David Páramo

Análisis superior

David Páramo

24 Jul, 2017

Mezquindad extrema

El Inegi informó el viernes que sólo 3.3% de la Población Económicamente Activa no tiene trabajo, el mejor dato en 11 años, y que la informalidad sigue disminuyendo.

Hace unos días, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que durante esta administración se han creado 2.8 millones de empleos dentro de la economía formal, el dato más grande desde que se tienen estadísticas para una administración.

Queda claro que se está dando no sólo un fuerte aumento de la ocupación, sino que además, el crecimiento de la economía formal aumenta a la tasa más elevada en 30 años. Sin duda, gran parte de la antifragilidad de la economía mexicana reflejada por un sólido crecimiento del mercado interno se explica por el aumento en el empleo.

Sin embargo, la legión de imbéciles en las redes sociales y una serie de opinadores, esos que se asumen como los representantes de lo políticamente correcto o del pueblo bueno, están escandalizados por las cifras.

Menudean los que hacen un falso silogismo: No se tiene porqué festejar la creación de empleos, porque los salarios son muy bajos. El promedio salarial de los afiliados al IMSS es de cuatro salarios mínimos, es decir, unos nueve mil 600 pesos. A pesar de la burbuja inflacionaria, se ha mantenido el poder adquisitivo del salario, que ha tenido una moderada recuperación durante los últimos años.

Un empleo dentro de la economía formal tiene todo el paquete de prestaciones sociales: IMSS con atención médica y pago de incapacidades, fondo de pensiones, acceso a créditos de vivienda en condiciones muy favorables y hasta crédito al consumo a través de Infonacot. Beneficios que deben ser monetizados. Entre mayor sea la informalidad laboral, es más alta la pobreza, como lo demuestran estados como Oaxaca, Guerrero y Chiapas.

El chairismo radical trata de descalificar estos indudables avances económicos, asegurando que no se tiene nada que festejar, porque los salarios son muy bajos, y se ofenden ante la pregunta, ¿los trabajadores mexicanos valen mucho más de lo que se les paga? Se pierden en vericuetos de justicia social y algunas otras cosas que suenan tan políticamente correctas como infundadas.

México es el país menos productivo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), a pesar de eso, los niveles salariales se han recuperado más que en Grecia, Turquía o España.

También es en el que los trabajadores pasan más horas en su centro de trabajo. Creer que tener largas jornadas es positivo, se equivocan, puesto que eso sólo muestra la capacidad de perder el tiempo.

Tratan de defender a los pobres trabajadores diciendo que los patrones los explotan y que tienen que tomar esos trabajos por hambre, eso suena tan bolivariano. Ultimamente está de moda decir que México tiene el salario mínimo entre los más bajos de América Latina, sin entender que no importa cuánto se gane, sino lo que se puede comprar con él.

Si tiene una duda, vea a los venezolanos. Han recibido este año tres aumentos al salario mínimo, de 50%, 60% y 50% que no les sirven absolutamente para nada, puesto que la inflación se los come.

CAMBIO NEGATIVO

Dentro del IMSS se da prácticamente como un hecho que Jesús Arriaga Dávila dejará la dirección de prestaciones médicas para integrase al equipo de José Antonio González Anaya dentro del IMSS.

También se da como un hecho que Ricardo Cavazos, quien es el director de vinculación institucional, está realizando una muy fuerte promoción de Juan Carlos de la Fuente Zuno. Este hombre tiene una historia bastante negativa, puesto que fue despedido del Hospital de Lomas Verdes, luego de que se detectara una larga lista de actividades indebidas por los órganos de control y supervisión del instituto.

Entre los funcionarios del IMSS, hay quienes creen que Mikel Arriola no conoce el historial de la Fuente, donde colaboró abiertamente en actos de encubrimiento a favor de la empresa Orthofix, compañía que, por cierto, está acusada de corrupción en la corte federal del distrito de Texas, en Estados Unidos.

PRÁCTICA INTERNACIONAL

En esta columna le he informado sobre los escándalos de corrupción de Baxter que, entre otras cosas, llevaron a que el IMSS suspendiera el proceso de licitación de diálisis en Puebla ante evidencias del Órgano Interno de Control, en el sentido de que se presentaron acciones indebidas tanto de la empresa como de los funcionarios del instituto.

Bueno, pues hoy también hay evidencias de que eso también ocurre a escala internacional. La Fiscalía Nacional Económica de Chile acusó a Baxter, encabezada por Jaime Alberto Upegui, de coludirse con otro laboratorio para arreglar quién se quedaría con una licitación de suero fisiológico. Sí, la misma práctica que intenta, algunas veces con éxito, en México.

Esta investigación se une a la que se realiza en Estados Unidos por prácticas indebidas, en las cuales, incluso, habría llegado al extremo de retener material médico para hacer prevalecer sus intereses económicos.

 

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