Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

20 Jul, 2017

José Antonio Meade es el brujo mayor

A menos de un año de tomar posesión como secretario de Hacienda y Crédito Público, logró revertir el “negativo” que le pusieron las calificadoras al soberano, hazaña muy complicada porque no sólo tiene que ver con disminución de incertidumbre externa, sino con un esfuerzo efectivo y documentado de consolidación de las finanzas públicas.

Le quiero adelantar que, con sus tiempos y con sus metodologías, no le extrañe que a S&P, cuyo grupo soberano para México encabeza Sebastián Briozzo, le sigan pronto las calificadoras Moody’s y Fitch, toda vez que los elementos de presión sobre finanzas públicas se han mitigado.

La deuda total a PIB lejos de alcanzar el 60% hoy se espera que termine el año en 48%, producto de la consolidación presupuestal (los ingresos fiscales han subido, pero se ha  mantenido la contracción del gasto) y, aun cuando el disciplinador del mercado, el Banco de México, ha subido tasas para influir sobre precios y lidiar con la volatilidad que se apoderó del peso en los primeros meses del año, se podría esperar que el servicio de la deuda pública tenga una mejora, no por tasa, sino por tipo de cambio. Vea lo que le ocurre a las empresas mexicanas con operaciones externas y me dará la razón.

Prueba de la mejor percepción del mercado, fue la emisión del primer bono social de Nacional Financiera, que le adelanté el mes pasado, porque tuvo una demanda de 3.5 veces a una, para el papel a cinco años con tasa de TIIE 28 menos dos puntos base. Eso es estrechar el margen demandado por riesgo, con todo y que en medio está la transición presidencial.

¿Cuál es el siguiente desafío de Meade?... el político es lograr que en la reunión de comités del 5 y 6 de agosto se elimine la restricción de que un aspirante a la candidatura presidencial deba tener, al menos, 10 años de militancia probada en el PRI.

DE FONDOS A FONDO

#MercadoEléctrico… Le comenté la problemática de Mota-Engil dirigida por Joao Parreira, para obtener el financiamiento que permita el inicio de la construcción de la Planta Termoeléctrica Jorge Luque de 1,100 MW de capacidad de generación y la hidroeléctrica de Necaxa con otros 700 MW de capacidad, que en conjunto involucra una inversión estimada en dos mil 400 millones de euros.

Aunque el acuerdo entre el SME de Martín Esparza y el gobierno federal suscrito por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, en 2015, incluyó la posibilidad de reactivar dichos activos afectándolos a la empresa Fénix Energía que se constituyó con Mota-Engil, las cosas cambiaron, porque en el ínter, la CFE que dirige Jaime Hernández, se convirtió en Empresa del Estado y tiene que cumplir con lo establecido en la versión 2016 de la contabilidad bajo estándar del 2016.

Esto implica que no puede tomar más de una tercera parte de un proyecto, y tampoco puede garantizar la compra de un insumo porque implica que si firma un PPA se convierte inmediatamente en un pasivo muy oneroso para su balance.

De ahí que la mejor alternativa que tienen es explorar lo que ofrece la Reforma Energética instrumentada a cabalidad por el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, considerando que los inversionistas privados pueden participar como generadores de energía eléctrica, pueden ser dueños y operadores de sus propias plantas y, pueden venderla electricidad en el mercado mayorista.

En la actualidad, la propia Fénix Energía es una empresa generadora y oferente de electricidad al mercado, pero hay al menos 6, como Fisterra, Iberdrola, Enel, Acciona, Energía del Valle de México, IEnova, entre otras, que pueden vender la molécula directamente al mercado spot o bien, a los grandes clientes industriales y comerciales (Usuarios Calificados Participantes del Mercado) que ya existen en México.

Este mercado tiene el piso parejo para todos y las reglas son las mismas para los participantes y, para todos, el mandato es ser eficientes y rentables.

Es cierto que estas empresas han tenido que transitar de ser “apalancadas por CFE” a tomar los riesgos inherentes a cualquier mercado, porque saben que no pueden anclar sus ventas de energía eléctrica y el desarrollo de sus proyectos a largo plazo con la CFE como comprador único.

Sería regresar al esquema del viejo régimen monopólico, cuando la CFE era el único responsable de la compra y comercialización de energía, con el objetivo de suministrar electricidad en todo el país, sin importar el costo.

La demanda de energía eléctrica en el país crece a una tasa promedio del 3%, pero en el centro de la República es cercana al 7%, lo que disminuye el riesgo. Tal vez lo que deberían explorar ahora en Mota-Engil es cómo reducir el apalancamiento y aumentar el capital en los proyectos, algo más bursátil que crediticio. ¡Seguiré explorando alternativas!, tal vez el mercado de potencia podría ser la respuesta.

#UnidosSomosMéxico… Fíjese que Fibra Uno de Gonzalo Robina está impulsando una iniciativa con alcance nacional a la que ha denominado #UnidosSomosMéxico. Con ella, la fibra más líder a nivel nacional en el mercado de renta de corporativa busca apoyar el esfuerzo que otras organizaciones privadas buscan para recuperar y consolidar la imagen de México.

La campaña parte de la premisa de ser una orgullosa empresa mexicana que desde 2010 invierte todos sus recursos en nuestro país, y hoy tiene el compromiso de transmitir este mensaje a toda la población.

#UnidosSomosMéxico busca hacer un llamado a la acción, para invitar a los más de 50 millones de invitados que visitan los 33 centros comerciales que operan a nivel nacional a sumarse, para unirnos y celebrar con orgullo la grandeza de nuestro país, la calidad de sus personas, la riqueza de su cultura e historia, y el potencial de México, lo cual hace de México un excelente lugar para invertir.

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