Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

4 Ago, 2017

Proeza financiera, la eliminación del negativo

La eliminación de la perspectiva negativa de la calificación soberana de México por parte de la calificadora Fitch no es un acto de fe ni se dio por inercia. Es producto de la revisión efectiva de las condiciones de la deuda pública, la reversión de su trayectoria y la decisión tomada por el presidente Peña de actuar con responsabilidad fiscal para corregir el peligroso deterioro de Pemex y de las finanzas públicas nacionales bajo el programa que ha ejecutado, de manera impecable, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que encabeza José Antonio Meade, en la parte fiscal, y el Banco de México, que gobierna Agustín Carstens, en la parte monetaria.

Bajar de 56% del PIB a 48% el saldo de la deuda pública en este 2017 es una hazaña fiscal que no tiene comparación en la historia reciente del país, salvo cuando se produjo la crisis financiera de 1994-95, por lo que tiene doble mérito.

Y aunque yo le he repetido aquí que Meade es el brujo mayor, también hay que reconocerle el trabajo de cirugía fina que ha realizado el aprendiz de brujo mayor, José Antonio Meade, pues si recordamos, justo en noviembre de 2015, Nymia Almeida, de Fitch, fue la analista que puso el dedo en la sangrante yaga que prendió todas las alertas sobre la situación financiera de Pemex, por insostenible, y en la trayectoria del endeudamiento que traían las finanzas públicas, no por su proporción en relación con el PIB, sino por el acelerado ritmo que presentaba el crecimiento de la deuda.

Y, por cierto, la previsión y el blindaje financiero avanzan. Se le conoce como Bono Catastrófico, pero, en realidad, para un país como el nuestro es el sistema de cobertura financiera que permite reducir el impacto presupuestal que pueden tener fenómenos naturales con carácter catastróficos, sobre los cuales no se tiene control.

Pues la novedad es que, como parte de la estrategia integral del gobierno federal de mantener un manejo prudencial de las finanzas públicas, la Secretaría de Hacienda, que encabeza José Antonio Meade, tiene listo el nuevo mecanismo de cobertura financiera que permitirá, en caso de un sismo o huracán de dimensiones catastróficas, potenciar los recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), para atender situaciones de emergencia y se reconstruya la infraestructura pública y vivienda en situación de pobreza dañada por algún fenómeno natural.

México es reconocido por ser precursor a nivel mundial al contratar este tipo de coberturas, llamadas bonos catastróficos. El primer Cat-Bond se suscribió allá por 2003, y en octubre de 2015, por ejemplo, tras el paso del huracán “Patricia”, esta cobertura se activó y se obtuvieron 50 millones de pesos que permitieron que el Fonden apoyara a la población afectada.

Con los efectos del cambio climático, escatimar la prevención financiera puede resultar muy peligroso, por lo que al ser un elemento clave del blindaje presupuestal —el otro es la cobertura petrolera y espere noticias sobre la firma de los contratos financieros hacia el 15 de agosto— resulta muy positivo que la Secretaría de Hacienda fortalezca la cobertura catastrófica.

En esta ocasión, la cobertura es de tres años, tomando en cuenta que el Sistema Meteorológico Nacional espera que por lo menos nueve huracanes con categoría superior a 3 afecten las costas nacionales del océano Atlántico y Pacífico, en los meses que están por venir. En cuanto a terremoto, el CAT-Bond es el mejor seguro.

DE FONDOS A FONDO

#NoQueNoPerdían… Teva Perdió la batalla legal en Estados Unidos por supuesto fraude.

Como se lo adelanté, en lo que ha sido uno de los casos más sonados en la industria farmacéutica mexicana, resulta que ha salido a la luz la verdad... Un juez de la Corte del estado de Nueva York, en Estados Unidos, desechó la demanda de Teva por supuesto fraude en contra de Rimsa.

De acuerdo con la resolución del juez Peter Sherwood, Rimsa, encabezada por los hermanos Leopoldo y Fernando Espinosa, la empresa actuó en apego a la ley y no cometieron fraude ni acción ilegal alguna durante el proceso de compra–venta. La Corte en Estados Unidos dejó sin materia el caso señalando que el sofisticado gigante farmacéutico israelí llevó a cabo un riguroso proceso de due diligence —en el que tuvo acceso al personal, las instalaciones y los productos de Rimsa— sin que identificara anomalía alguna ni inconsistencias en las formulaciones de los medicamentos que impidieran, en su momento, el cierre de la transacción.

Por su parte, en marzo de este año, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), comandada por Julio Sánchez y Tépoz, señaló que los estudios de farmacovigilancia realizados demostraron que todos los medicamentos de Rimsa eran seguros y eficaces para su uso. Durante las 16 visitas que realizó el regulador a la planta, desde 2009, la empresa cumplió con la normatividad vigente en materia de seguridad y salubridad y aplicaba estándares internacionales de calidad. Cofepris destacó que el reciente cierre de la planta de Guadalajara atendió a que TEVA no le entregó la información que estaba solicitando durante la auditoría.

Las acciones desesperadas de TEVA de rescindir la transacción debido a la carencia de entendimiento de la compañía y del mercado mexicano han generado cuestionamientos, no sólo en su consejo de administración, sino también en sus inversionistas. Las batallas legales en las que se ha visto involucrada la empresa israelí provocaron la salida del entonces director ejecutivo, Erez Vigodman, y continúan generando desconfianza en el mercado de valores.

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