguradoras han aportado fondos dado que se benefician al pagar menos pólizas como consecuencia de una reducción en los accidentes viales. La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) que encabeza Recaredo Arias podría responder a la vocación de previsión de mediano y largo plazo de las compañías del ramo aportando cooperación financiera y en el diseño conjunto de productos que incentiven la seguridad vial. En lo individual Quálitas, GNP, Axa,  también podrían participar. Fundación Mapfre, por ejemplo, desarrolló junto con la Secretaría de Móvilidad un Manual del Usuario de la Vía. Además las compañías del sector harían bien agilizar los pagos a peatones y terceros cuando se da un accidente automotriz, sobre todo, cuando incluye transporte público.

LOS TEMAS PENDIENTES DE SEMOVI

La Secretaría de Movilidad ha tenido avances muy positivos con su Visión Cero Accidentes para la Ciudad de México a través del Programa Integral de Seguridad Vial 2015-2020. Sin embargo, tiene el enorme reto de construir un tejido institucional que pueda ser capaz de resistir una alternancia en la jefatura de la urbe. Un tema de enorme importancia es la transparencia y un buen ejemplo de ello lo ofrece el Fondo para el Taxi, la Movilidad y el Peatón de la Ciudad de México, que fue uno de los acuerdos entre Héctor Serrano, titular de Semovi y las compañías de transporte por medio de aplicación Uber y Cabify. Dicho acuerdo implicó que las empresas tendrían permiso de operar y aportarían 1.5% de sus ingresos a dicho fondo. Uber anunció a principios de marzo que ya había aportado 100 millones de pesos y hasta ahora no se sabe nada del dinero: pregunté a través del Sistema de Información de la Ciudad de México y la respuesta fue que Semovi no podía contestar y la Secretaría de Finanzas, hasta ahora, no ha dado respuesta. Por cierto, el sitio de internet de gobierno abierto de la Ciudad de México no sirve. Mal ahí. Tampoco, hay mucha transparencia en cuanto a las fotomultas lo que no ayuda a generar confianza entre la ciudadanía. 

EL FUTURO SEGÚN ELON MUSK

Elon Musk, el fundador de SpaceX y Telsa, volvió a mostrarnos la solución al tránsito vehicular y a los accidentes viales a través de una compañía aburrida, al menos, eso significa su nombre en inglés que es The Boring Company. Hace unos días Elon Musk dio una charla en la que plasmó su visión del futuro de las urbes que pasa por hacer una red de túneles subterráneos con elevadores a nivel de la calle mediante los cuales los coches podrían acceder a una plataforma que los transportará a una velocidad de 200 kilómetros por hora por debajo de la ciudad. La belleza conceptual consiste en que ante la saturación se podría cavar más profundo haciendo niveles adicionales de túneles. De no ser Elon Musk el que planteó la idea podría parecer un sueño guajiro, no obstante, hace menos de diez años el mundo se carcajeaba de los coches eléctricos de Musk y de sus cohetes espaciales reutilizables, hoy son una realidad. La ecuación que definirá el éxito de The Boring Company consiste en hacer mucho más barata la perforación y construcción de túneles, lo de menos es que transporten coches o vehículos de transporte masivo de pasajeros.

Mientras el futuro nos alcanza valdría la pena que la IP coopere con el Programa Integral de Seguridad Vial, siempre y cuando Semovi y el Gobierno de la Ciudad, en general,  sean más transparentes.