¿Se irían de vacaciones nuestros problemas?

Para todo fin práctico, México parece estar paralizado; el ambiente vacacional se deja sentir en todas partes. Incluso quienes no salimos de esta ciudad, no podemos sustraernos a los influjos de la holganza.

Sin embargo, ante lo que pasa —de lo cual los medios dan cuenta—, es obligado preguntarse, si los problemas no se han enterado que estamos de vacaciones; en la holganza plena porque, como todos bien sabemos, México es un país cuyos niveles de productividad son la envidia del resto del planeta y aunque esté de más repetirlo, no debemos callarlo: México es un país rico en el cual, aun cuando los mexicanos merezcamos más, con estas semanas de holganza nos conformaremos, por el momento.

Estos días, como ya es costumbre año con año, los grandes comunicadores están recuperando fuerzas porque, como afirma el Teacher en relación con las vacaciones: No sé si son merecidas, pero sí necesarias. Por eso deberíamos hacernos aquella pregunta porque, ¿imagina usted el vacío informativo que registraría el país, con los portentos de la comunicación gozando de su necesario asueto pues no sabemos si es merecido, en caso de no haberse ido a vacacionar?

Mas como siempre sucede, el prietito en el arroz de estas semanas de holganza, es la realidad; esa señora terca, que no se resiste a dejar de recordarnos, que tenemos muchos problemas estructurales no resueltos desde hace decenios, se ha atrevido a hacerse presente estos días en el territorio modélico en lo que se refiere a seguridad y tranquilidad cotidiana: La CDMX.

Como usted sabe, no porque lo repita la autoridad como si fuere cansina cantaleta sino porque la disfruta todos los días, en la CDMX no opera cártel alguno. Aquí, seguramente es la contaminación el factor que los aleja, no hay presencia de cualquiera de esas organizaciones.

Por eso ha llamado la atención que, habiendo sólo ausencia de dichas organizaciones criminales en la CDMX, las Fuerzas Armadas y la Policía Federal hayan llevado a cabo un operativo en contra de delincuentes de los cuales, ocho fueron abatidos. Éstos, más los detenidos y entregados a la autoridad correspondiente, sin duda debieron haber sido traídos ex profeso, para dañar la imagen de seguridad y paz que aquí se vive y disfruta.

Por otra parte, ¿si a pesar de que son vacaciones, los problemas no se han enterado, y no las tomaron? ¿Qué tal si siguen aquí entre nosotros? ¿Qué diríamos si mañana o pasado, se manifestaren abiertamente? ¿Qué haríamos? ¿A quién culparíamos? ¿A las Fuerzas Armadas por atreverse a realizar operativos como el que vimos, a pesar de que el jefe de Gobierno ha dicho, una y otra vez, que delincuencia de esa índole no ha sentado sus reales en la CDMX?

Y a todo esto, ¿qué piensa usted? ¿Le parece cierto lo que afirma la autoridad de la CDMX, que esos grupos aquí no operan? De no haber sido delincuentes asentados aquí, y no haberlos traído las Fuerzas Armadas de otra entidad para dañar la imagen de la CDMX, ¿qué fue lo que pasó? ¿Quién podría explicar su presencia, decirnos a qué se dedican y quién los esconde y protege, para que no los hubiesen detectado antes?

Sin duda, algo raro sucede en la CDMX. ¿Porque, cómo es posible que una delincuencia que se dice que aquí no opera, de repente resulte que sí pero no, y lo hiciere con una capacidad de fuego que a todos sorprendió?

¿Sería posible que la negación de su presencia obedezca, a razones de otra índole? Por ejemplo, ¿política? ¿Acaso hay autoridades en la CDMX y en otras entidades del país quienes, con el objetivo de no dañar una imagen construida durante años —a muy alto costo, pagado éste con recursos del erario—, niegan lo evidente?

¿Qué pensaría usted al respecto? ¿Operan en la CDMX grupos que, desde hace años, tanto en Jalisco, Sinaloa y Tamaulipas como en Chihuahua, Guerrero y Michoacán, son ya parte del paisaje?