Peligro para México

Lo menos que debería hacer Gerardo Ruiz Esparza es presentar su renuncia ante el Presidente de la República como secretario de Comunicaciones y Transportes. Su paso por esa dependencia ha pasado de ser desastroso a criminal.

Este hombre, quien también fue responsable del Circuito Exterior Mexiquense cubierto de una densa capa de dudas sobre actos de corrupción, se ha distinguido por una muy profunda incapacidad que, sin duda, hace sospechar sobre intereses económicos indebidos por parte de este funcionario y quienes lo rodean.

A Ruiz Esparza le encantan los actos públicos al estilo del PRI de la década de los ochenta. Comitivas gigantes para aplaudir a Enrique Peña Nieto y hacer creer que es un funcionario muy dedicado, al que le gusta autodefinirse como perfeccionista y obsesionado por los detalles.

Evidentemente la separación entre los hechos y la manera en que promueve su trabajo muestra sus carencias. No debe olvidarse que este hombre decidió que se entregaran 8.8 millones de televisiones como parte de la transición de la Televisión Digital Terrestre porque, según él, iba a servir para cerrar la brecha digital con el acceso a internet, lo que sigue siendo poco más o menos un discurso.

Adicionalmente hay una buena cantidad de denuncias por la desaparición de por lo menos unas 400 mil televisiones como lo reportó en su momento la Auditoría Superior de la Federación. El monto de esta pérdida se encontraba ligeramente por debajo de los mil millones de pesos.

CRIMINAL

Las muertes de Juan Mena López y Juan Mena Romero no deberían ser en vano. Estos hombres perdieron la vida por una mezcla entre los cálculos políticos de cumplirle al señor Presidente, la ineficiencia y, como deberá probarse ante tribunales, la corrupción entre funcionarios federales y los responsables de la construcción del paso exprés Tlahuica.

Resulta inverosímil el primer intento de explicación según el cual se registró una acumulación de basura y más de ocho metros de agua. ¿De dónde salió ese peritaje exprés? ¿Se puede juntar tanta basura entre el 5 de abril y ayer en la madrugada?

Más aún, el gobierno de Morelos hizo una serie de advertencias sobre los drenajes, incluso antes de que se inaugurara este supuesto paso exprés (que en la cinta asfáltica muestra que es una obra muy mal hecha, no sólo en cuanto a los carriles que difícilmente cumplen con los requisitos de una vía rápida, sino con vados que ya han causado accidentes) o las denuncias de hace más de 20 días de los vecinos quienes ya reportaban hundimientos en los costados de la carretera.

Todo eso no le interesó a Ruiz Esparza porque ya había cumplido con el señor Presidente y la propia tragedia no le interesó. Publicó cosas francamente ofensivas en su cuenta de Twitter.

“Del socavón ocurrido en el Paso Express de Cuernavaca se determinaran (sic) responsabilidades… Se rescato (sic) el vehículo Jetta del socavón en el Paso Express de Cuernavaca. Lamentablemente los dos ocupantes fallecieron… Los nombres son (sic) Juan Mena López y Juan mena (sic) Romero serán indemnizados… El Colegio de Ingenieros realizará un peritaje de lo ocurrido y determinará responsabilidades, en su caso”.

Ahora resulta que el Colegio de Ingenieros es el Poder Judicial de la Federación, pero ya el titular de la SCT dio una explicación que, evidentemente, busca exonerarlo. No dar un pésame, pero sí hablar de indemnizaciones es, por decir lo menos, una grave falta de respeto para los familiares de las víctimas.

Ruiz Esparza y los funcionarios de la SCT encargados de esta obra deberán explicar por qué el costo original era de mil 50 millones de pesos y terminó costando dos mil 200 millones de pesos, además de que se entregó casi con un año de atraso y, como es evidente, mal hecha.

NAICM

Las pruebas de la ineficiencia de Ruiz Esparza y su equipo son más que evidentes, pero ellos están al frente de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, además de que la empresa que construyó el Paso Express de Cuernavaca realiza trabajos de cimentación de la torre de control de esta terminal aérea.

Si el estándar es el mismo que ha tenido la dependencia, se corre un riesgo cierto de que en una de ésas un avión se caiga en un socavón con más de 100 pasajeros, por la acumulación de basura, lluvias atípicas y cualquier otra bobera que se le pudiera ocurrir a quien mal encabeza la SCT.

El martes los encargados de la construcción del NAICM por parte de la SCT invitaban a sus contratistas a que verifiquen que sus contratistas no utilicen transportes que compren gasolina robada. Así son de manga ancha para la corrupción.