Luis Enrique Mercado

Perspectivas

Luis Enrique Mercado

3 Jul, 2017

Los riesgos de abrir el TLC

Nada está marcando más la evolución de la economía mexicana que la incertidumbre que existe sobre el futuro de las relaciones económicas y comerciales entre México y Estados Unidos.

Esas dudas explican, por ejemplo, la exagerada depreciación del peso mexicano en los primeros meses de este año y también, en la medida que los tuits de Trump se olvidaron del TLC y el muro, la apreciación que ha tenido la moneda mexicana.

Y cuando se observan los datos de la inversión nacional y extranjera, hay que recurrir a las dudas sobre el futuro de las relaciones comerciales entre ambas naciones para explicarse por qué la inversión fija bruta tiene cifras negativas y por qué la inversión extranjera en México en el primer trimestre ha sido la más baja de los últimos nueve años.

Es un hecho, que la incertidumbre continuará hasta que se termine la renegociación del TLC y se tenga la certeza sobre si los profundos lazos económicos entre ambas naciones se fortalecerán o no en el futuro.

Hay quienes opinan que en esta relación México está en desventaja porque su economía, su desarrollo, su ingreso y el bienestar de la población dependen de Estados Unidos.

Sin embargo, las cifras no dicen eso, sino que indican que hay codependencia: México, en efecto, depende en mucho de Estados Unidos, pero este país también depende mucho de la forma como se relacione con México en lo económico, lo comercial y lo laboral.

Por ejemplo, 83 millones de personas viven en estados fronterizos de ambas naciones y forman en realidad un tercer país.

Seis millones de empleos en Estados Unidos dependen de las exportaciones hacia México.

Once por ciento de la población de Estados Unidos es mexicana.

Todos los días cruzan la frontera mil millones de dólares, 300 mil vehículos y 70 mil camiones de carga.

Ochenta por ciento de las exportaciones mexicanas van hacia EU y 16% de las exportaciones norteamericanas vienen a México.

La industria automotriz de Estados Unidos, una de las más importantes para ellos, tiene la mayoría de sus inversiones y la parte más importante de su fabricación en México.

Por eso, del total de exportaciones mexicanas a EU son automóviles y por eso también el 40% de los componentes de las exportaciones mexicanas se fabrican en Estados Unidos.

Las cifras por si mismas son espectaculares y explican con claridad porque hay tanta sensibilidad a cualquier expresión que los políticos de ambas naciones tienen hacia esas relaciones comerciales y económicas.

Por eso también, la renegociación del Tratado de Libre Comercio es un tema tan complicado y riesgoso.

En ambas naciones hay grupos que no se sienten beneficiados por el TLC o que esperan, si el Tratado se abre, obtener ventajas que hoy no tienen.

Cuando se negoció el TLC la expresión de muchos grupos era “que se abran los demás porque yo soy sector estratégico”.

Esa expresión resucitará hoy en sectores de ambos países que piensan obtener ventajas que no han tenido en las últimas dos décadas.

Por eso es tan riesgoso abrir el TLC y por eso la incertidumbre seguirá acompañando a la economía mexicana en los próximos meses, mientras no se acepte en ambos lados de la frontera que el TLC mejorará con la renegociación.

Hasta el próximo lunes y mientras síganos en nuestra página de FB, Perspectivas de Luis Enrique Mercado.

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