Maricarmen Cortés

Desde el piso de remates

Maricarmen Cortés

18 Jul, 2017

NAFTA, Trump quiere reducir déficit comercial

El representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, envió finalmente al Senado la carta con los objetivos de la administración Trump para la renegociación del NAFTA.

Desde luego, la buena noticia es que la renegociación entre los tres países iniciará el 16 de agosto, como esperaba el gobierno mexicano, un mes después del envío de los objetivos al Senado.

Otra buena noticia es que en temas clave como medidas sanitarias y fitosanitarias; alimentos y productos agropecuarios; reglas de origen; procedimientos aduanales y propiedad intelectual, Estados Unidos se compromete a seguir las reglas de la Organización Mundial de Comercio, que, desde luego, tanto México como Canadá cumplimos, por lo que no debería ser problemático llegar a acuerdos para la modernización o renegociación del TLCAN y se elimina la amenaza de que Trump pudiera salirse de la OMC, que sería una medida catastrófica no sólo para Estados Unidos sino para el comercio mundial.

El problema es que en todos los objetivos Lighthizer antepone el interés de Estados Unidos y que la renegociación del TLCAN beneficie principalmente a las empresas, productores y trabajadores estadunidenses.

Otra mala noticia es que sí se incluye, como se había divulgado ya hace un par de meses en un anteproyecto, que nunca negó ni ratificó la Casa Blanca la exigencia de eliminar el capítulo 19 del TLCAN sobre revisión y solución de controversias.

México y al parecer también Canadá están, en principio, en contra de que desaparezca este capítulo por el riesgo de perder fuerza ante Estados Unidos en materia de controversias.

Otro problema es que Lighthizer enfatiza que el objetivo principal de Estados Unidos en la renegociación es reducir el déficit comercial y buscar una balanza más equilibrada y en su introducción señala que si bien hay empresas y productores agrícolas que se han beneficiado del TLCAN, han cerrado “miles de fábricas” y millones de trabajadores se han quedado sin empleo o sin posibilidad de utilizar sus habilidades.

Desde luego, no se presenta ningún ejemplo que pruebe las pérdidas de millones de empleos por culpa del TLCAN, y lamentablemente el gobierno de Trump no reconoce que el problema principal es la pérdida de productividad de Estados Unidos y el avance de la tecnología en la manufactura que ha desplazado mano de obra.

La renegociación del TLCAN ni terminará con el déficit ni implicará la creación masiva de empleos en Estados Unidos.

TEMA LABORAL, NO EN ACUERDO PARALELO

Desde luego, Lighthizer le da un mayor énfasis al tema laboral al solicitar que forme parte del texto central del TLCAN y no de un acuerdo paralelo. Pero lo bueno es que no hay aquí ninguna demanda exótica, como pretender que se suban los salarios por decreto en México, como sí lo solicitaron algunos congresistas republicanos durante las sesiones públicas convocadas por el USTR, y a lo cual se opuso en forma tajante el sector privado mexicano.

En materia laboral, pide que se mantengan prácticas y estándares de la Organización Internacional del Trabajo en salario mínimo, horarios, riesgo y salud. Y que se prohíba el comercio de productos en países donde los trabajadores están en condiciones forzadas, sean o no países del TLCAN.

Demanda también un comité de alto nivel para revisar los compromisos en materia laboral y reforzar mecanismos de cooperación y coordinación entre los tres países.

MEDIO AMBIENTE

También pide que se establezca un Comité en materia de temas ambientales y que se cumpla con acuerdos internacionales, como la Convención para la protección de especies de fauna y flora en peligro. Desde luego, ni siquiera se menciona el Acuerdo de París, del cual ya se salió Donald Trump.

COFECE, MEDIDAS FUERA DE IATA

La Cofece publicó en el Diario Oficial un extracto de su resolución contra el AICM por la asignación de slots, detallando las medidas que ya había anunciado el 9 de julio.

De entrada, hay una gran molestia en la SCT y, desde luego, en el AICM y en la aerolínea, porque las medidas de la Cofece, que son vinculantes u obligatorias, no toman en cuenta las prácticas de la IATA en temas como las subastas de slots y podría generar problemas severos de conectividad aérea

Se espera que sean impugnadas legalmente hasta la última instancia por el AICM y por Aeroméxico y Delta, que son las más afectadas.

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