Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

6 Jul, 2017

Congestión portuaria

El puerto de Veracruz, que dirige Juan Ignacio Fernández, está en el punto máximo de su capacidad, un panorama que le ha permitido volver a crecer en 2017 a un ritmo de hasta 2.5 dígitos en toneladas de carga en contenedores, como no ocurría hace al menos una década.

No obstante la bonanza, muelles y patios comienzan a mostrar atascos de carga que han llevado a una gran cantidad de buques –entre 12 y 20–, a fondearse (estacionarse) a la espera de un muelle, los fines de semana.

Mientras el nuevo puerto se desarrolla en Bahía de Vergara, con una expectativa de conclusión de 18 a 24 meses para el inicio de las operaciones de las nuevas terminales, los signos de congestión preocupan y son evidentes en las cifras de la propia Administración Portuaria Integral de Veracruz (APIVER).

Entre enero y mayo, se manejó un total de 4 millones 504 mil 913 toneladas en carga contenerizada, incluidos los  movimientos de transbordo de contenedores hacia puertos regionales.

Lo anterior representa un crecimiento de 24.5% en estos primeros cinco meses del año, respecto del mismo periodo de 2016, cuando registró un total de tres millones 617 mil 737 toneladas de carga contenerizada. Dichos volúmenes, medidos en contenedores o cajas metálicas de 20 pies, en el mismo lapso enero-mayo, sumaron un total de 435 mil 890 TEUs, es decir un incremento de 15%, con relación al mismo periodo de 2016.

Los dos principales operadores beneficiados de estas cifras nunca antes vistas en Veracruz, son las terminales especializadas: la de contenedores ICAVE, que dirige Jorge Lecona (el mismo de Hutchison Ports, de Lázaro Cárdenas) y el maniobrista de carga general CICE, que encabeza Leoncio Pérez.

De hecho, en mayo hubo un reporte de la APIVER señalando que por el nivel de maniobras de descarga y carga de buques que escalan Veracruz, se descompusieron algunas grúas, “derivado principalmente del incremento sustancial en la demanda, dejando menos equipo disponible por buque” y, dada la expectativa de la ampliación portuaria, los concesionarios de las terminales tampoco están invirtiendo para modernizarlas y mejorar su capacidad.

El promedio de contenedores operados por ICAVE se situó en 78/hora-buque en operación (CHBO) y, aun cuando no alcanzo su máximo de 96 cajas, la demanda de desalojo de buques superó el potencial de su equipamiento y eficiencia, por lo que debió muchas embarcaciones a CICE.

En tráfico de importación transitaron por el puerto un total de 221 mil 691 TEUs (contenedor de 20 pies), 19.7% más en enero-mayo de 2016, mientras que las exportaciones sumaron 214 mil 199 TEUs, 10.6 por ciento.

Durante este periodo de 2017, Veracruz registró un movimiento en todos los tipos de carga de 11 millones 644 mil 551 toneladas (incluyendo petróleo y derivados), 21.0% más que en el mismo periodo de 2016 y se atendieron 887embarcaciones.

La advertencia es que los picos de demanda en Veracruz,  se espera que avancen de forma consistente hacia la temporada conocida como el peak season o la temporada alta agosto-noviembre, cuando las compras de los grandes almacenes en el Valle de México comiencen con los pedidos del fin de año.

Para entonces las navieras deberán contar con muelles reservados en Veracruz, por ello ahora muchas creen que la capacidad instalada no será suficiente, mientras la capacidad dinámica de desalojo, dependerá de la suma de eficiencias en la cadena de la carga, hecho del que debería estarse ocupando la Coordinación General de Puertos, a cargo de Guillermo Ruiz de Teresa, pues aunque hay puertos en el Golfo que tienen capacidad ociosa para carga contenerizada, como Tampico o Tuxpan, el primero por temas de inseguridad en el transporte de carga y el segundo por ausencia de conectividad ferroviaria, aún no están en el radar de las navieras como opción, con todo y que el último tiene una conexión directa con el Valle de México y el Bajío por carretera de alta especificación.

Esto es sin duda en tema de planeación portuaria que deberá atender la política pública en materia de logística, un tema que para los empresarios se ha convertido en un cuello de botella.

DE FONDOS A FONDO

#LaMadreDeTodaslasBatallas está por darse. Había calentado plumas y se aceleró con el desplegado que publicó la Canieti, que preside Mario de la Cruz, al argumentar a favor de que se mantenga la obligación del Agente Económico Preponderante en Telecomunicaciones, (América Móvil, Telmex, Telcel, Telnor) de no cobrar un peso por interconexión y terminación de llamadas en su red.

Debo confesar que la lectura de la respuesta que da América Móvil –que seguramente redactó Alejandro Cantú porque me resultó impecable– muestra lo que le he venido comentando. El argumento esgrimido es el mismo que expresaron (con palabras más o menos similares) los ministros que votaron en contra del argumento asentado en la ponencia del ministro Jorge Pardo Rebolledo en la Primera Sala de la SCJN (donde el asunto cayó a pesar de no ser de orden administrativa), y que echa por tierra el antecedente que confirmó la supremacía de la ley sobre la facultad del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), que preside Gabriel Contreras.

Se establece que la reforma en telecomunicaciones de 2013 plasmada en la Constitución definió el marco jurídico e institucional para que el órgano constitucional autónomo, el IFT, fuera el encargado de lograr el desarrollo eficiente del sector y regule de manera asimétrica a sus participantes, pero fue la decisión legislativa la que invadió esas facultades constitucionales dadas al órgano técnico al ordenar, en la ley secundaria, establecer en el artículo 131 inciso A, la llamada tarifa cero. La medida, en su momento, la consideré un “extremo” y considero que fue impuesta por razones políticas y no por racionalidad económica.

Es un tema complicado, complejo y sensible porque trasciende la medida asimétrica que obligó a Telmex, Telcel y Telnor a dar un servicio gratuito a sus competidores: interconexión de voz. Si como le comenté, la primera sala le da la razón al AEP y la segunda al Legislativo, es muy probable que por contradicción de tesis en el supremo tribunal, se discuta en el pleno y si prevaleciera el criterio de que la Constitución otorga supremacía al IFT sobre la ley, tendremos un fenómeno poco visto: la repotenciación de un órgano constitucional autónomo porque ahora será jurídicamente incuestionable… ¡Será el SupraIFT!.

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