Luis Enrique Mercado

Perspectivas

Luis Enrique Mercado

24 Jul, 2017

Los peligros de la renegociación

 

Hoy se respira un clima de pesimismo similar al de las negociaciones que se iniciaron en febrero de 1991 para crear el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Una buena parte de la opinión pública piensa que el EU de Trump nos va a atropellar.

Cuando se creó el TLC, los pronósticos pesimistas no se cumplieron. Ni en el corto plazo, porque México ganó en las negociaciones; ni en el largo, porque el TLC ha resultado uno de los mejores pasos que ha dado México en su historia moderna.

 Y ahora, en la renegociación del Tratado, lo más probable es que los beneficios se amplíen y que, otra vez, los resultados para México sean positivos.

El 19 de julio Estados Unidos emitió un documento en el que establece 22 objetivos en la renegociación del Tratado y establece que la primera ronda de negociaciones se efectuará entre el 16 y el 20 de agosto de este año.

De los objetivos estadunidenses en la renegociación, si acaso hay tres claramente preocupantes.

Primero, el que establece que Estados Unidos buscará, en esta renegociación, reducir su déficit comercial con México.

Este propósito nació en la campaña electoral de Trump y suena muy bonito para el público en general. El problema es que reducir el déficit comercial “por decreto” traería, entre otros efectos nocivos para Estados Unidos, un aumento en la inflación, ya que, si reduce las importaciones de bienes de otros países, necesariamente los precios de los productos de EU subirían ante la escasez provocada por la reducción artificial de las importaciones.

Segundo, la intención de eliminar el artículo 19 del TLC referido a la solución de controversias.

Este artículo fue uno de los grandes logros del TLC, al sacar de los tribunales las controversias comerciales que tengan los socios del Tratado y llevarlo a páneles donde hay igualdad de condiciones para los participantes.

Su eliminación sería un golpe para México porque dejaría la solución de controversias o en los tribunales de Estados Unidos o en el seno de la Organización Mundial de Comercio, donde Estados Unidos tiene mucho mayor peso que México.

Tercero, EU quiere que México ajuste sus prácticas laborales, salarios, por ejemplo, para no tener tanta ventaja en ese sentido.

Esto supondría que Estados Unidos quiere que los salarios en México y las condiciones laborales sean más competitivos que los de EU. Y aunque sin duda es deseable que los salarios en México mejoren, ese camino no se acorta por decreto. Elevar los salarios abruptamente conduciría a una inflación descontrolada, como ya sucedió cuando José López Portillo decidió aumentar los salarios 10, 20 y 30%, luego de la devaluación del peso de febrero de 1982

Sin embargo, esos tres objetivos preocupantes que tiene EU en la renegociación del Tratado de Libre Comercio no son más graves que el horizonte que se veía aquel febrero de 1991, cuando se iniciaron las negociaciones de las que resultaría el TLC.

El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, dibujó un panorama real de lo que pasará en las conversaciones: habrá momentos oscuros y muy preocupantes y habrá ocasiones en que todo se vea color de rosa. Será, como dijo, una “montaña rusa”.

Hasta el lunes con nuevas… Perspectivas y, mientras, no deje de seguirme en mi página de FB, Perspectivas de Luis Enrique Mercado.

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