Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

13 Jun, 2017

Requerimientos fitosanitarios, al banquillo

Entre los temas críticos que serán revisados en las primeras rondas de modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el de los requerimientos fitosanitarios y zoosanitarios, se evaluarán desde diferentes aristas, pues en Estados Unidos los exportadores de productos agropecuarios consideran que en México, tanto la Sagarpa, que encabeza José Calzada, como el Senasica, de Enrique Sánchez, han establecido estándares que resultan ser los más estrictos del mundo.

De hecho, en el encuentro de los CEO entre México y Estados Unidos, que por la parte mexicana representó el Consejo Coordinador Empresarial, que encabeza Juan Pablo Castañón, como parte de la revisión de los aspectos de movilidad de productos y bienes a través de la frontera, se incluyó el relacionado con la autorización de tripulaciones bilingües para que no tengan que parar en los puntos fronterizos las locomotoras que van y vienen.

No sé por el lado de Estados Unidos, pero por el lado de México, éste puede ser un tema de carácter laboral más que de logística.

Sin embargo, el de “barreras” fitosanitarias que, se supone, deben servir para proteger la vida humana y animal, lo mismo que la de las plantas o la comida, se argumenta que en México se han llevado a extremos sin justificación científica, por ejemplo, solicitar medidas innecesarias, como el que se asegure que no haya nada de tierra en los vagones que trasladan mercancía a nuestro país.

El argumento es que este requerimiento “absurdo” es uno de los impedimentos para que el transporte por ferrocarril sea eficiente, pues la Sagarpa y la Senasica, entidades mexicanas responsables de establecer requerimientos fitosanitarios, “han establecido requisitos para cada tipo de producto importado al país, que incluyen desde ‘Tolerancia Cero a la Tierra’ en vagones, lo que obliga a Kansas City Southern, que representa en México José Zozaya, y a Ferromex, que lleva Alfredo Casar, a limpiar los carros del ferrocarril hasta dejarlos acorde con el estándar mexicano, que, según ellos, no existe en ningún lugar del mundo y, por ende, es el más estricto internacionalmente.

Según las empresas importadoras, las exportadoras (desde EU) y las empresas de ferrocarril, esta regulación les genera un costo alto de operación que, al final, se traslada en el costo final al consumidor, además de que causa excesivos retardos en la entrega de la carga y se pierde productividad en el camino.

De ahí que en el contexto de la negociación se pedirá la homologación de requerimientos fitosanitarios y zoosanitarios, pero, en el inter, se pide que el gobierno de México revise a detalle su política sobre la cero presencia de tierra en los carros de ferrocarril, para que pueda ser implementada de forma que se minimicen los costos de cumplimiento y se reduzcan los retrasos en el tránsito fronterizo por inspecciones, y le proponen a la Sagarpa que la revise para que pueda introducir una tolerancia no menor a 0.02% de tierra en el piso de los vagones. No me imagino la causa de esto, ¿usted sí?

DE FONDOS A FONDO

#Infonavit… Ejecutivos de Nissan Mexicana, que dirige Mayra González, suscribirán este martes un convenio de colaboración con el director general del Instituto, David Penchyna Grub, para dar inicio a las operaciones del módulo de “Grandes Empleadores” que se instaló el complejo de la armadora japonesa, ubicada en Aguascalientes.

Para tener un parámetro, Nissan tiene 27 mil empleados formales y con ingresos competitivos, lo cual le convierte en un empleador muy atractivo para que el Infonavit coloque crédito en el segmento medio y medio alto, justo donde está la demanda y a donde se debe acercar la oferta de hipotecas.

La instalación del módulo permitirá ofrecer una solución de vivienda Infonavit (puede ser mejora de vivienda, ampliación, casa nueva o usada) en el lugar donde laboran, estrategia que complementa al Plan de Crédito 2017, con la que la hipotecaria más grande de México pone el ejemplo: no espera a la demanda, sino que va por ella a las propias empresas.

El programa de Grandes Empleadores, ya sumó a empresas como SuKarne y Coppel, en Sinaloa; AHMSA, en Coahuila; Grupo Playas, en Quintana Roo; TAMSA, en Veracruz; la Planta de ABB (empresa líder global en tecnologías digitales para la industria), en San Luis Potosí, y Volkswagen de México, en Puebla, y si considera que en las 300 empresas más grandes del país se localizan la mitad de los derechohabientes del Infonavit, es evidente la necesidad de acercarse a ellos.

El programa que inició en enero está dirigido a dos mil 400 empresas de todo el país que empleen a 300 trabajadores o más con aportaciones al Infonavit del 5% del salario de cada trabajador, dado que se estima que el 55% de los trabajadores de esas empresas no tienen activo un crédito de Infonavit, a pesar de tener el puntaje para ello.

#RedCompartida… Prysmian Group México, que lleva Jaouad Ben-Hamman,  filial de Prysmian Group, de Valerio Battista de Italia, ha recibido la autorización para ampliar la fábrica que tienen en la capital de Durango con el objetivo de fabricar en México cable de fibra óptica de 144 hilos, de la calidad que se exige en Altán para tender la Red de Fibra Óptica y operadores como AT&T o Telefónica, entre otros.

La planta tiene varios años y en ella fabrican cable para aviones y también para vehículos, pero con la inversión de 15 millones de dólares iniciales esperan fabricar dos mil millones de dólares de cable que podría ser lo mismo de 100 que de cinco mil hilos, cantidad suficiente para atender el creciente mercado de telecomunicaciones de México y Centroamérica (en Brasil tienen otra operación similar).

La ventaja de fabricar cable aquí, tiene que ver con el costo y la limitación que existe en Europa para exportar el cable a otros lados del mundo.

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