No hay dinero ni conciencia ecológica... ¿por qué será?

CIUDAD DE MÉXICO.- En los últimos años de la carrera, la profesora de géneros periodísticos nos pidió hacer un reportaje, yo me decidí por una fuente ambiental, se comenzaba a tratar de implementar la Ley de Residuos Sólidos en la Ciudad de México, así que decidí hacerlo sobre ese tema.

Ello me llevó a adquirir el hábito de separar la basura y transmitirlo a mi familia, desde ese entonces lo hacíamos en orgánico e inorgánico.

Hoy las cosas han vuelto a cambiar y ahora hay que dividirla en cuatro, la verdad es que a nosotros no se nos ha hecho difícil, pues sólo la inorgánica ahora hay que dividirla en lo que se puede reciclar o reutilizar y lo que no, y la otra categoría son desechos grandes, así que no le veo el gran problema.

Pero como siempre una medida nueva nos hace refunfuñar, he escuchado desde que es el principio de la privatización de la basura, hasta que eso lo deberían hacer las autoridades, y me pregunto ¿y nuestra responsabilidad?

Según el Gobierno de la Ciudad de México, aquí se generan 13 toneladas de basura diariamente, la mitad proviene de los hogares, nosotros, tú y yo, generamos aproximadamente 1.5 kilogramos.

¿Por qué no hacer algo para disminuir nuestra huella ambiental, o por lo menos para que menos cantidad de basura tenga que ser enterrada, confinada o incinerada? ¿Qué tal si nos propusiéramos bajarle a las bolsas, es decir, pedir menos y llevar una grande de tela, que hoy son un poco más usadas.

Hace unos días vi un video donde una chica se propuso reducir su generación de basura, así que comenzó a comprar productos a granel, confeccionó unas bolsas de tela para no pedir bolsa de plástico, ni siquiera en los productos como frijol y arroz, por ejemplo.

Logró su cometido, reducir su generación de basura, ello demuestra que sólo es cuestión de ganas y creatividad.

Generar menos basura ayuda a que hagamos evidente un ahorro, en una ocasión un directivo me dijo que el ahorro no se da sólo cuando logras guardar un poco de dinero, también lo puedes hacer mucho antes de gastar.

Es decir, puedes cuidar la energía eléctrica, el gas, así pagarás menos, en este caso buscar reducir nuestra huella ecológica también generaría que el costo de recolección de la basura sea menor, aunque los escépticos de siempre digan que ese dinero se lo gasta el gobierno, pero ¿por eso no deberíamos hacer nuestra parte?

Si seguimos pensando en lo que el otro hace y por qué yo tengo que hacerlo si él no lo hace, no llegaremos más que a rodearnos de basura, a vivir en ella, porque no habrá dónde más enterrarla o confinarla.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), los costos ambientales por las actividades económicas en México representaron 5.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

Es decir, alrededor de 910 mil 906 millones de pesos, que son los gastos que tendría que hacer la sociedad para prevenir o remediar la disminución o pérdida de recursos naturales.

Ojalá también estés dispuesto a bajarle a tu generación de basura.