Azúcar, claroscuros de un acuerdo

El acuerdo azucarero tiene claroscuros muy claros. Al fin y al cabo, fue una negociación.

LOS CLAROS

Veamos los claros: México sí logró mantener una cuota de exportación para entrar a EU. También alcanzó un precio garantizado para vender el dulce, que, como sabemos, al ser una materia prima tiene muchos vaivenes de precio.

Y sobre todo, México alcanzó un acuerdo adicional en el que si a EU le falta azúcar en su mercado, México debe ser el primero en tener que proveerle el faltante.

LOS OSCUROS

Los oscuros también fueron obvios. México debe reducir la cuota del total de exportación de azúcar refinada, y esto le pesa porque el azúcar refinada es la de mayor valor y mejor precio.

México reduce su cuota de exportación de azúcar refinada de 53 al 30% del cupo total. Y ni siquiera con este punto que favorece a los industriales estadunidenses, la industria de aquel país quiso adherirse al acuerdo. Es decir, se pueden esperar más problemas y demandas de los azucareros estadunidenses.

LA CÁMARA Y SU BALANCE... HOY

En México, la Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera, presidida por Juan Cortina, había solicitado no bajar mucho la cuota de exportación de azúcar refinada.

Vendíamos 53% del total del cupo exportador, ahora venderemos el 30%. Y los estadunidenses todavía querían que fuera una cuota menor, de 15 por ciento.

Incluso, los industriales mexicanos, en voz de Cortina, habían solicitado al gobierno que, de ser necesario, impusieran cuotas compensatorias a la alta fructosa, el sustituto de azúcar que es derivado del maíz y sirve como materia prima para la industria refresquera mexicana.

EU exporta la alta fructosa a México, y no tiene muchas otras salidas a otros mercados. Sin embargo, el gobierno mexicano no quiso hacer uso de esa herramienta que tenía disponible.

Hoy sabremos bien a bien la posición de la Cámara del Azúcar, cuyo presidente estuvo en Washington cerca de la negociación. Seguramente, la Cámara pondrá en la balanza esta menor cuota de exportación de azúcar refinada, pero a cambio tiene un mejor precio para vender, y la garantía de que si le hace falta dulce al mercado estadunidense, los mexicanos serán los que lo provean.

ILDEFONSO, PRECIO Y ACUERDO ADICIONAL

Debemos decir que el acuerdo sí logró dos temas importantes. Y fue Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, quien los dio a conocer desde el principio.

Uno, como lo señalamos arriba, sí se logró garantizar un precio de referencia, que es importante en una industria con tantas variaciones de precio, al ser una materia prima que depende de las leyes de oferta y demanda mundial. Reuters daba a conocer que el precio mínimo garantizado para los exportadores mexicanos fue mejor respecto del acuerdo anterior.

En el acuerdo anterior se fijaba el precio en 22.25 centavos de dólar por libra de azúcar sin refinar y 26 para la refinada. Ahora, en el nuevo acuerdo, los precios de referencia mejoran: 23 para la azúcar sin refinar y 28 para la refinada.

El segundo logro fue un acuerdo adicional para vender el dulce cuando Estados Unidos necesite un cupo adicional, cuando su consumo sea mayor y necesite satisfacerlo. Aquí, antes que cualquier otro país, México llevará mano para venderles.

RENEGOCIACIÓN TLCAN, NO TAN FÁCIL

La negociación azucarera tuvo claroscuros. Sí se mantiene el acceso de las exportaciones mexicanas a Estados Unidos, pero también se ve claramente que las cosas no serán fáciles.

Will Ross, secretario de Comercio, sí logró reducir la cuota de exportación mexicana de azúcar refinada, que era el principal punto. México lo trata de compensar con mejoría en el precio de referencia para venderles el dulce, así como el acuerdo para satisfacer el mercado estadunidense en caso de que lo necesiten.

El acuerdo azucarero está claro: México mantuvo acceso al mercado estadunidense, pero el precio fue más caro. ¿Será preludio de las negociaciones del TLCAN?