Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

31 May, 2017

Juego de suma cero para Cofece y CNBV

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) que encabeza Alejandra Palacios ha generado incomodidad, luego de que el 19 de abril dio a conocer que inició una investigación en el mercado de intermediación de valores de deuda emitidos por el gobierno mexicano. La investigación atañe a un mercado profundo de 400 mil millones de dólares. Por ejemplo, el programa de subastas gubernamentales del primer trimestre del año contempló  subastas de CETES hasta por 26 mil millones de pesos, más 30 mil millones de pesos en bonos, a lo que se suman mil 950 millones de pesos de Udibonos y cuatro mil 500 millones de pesos de Bondes D.

Hasta ahora en la investigación no se ha especificado qué, quiénes, cómo y cuándo. Aunque hay algunos indicios: ¿Qué? Prácticas monopólicas absolutas, dentro de la definición lo más cercano sería concertación o coordinación de posturas en licitaciones, así como el intercambio de información. ¿Quiénes? Los intermediarios financieros, o sea los bancos, de acuerdo a lo que se reveló en Bloomberg, son siete los investigados. ¿Cómo? No se sabe mucho, pero si nos atenemos al caso de la tasa Libor que se ventiló en 2012, sería una coordinación extensa. En dicho escándalo estuvieron involucrados los grandes bancos globales, Barclays, Citi, UBS, Bank of America y Royal Bank of Scotland, entre otros, e implicó un mecanismo de coordinación institucional que, de acuerdo a las investigaciones, operó por más de una década. También cabe la posibilidad que haya sido una coordinación a nivel de ejecutivos y no de un alcance institucional. ¿Cuándo? Tampoco está muy claro, pero se puede inducir que de tiempo atrás, debido a que en el comunicado del órgano regulador se estableció que: “Dado el periodo en el que posiblemente se realizaron algunas de las conductas que dieron origen a la investigación, ésta se efectúa con fundamento en el artículo 9 de la Ley Federal de Competencia Económica (LFCE), publicada en el DOF el 24 de diciembre de 1992, así como en el artículo 53 de la nueva Ley, publicada el 23 de mayo de 2014, para determinar si se están o no, actualizando las conductas previstas en éstas”.

La investigación generó incomodidad debido a que en la opinión de algunos, sería más conveniente que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), que encabeza Jaime González Aguadé, sea la que sancione malas prácticas en los actores del sistema financiero, bajo esa visión se trata de un exceso de protagonismo de la Cofece.

Otra postura es que la investigación del órgano antimonopolios, hace evidente que la CNBV está en una zona de confort regulatorio. Bajo esta óptica, si la Cofece hubiera buscado coordinarse con la CNBV, habría perdido agilidad, celeridad, alcance y libertad.

Desde una óptica macro, la investigación de la Cofece se da en un momento delicado en cuanto a la coyuntura que atraviesa México, debido a que no hace falta que el sistema financiero sea cuestionado. En esa visión, el país no necesita una fuente más de incertidumbre, no obstante, bajo ese argumento, nunca habría un momento adecuado, porque nunca es buen momento para hacer cuestionamientos al sistema financiero. 

Teniendo en cuenta el momento que vive el país y la cercanía de la elección presidencial, también hay muchas suspicacias con respecto a la investigación. Hay quien considera que servirá de palanca frente a los banqueros para concretar su apoyo hacia una candidatura en 2018, aunque ese supuesto parece provenir de la sobre elaboración maquiavélica, muy típica en el cotilleo de los que analizan política. Dicho análisis no considera la complejidad inherente que implicaría tratar de controlar a un órgano de decisiones colegiadas.

En mi opinión, hay tres caminos: en el primero, el alcance de la investigación de la Cofece señalará algunos nombres y apellidos, lo que ocasionará el despido de algunos ejecutivos, se castigará a los bancos por no supervisarlos y hasta ahí. La CNBV podría decir que se trató de un afán protagónico del órgano antimonopolios que no ameritaba el ruido generado. El segundo camino implicaría que la investigación genere hallazgos de prácticas sistemáticas y antiguas, lo que significaría una sacudida para el sistema financiero y fortalecería el carácter autónomo de la Cofece más allá del sexenio, aunque sería un dolor de cabeza en cuanto a la incertidumbre. Un tercer camino es que la Cofece acceda a la petición de cooperación de la CNBV, se llegue a un hallazgo descafeinado, algunas sanciones, discursos y compromisos, en ese escenario se habrían sacudido algunas plumas, pero nada más allá, la fiesta en paz. Un cuarto camino es que la investigación se extienda hasta el otro sexenio. En el resultado se juegan varias reputaciones.

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