Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

7 Jul, 2017

Colusión por insulina: ¡caso para Ripley!

Recordará el primer caso de colusión en licitaciones públicas de insulina que analizó la extinta Comisión Federal de Competencia  (CFC) 2006 y como resultado sancionó a distintas empresas farmacéuticas y personas por establecer, concretar y coordinar posturas en licitaciones públicas de medicamentos, en particular insulinas y sueros, realizadas por el IMSS entre 2003 y 2006.

Bueno, tras cuatro años de proceso judicial y en el ínter la transformación de la CFC a la Cofece, cuyo pleno preside Alejandra Palacios, logró que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sostuviera la resolución y multa impuesta a esas empresas en 2006, por un total de 151 millones 679 mil 345 pesos.

Habiendo sido éste un caso histórico que marca un antes y un después en la economía de los compadres en México, el colmo de colmos fue que el juzgado federal especializado en materia de competencia, ante quien el Instituto Mexicano del Seguro Social, que dirige Mikel Arriola, presentó la demanda de reparación de daños, ¡rechazó la admisión del amparo!

¿Y sabe por qué?, ¡porque un sello estaba mal impreso, estaba chueco! ¿Sabe usted si la juzgadora se enteró?, tal vez sí, tal vez no, pero el hecho confirma algo grave: a muchos funcionarios públicos se les acusa de daño patrimonial al Estado, pero cuando las dependencias del Estado acuden para que se repare el  daño patrimonial causado por empresas reclamando daños y perjuicios, o no les admiten la demanda porque el sello estaba chueco, o simplemente les ponen todas las trabas pegadas al sorteo del turno para admitirlo.

Creo que el Consejo de la Judicatura, que preside el ministro presidente de la Suprema Corte, Luis María Aguilar, podría echar una revisadita a la práctica, aunque finalmente, un juzgado administrativo ya admitió a trámite el expediente de reparación de daños por 622.7 millones de pesos, equivalente a la suma total de sobreprecios de 57.6% por la adquisición de insulina humana (579.2 millones de pesos), así como de casi 3% en soluciones intravenosas (43.5 millones de pesos) de 2003 a 2005.

Quiénes son las empresas que deberían reparar el daño y hacerlo a precios corrientes: Eli Lilly, Cryopharma, Probiomed y Pisa, que fueron responsables de un acuerdo ilícito para coordinar posturas en las licitaciones públicas del IMSS respecto a la insulina en diversas presentaciones; y a Pisa, Fresenius y Baxter por la misma conducta, pero respecto a sueros.

Si el 8 de abril de 2015, la Segunda Sala de la SCJN resolvió, en definitiva, que estas empresas cometieron prácticas monopólicas absolutas, me pregunto, ¿cuál será la motivación de un juzgado que rechaza admitir un juicio de reparación de daños por tener un sello no completo, o la razón por la que el IMSS tenga de nueva cuenta que probar el juicio que tuvo un daño patrimonial como el que quedó demostrado en el larguísimo expediente que transitó todas las instancias.

¿Pasarán dos años más para que este proceso que no es de justicia cotidiana sea sancionable?

DE FONDOS A FONDO

#GasNatural… Pemex, que dirige José Antonio González, está de nuevo en el centro del huracán con los industriales del país porque aun cuando se ha subastado capacidad en los ductos de internación de gas como el de Los Ramones y, se ha autorizado el derecho de comercialización a más de 70 empresas, incluyendo mayoristas, la CFE utiliza su capacidad para proveer a sus plantas eléctricas y la industria sigue dependiendo absolutamente de la venta de primera mano de Pemex.

Por ello la Concamin, de Manuel Herrera, está demandando una tercera subasta de capacidad, pues los resultados de la última están teniendo un efecto adverso en los precios del energético y las empresas no advierten confianza en el suministro a precios adecuados, con todo y la liberalización del precio que determinó la CRE, ¡jaloneo puro!

#EnViernesYo recuerdo que estamos a unos días  para que se cumpla un año de que entró en vigor, a instancias de la Cofepris, de Julio Sánchez y Tepoz, el “Etiquetado Frontal Nutrimental” en más de 32 mil productos a nivel nacional.

La medida ha sido progresivamente reconocida por los consumidores para identificar el contenido nutrimental de cada producto y es el objetivo, tomar decisiones informadas en la compra de los mismos, pero recordemos que hay un proceso judicial subyúdice que interpuso la organización El Poder del Consumidor, de Alejandro Calvillo, sobre si el etiquetado como rige bajo la NOM 051 de la Cofepris del 2010 aclara bien al consumidor el contenido calórico y nutrimental o lo confunde.

Desde su trinchera el Movimiento por una Vida Saludable (MOVISA), a cargo de Andrés Garza, ha seguido impulsando a través de la campaña Checa y Elige la asimilación de este etiquetado entre la población para que desde sus hogares los consumidores puedan planificar una dieta y estilo de vida balanceado.

Y contrario a lo que dice El Poder del Consumidor, argumenta que dicho etiquetado está basado en las mejores prácticas internacionales plasmadas en la NOM 051, que señala las especificaciones generales para el etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasadas.

Tengo entendido que la Cofepris sometió la NOM de Etiquetado Frontal Nutrimental a revisión de la OMS para corroborar que se trata de normatividad estricta y apegada a estándares internacionales en materia de salud, e informa sobre el porcentaje de calorías a ingerir para que no sobrepasemos la recomendación de la OMS de dos mil calorías. En México, según la Secretaría de Salud, el promedio es superior a tres mil 200 calorías diarias de ingesta.

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube