José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

15 May, 2017

Tras gasolinerías e industriales por combustible robado

El robo de gasolina se convirtió en un delito de bandas organizadas, sumamente violentas, que utilizan a la población como escudo y a cambio les dan una mísera parte de sus ganancias.

No les importa utilizar niños ni mujeres para crear escudos. Es una delincuencia que debemos enfrentar, pero llegó el momento de hacerlo con más inteligencia e ir al fondo del tema: la gasolina robada es negocio porque se vende, porque hay alguien que la compra. Por la demanda del combustible. Y ahí es donde van a atacar las autoridades: por el lado del consumo.

IR TRAS LOS COMPRADORES DE COMBUSTIBLE ROBADO

Pemex (José Antonio González Anaya), Hacienda (José Antonio Meade), PGR (Raúl Cervantes), Ejército, Marina y Profeco. Todos van a hacer su tarea, pero bajo un enfoque distinto.

Van a atacar a estos criminales, y si bien podrán seguir habiendo enfrentamientos, que como vimos son cada vez más violentos, más bien se les quiere acabar por la otra parte, la del mercado. ¿Quiénes compran gasolina? Gasolinerías y usuarios industriales. Y hacia allá van las autoridades.

Es un enfoque bastante práctico, con lógica económica y, sobre todo, tiende a terminar con el mercado de gasolina robada y el mercado.

Los huachicoleros, término utilizado para estas bandas que roban combustibles, fueron creciendo porque era difícil agarrarlos. Hacían hoyos en los ductos de Pemex, y de aquí a que llegaba la cuadrilla de Pemex, en el mejor de los casos, pasaban dos horas. Pero no sólo fue eso.

Los huachicoleros supieron encontrar en las poblaciones un aliado, a cambio de darles pequeñísimas ganancias de lo que realmente se llevan: abren ductos, hay ríos de gasolina, y así de peligroso, les piden a los pobladores que llenen garrafas para venderlas en gasolinerías. Y de ahí les pagan.

700 MIL MDP EL MERCADO DE GASOLINA Y DIESEL

Ante un crimen tan bien organizado y violento, las autoridades traen un nuevo enfoque: ir tras el mercado, tras los compradores. Tras la demanda.

El mercado de gasolina y diesel en el país es enorme. Hablamos de 700 mil millones de pesos anuales, según las últimas cifras de Pemex.

Es un mercado muy grande. Y como decía el secretario de Hacienda, Meade, el robo de combustibles representa 20 mil millones de pesos al año.

GASOLINERÍAS SERÁN REVISADAS POR PEMEX, PROFECO, PGR, HACIENDA Y SAT

El objetivo, ahora, es ir tras las gasolinerías que compran esos combustibles robados y los venden. Pero también ir tras los consumidores industriales.

En cuanto a gasolinerías, Pemex, dirigido por González Anaya, tomó la decisión de revisar las que no les han comprado en meses, y entonces quiere decir que compran gasolina robada. O bien, las que venden mucho más de lo que compran, donde también venden combustible hurtado.

Ya hubo el primer operativo en contra de las gasolinerías. Fueron siete en Puebla.

Y vaya que les cayó la autoridad: los multó el SAT por disimular ingresos, les multó Profeco por no tener bien las bombas; les multó Hacienda y los puede llevar a la cárcel al tratarse de un delito de lavado de dinero, y la PGR por estar comprando en un mercado ilegal.

SIN COMPRADORES, NO HAY NEGOCIO

El equipo multidisciplinario del gobierno federal: Pemex, PGR, Hacienda, Profeco, Defensa y Marina actuarán por la vía del consumo de quienes compran el combustible robado. Y por ahí se irá dando la diferencia.

El combustible robado es negocio porque tiene mercado, pero ¿y si le quitan el mercado?, es decir, a quienes lo compran? Sencillo: se acaba el negocio. Viene una estrategia distinta, más inteligente y menos violenta. Pero que, creemos, será más efectiva.

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