David Páramo

Análisis superior

David Páramo

25 Jul, 2017

Cursilerías vs. resultados

 

Hay una relación inversamente proporcional entre la cursilería del funcionario público y sus malos resultados. Quizás aplica perfectamente la frase deportiva de que los perdedores hablan mucho sobre cómo hacen las cosas y los ganadores únicamente las hacen.

Si usted escucha a los funcionarios cercanos a Gerardo Ruiz Esparza, seguramente escuchará cosas como que su jefe es workahólico, que tiene una obsesión porque todo esté perfecto. Bueno, también puede ver su video en el que presume la excelencia del Paso Exprés de Cuernavaca, que le costó la vida a dos miembros de la familia Mena.

El secretario de Comunicaciones y Transportes es un experto en decir lo bien que hace las cosas: lo debió haber escuchado cuando defendió dar televisiones en lugar de convertidores o bonos en la transición a la Televisión Digital Terrestre y el silencio que guarda cuando esas televisiones todavía no tienen acceso a internet, como prometía.

Algo similar sucede con Alejandra Palacios, quien mal preside la Cofece. Le gusta bordear el tema del género como si eso fuera relevante o destacar francas cursilerías como decir que tiene una foto de niños tarahumaras que le recuerdan para quién trabaja. Seguramente son rarámuris o no sabe para quién trabaja. Tarahumara es la sierra, no la etnia.

Según sus propias palabras, en una entrevista con Excélsior, quiere que el organismo para el que, desgraciadamente, fue reelecta por cuatro años más, sea una entidad fuerte en defensa de los consumidores: hasta el momento, ninguna de las determinaciones que ha tomado ha beneficiado directamente a los consumidores.

Le gusta presumir que la determinación que tomó la Cofece sobre el mercado de afores (en la que reitera que es una multa histórica y bla, bla, bla…) estuvo bien tomada porque una de las cuatro instituciones aceptó pagar la multa antes de un mes.

Para ella, la mejor justificación de que la sanción está bien tomada es que Principal pagó la multa. Bajo ese mismo principio y siguiendo su ilógica, entonces en el caso de Afore XXI-Banorte está mal tomada, porque esta intermediaria apeló la sanción.

Por lo demás, la bondad o maldad de una determinación de autoridad no se rige por el grado de aceptación de los sancionados. De hecho, eso únicamente es establecido con base en elementos jurídicos hasta el final de los procesos.

Otra manera de medirlo es el impacto que tiene para beneficiar a los consumidores, no únicamente a los niños rarámuris. La multa histórica y bla, bla, bla no benefició un ápice la situación de los trabajadores afiliados al Sistema de Ahorro para el Retiro, puesto que se trata de una práctica que desde 2015 fue normalizada por la Comisión Nacional del SAR, que emitió un par de circulares en las cuales dificulta los traspasos, protegiendo a las afores de mayor tamaño e impidiendo a los trabajadores tomar las decisiones que mejor les parezcan.

Antes, la subsecretaria de Hacienda, Vanessa Rubio, y el propio presidente de la Consar, Carlos Ramírez, han manifestado argumentos en favor de la determinación de hacer muy difícil el traspaso de trabajadores, porque le consideran un mercado imperfecto en el que falta mucha educación financiera y en el que, a pesar de las normas, las afores más eficientes como la de Azteca, han logrado crecer su participación de mercado.

SLOTS

El tema de los slots en los aeropuertos saturados nuevamente muestra la incapacidad de la Cofece para tomar medidas en favor de los consumidores. Como he documentado en este espacio, no sólo se trata de una regulación sobre el pasado y no considera los cambios que han ocurrido en el sector después de 2014, sino que su determinación va en contra de las mejores prácticas internacionales, como lo ha establecido con toda claridad la IATA.

Esa organización que, evidentemente, tiene más experiencia y capacidad en el sector aeronáutico, considera que, de aceptarse las recomendaciones como fueron enviadas, se favorecerá a las aerolíneas con más dinero, lo que disminuirá la competencia en detrimento de los mejores intereses de los consumidores, puesto que tenderían a subir los precios de los vuelos.

Desde la semana pasada se sabe que el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México presentará una solicitud de amparo y protección de la justicia en contra de, por lo menos, dos de las 13 recomendaciones que hizo la Cofece, puesto que las considera equivocadas.

PRESTIGIO

El prestigio no se gana hablando de uno mismo o cayendo en cursis lugares comunes, sino con la fuerza de cada una de las determinaciones. Hasta el momento, ninguna de las decisiones tomadas por la Cofece han beneficiado de una manera tangible a los consumidores.

No es casual que en el cuarto aniversario de la promulgación de la ley federal de Telecomunicaciones y Competencia Económica el presidente Enrique Peña Nieto haya hablado de los grandes éxitos en telecomunicaciones y radiodifusión a través del IFT, pero no haya dedicado una sola palabra ni a la competencia económica en general y menos a la Cofece.

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube