Preocupaciones ociosas

Hay quienes están francamente alarmados porque la inflación creció 5.8% a tasa anual al cierre de abril, como informó el Inegi.

Ciertamente se trata del nivel más alto para el crecimiento de los precios desde 2009, cuando la economía mexicana caía como parte del desplome global; sin embargo, no es motivo de preocupación de ninguna índole.

Sí está por encima del intervalo máximo establecido por Banco de México, de tres por ciento más menos uno por ciento, pero existe una razón: La burbuja que se generó en enero por el aumento del precio de la gasolina previo a su liberación lo que, dicho sea de paso, es una medida económicamente correcta, socialmente justa y ecológicamente pertinente.

Hasta el momento no se han presentado, ni lo harán, efectos secundarios en el nivel general de precios por el tema de las gasolinas, puesto que la tendencia quincenal de los precios se ubica a niveles inferiores a los que crecía el año pasado. En abril, los precios crecieron 0.12%, mientras que el mismo mes, pero de un año antes el avance de los precios fue de 0.32 por ciento.

Gran parte de la explicación tiene que ver con un tema aritmético en el que las bases de comparación hacen que el promedio anual sea más elevado. Esto se confirmará hacia finales del año cuando el nivel general de precios regrese a los parámetros debidos, es decir, dentro del margen establecido por el instituto emisor.

A más tardar en enero del año próximo la inflación regresará al promedio que tuvo en los últimos diez años, es decir, en una banda cercana a 3.6%. Esto, a su vez, demostrará que las políticas implementadas por Banco de México han funcionado de manera correcta en ya más de dos décadas.

Por cierto. Si usted es de los que está angustiado por la inflación al cierre de abril, pregúntese qué tan preocupado estuvo en 2009 o principios de 2014. Se dará cuenta de que no tiene nada que temer.

REACCIONA SFP

En esta columna he documentado las irregularidades en el proceso de licitación para la contratación del servicio integral de diálisis peritoneal para pacientes prevalentes que llevó a cabo el IMSS en Puebla, en el que Enrique Doger Guerrero, delegado de ese instituto en la entidad, jugó un papel tristemente destacado.

El órgano interno de control de la Secretaría de la Función Pública, encabezada por Arely Gómez, ya inició una auditoría para documentar lo que sucedió y si los actos que se imputan a Doger Guerrero a favor de Baxter de México fueron cometidos por él directamente o a través de interpósita persona.

Como le he informado en este espacio, las bases de licitación, responsabilidad del delegado del IMSS en Puebla, pedían específicamente equipos que son propiedad de Baxter y otras dos empresas en el país. Sólo participaron Baxter y un competidor que ofreció un precio más competitivo, pero se decidió por la segunda en detrimento del erario. La segunda irregularidad es que durante la licitación no estuvo presente el encargado del órgano interno de control.

Algunos muy mal pensados aseguran que Doger Guerrero habría utilizado esta licitación y algunas otras para hacer un cochinito para su campaña al gobierno de Puebla. En días pasados este hombre llegó a un acuerdo con el representante de Sedatu en la entidad, Juan Carlos Lastiri, para hacer un proyecto en torno al PRI que buscaría llevarlos al gobierno estatal.

DESCUENTOS

En Petróleos Mexicanos han seguido una política de descuentos a quienes realizan grandes compras de gas LP.

Se trata de un programa que inició el año pasado a través de Pemex Transformación Industrial que tiene como principal objetivo seguir desplazando gas LP en territorio nacional de descuentos, siempre y cuando se haga por volúmenes que califican como cuantiosos en los que la Comisión Reguladora de Energía es la encargada de estipular los precios y obligar a la empresa productiva del Estado a que sean del conocimiento de todos los interesados.

Aseguran que no son negociaciones específicas entre alguna empresa con ciertos funcionarios, sino que se hacen de una manera automática a través de diferentes áreas dentro de Pemex, por lo que resultaría ociosa la práctica de intentar sobornar a uno o dos empleados de la empresa productiva del Estado.

Eso no lo dicen ellos, pero el hecho concreto es la tentación de algunos, quienes no se han dado cuenta de que las prácticas arbitrarias, corruptas y monopólicas, afortunadamente, comienzan a ser una especie en extinción.