David Páramo

Análisis superior

David Páramo

23 Jun, 2017

Comienza la inflexión

Al cierre de la primera quincena de mayo la inflación creció a una tasa anual de 6.3%, que ciertamente es el nivel más elevado de los últimos ocho años, y es probable que escuche o lea a expertos que le digan que la inflación está fuera de control o algo similar.

La junta de gobierno del Banco de México tomó la decisión de incrementar en 25 puntos base la tasa de referencia para ubicarse en 7%, que también es el nivel más elevado de los últimos ocho años y muy posiblemente tendrá conocimiento de sandeces como las que propala indebidamente Mario di Costanzo sobre sus creencias del aumento en las tasas de interés.

No faltan aquellos que hacen análisis sumamente superficiales, quienes le dirán que éstas son señales de la crisis o cualquier tontería similar. Sin embargo, la realidad es que se ha llegado a un punto de inflexión tanto en la inflación, que, como he sostenido a lo largo de este año, comenzará a disminuir cada vez más rápido hacia finales de este año, así como la política de incremento en las tasas de interés que ha seguido el Banco de México desde diciembre de 2015.

La burbuja aritmética que se generó con el aumento y la liberación del precio de los combustibles está llegando a su final. Hay indicios indirectos de que el alza en las tasas se acerca a su fin, como las declaraciones de José Antonio Meade, y directos como que uno de los miembros de la junta de gobierno votó por mantener las tasas sin cambio.

EMPLAZAN A COFECE

Entre los senadores, especialmente los del PRD, sigue creciendo la preocupación por las acciones poco claras de la Comisión Federal de Competencia Económica en diversos sectores de la economía, así como el hecho de que Carlos Mena, responsable de la mayoría de las investigaciones de esta comisión, haya presentado su renuncia por motivos personales a partir del último día de este mes sin dejar claros muchos expedientes que, en los hechos, dificultan la competencia en la economía mexicana.

Tienen, con razón, una gran cantidad de dudas sobre las acciones del organismo que mal preside Alejandra Palacios, puesto que muchas de sus acciones no están generando una competencia efectiva en diversos sectores de la economía y, en particular, en el de las afores.

Es claro que las sanciones que ha aplicado la Cofece no están contribuyendo a mejorar la competencia en las afores, puesto que se mantienen las concentraciones y prácticas que dificultan los traspasos en detrimento del mejor interés de los trabajadores.

Más allá de que el martes la comisión permanente del Congreso de la Unión aprobó un punto de acuerdo para citar a una reunión de trabajo a Palacios, sería necesario ir sustancialmente más allá y tomar medidas que, efectivamente, beneficien a la competencia.

La salida de Mena puede ser vista como un buen indicio, ya que sería un iluminado menos. Este hombre ha sido, sin lugar a dudas, autor material de muchas barbaridades que no han mejorado la competencia en favor de los consumidores, pero han inflamado el pecho de la presidenta de la comisión.

Algunos de los miembros del pleno se han dado cuenta de lo equivocados que estaban no sólo entre algunas de sus investigaciones, sino en las resoluciones que tomaron. La salida de Mena sólo sería buena si el nuevo titular es una persona que, en lugar de andar inflando su ego y el de la presidenta de la comisión, se pone a trabajar en favor de los consumidores.

La determinación de los legisladores de pedir cuentas a la titular de la Cofece sólo debe ser vista como un buen paso en favor de la competencia.

CONSEJO

Como publiqué el lunes, el presidente del Inegi, Julio Santaella, cometió dos errores en Twitter cuando dio a conocer los resultados del Módulo de Movilidad Social: Primero. Ni el presidente del Inegi ni alguno de sus funcionarios deben hacer opiniones. Segundo. Hacerlas en un tono abiertamente racista.

Ayer, Red Reintegra emitió un comunicado de prensa en el cual considera preocupante que el Inegi reproduzca en sus informes la categoría de raza.

Establece cuatro puntos: el racismo es un fenómeno que va más allá de la discriminación por el color de piel; las ciencias, la vida, en particular la genética, han demostrado fehacientemente que las razas no existen; las razas no existen, la discriminación sí. El último apartado señala: “Es preocupante que las estadísticas del Estado mexicano reproduzcan la categoría de raza en sus informes”.

El presidente del Inegi se haría un favor si leyera este comunicado y lo difundiera entre sus prejuiciosos e intolerantes solovinos. ¿También intentarán descalificarlos?

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