Edgar Amador

Edgar Amador

7 Ago, 2017

Las consecuencias económicas de la burbuja Neymar

 

A menos que viva en otro planeta, a estas alturas usted ya sabe que Neymar Jr. acaba de ser comprado al Barcelona por el PSG por cerca de 263 millones de dólares. La cifra es tan inusual que existen muchas métricas para compararla: por ejemplo, el sitio transfermarkt.com calculó que por ese precio se podrían comprar los equipos mexicanos: América, Tigres, Pumas, Cruz Azul más el Chicharito Hernández, y los siguientes tres jugadores mexicanos más caros en Europa, y sobraría algo de cambio. ¿Se ha vuelto loco el futbol? ¿Está pagando el PSG un precio tan alto por Neymar que acabará lamentándolo, causando su quiebra financiera? ¿Está el futbol entrando en una burbuja especulativa?

El PSG no está haciendo más que llevar a un nivel más alto la estrategia con la que Florentino Pérez convirtió al Real Madrid en el equipo más valioso del mundo: invirtiendo en jugadores con estatus de celebridad mediática para de esa manera no únicamente ganar torneos y copas, sino que aseguró el lleno permanente de estadios, disparó las ventas de camisetas y memorabilia del equipo y convirtió al palco del Real Madrid en el lugar corporativo más codiciado del planeta, usándolo para llevar a su empresa, ACS, a la cima mundial de las constructoras.

La estrategia de Florentino Pérez subvirtió la estrategia clásica de comprar barato y vender caro. Cuando Florentino abrió la cartera y ensambló el legendario equipo de Los Galácticos, gastó tanto que los analistas dijeron que las finanzas del Real Madrid acabarían hundidas por la desquiciada apuesta. Dos décadas después el Real Madrid tiene muchísimos más fans fuera de España que dentro, ha ganado más torneos y copas que casi cualquiera (salvo la espina en el costado del Barça), y en retrospectiva parece mostrar que la estrategia de Florentino Pérez, que parecía una locura, acabó siendo una ganga.

Si el PSG vio el futuro y sabe que le espera un destino similar al del Real Madrid, el pago por Neymar, que hoy parece disparatado, podrá, quizá parecer también una ganga dentro de cinco años, cuando venza el contrato firmado con el astro brasileño. Pero si el mercado del futbol deja de crecer al ritmo que lo ha hecho en las últimas tres décadas, quizá las finanzas del PSG queden dolidas, con el atenuante que el propietario del equipo, el riquísimo Qatar, difícilmente sufrirá un quebranto por el desaguisado.

Pero la transacción de Neymar tiene otras aristas, y como lo saben los jugadores de póker, el PSG podría estar enviando un mensaje a sus rivales del mercado del futbol: si quieren competir tendrán que abrir la chequera, pues el precio pagado por Neymar automáticamente ha subido el precio del resto de los jugadores del mercado. Al encarecer el mercado el PSG dejará fuera del mismo a equipos con menos dinero y limitará la competencia deportiva. Quizá, ningún equipo de la liga francesa tenga la capacidad financiera para conformar una delantera como la que tendrá el PSG la próxima temporada, por lo que la mera compra de Neymar, quizá le haya garantizado el campeonato nacional.

Encareciendo el mercado como lo ha hecho, elevando el precio de Neymar a la estratosfera, el PSG también está amedrentando a sus rivales en el segundo mayor mercado de futbol del planeta: la Champions, en donde fueron eliminados, precisamente, por Neymar este año, de manera vergonzosa. El PSG está buscando derrotar a la mayoría de sus rivales, incluso, antes de entrar a la cancha, conjuntando un equipo difícil de batir, pues sólo los rivales con el apoyo financiero que él tiene le podrán competir.

Esta estrategia es muy conocida en la teoría de organización industrial (desarrollada, especialmente, por el francés Jean Tirole), y se le conoce como Fat Cat, y es usada por las empresas para amedrentar a sus competidores creciendo en tamaño a pesar de perder rentabilidad, pues su objetivo, al igual que el PSG y el Real Madrid, no es ser más rentable, sino crecer su cuota de mercado.

Jugar al Fat Cat le ha servido al Real Madrid. Financieramente estresó sus finanzas durante varios años con el fin de convertirse en el Club más popular del planeta. Tras lograrlo, ha elevado la rentabilidad de sus operaciones como pocos clubes y ha agregado valor a cada uno de los aspectos comerciales de su inversión. Tal es el modelo que, sin duda, busca el PSG con su mega inversión en Neymar. Si lo logra, asistiremos a un cambio sensible en el mercado de futbol, en donde los poco eficientes límites financieros que la UEFA y la FIFA ponen al mercado, abrirán el paso a un mercado oligopólico en donde sólo un puñado de equipos, los más ricos, podrán ser competitivos, dejándoles a los menos ricos un solo recurso: la cantera.

El precio pagado por Neymar parece desproporcionado en la superficie. Puede acabar siendo una ganga si todo le sale bien al PSG. Pero lo que deja patente la operación es cómo de manera creciente para entender el futbol, necesitamos saber economía.

 

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