El estúpido clic

Desde hace ya unos años, decenas de sitios en internet que se hacen llamar periodísticos han dejado las noticias serias para, en vez de ser referencia, volverse un espectáculo denigrante de noticias baratas, sin fuente en la mayoría de las ocasiones, en busca del estúpido clic que supuestamente les traerá más visitas. Es normal leer en sus encabezados temas como: Las mujeres más exóticas del espectáculo, Estos son los millonarios y sus claves del éxito, entre decenas de barbaridades que dan lástima en la mayoría de las veces, o risa de pena ajena en otras.

Pues yo sí les tengo una noticia, los clics son cosa del pasado, pues los corporativos con buen capital para publicidad que buscan anunciarse en los medios digitales han optado por el marketing personalizado, y sólo eligen medios donde la calidad del contenido atrae a los usuarios clave que, ahora se sabe, no visitan sitios donde se privilegia la información de “tetas y culos”.

Discutir con dueños o directivos de los sitios web es casi imposible, pues la mayoría no son periodistas, y hacerles entender que en los temas de economía digital el clic dejó de ser un buen modelo de negocio que capte publicidad, es como sacarle agua a una piedra. La mejor manera de ganar en internet es hacer buen periodismo, y que los de la empresa se encarguen de monetizar eso.

Cuando los periodistas más jóvenes llegan a la redacción de Excélsior o ExcélsiorTV y me preguntan sobre si los medios digitales están transformando la manera de hacer periodismo por tratar de captar clics, y con ello publicar noticias como el trasero de las Kardashian, o tratar de “ganar notas” por el tema de la inmediatez usando a redes sociales como Twitter y Facebook como fuente, simplemente les digo que todo lo contrario, están fortaleciendo el trabajo de los que realmente nos gusta trabajar en reportajes que piden cuentas al poder: a los políticos, a los funcionarios, a los empresarios y hasta a gran parte de la sociedad.

Un periodismo digital de mala calidad sólo funciona con el objetivo de manipular, y eso es lo que hacen muchos con las redes sociales. Caer en este juego por ganar los inútiles clics es pervertir el trabajo para el cual nos hemos preparado. Democratizar la información y tener fuertes medios de comunicación es el camino a seguir con las nuevas tecnologías. Nadie gana nada con adelantar dos minutos una nota, si no está bien confirmada.

También es cierto que hoy millones de personas pueden compartir información sin la intervención de los medios, gracias al poder de los equipos móviles, a internet y las redes sociales. Pero sin el filtro periodístico, el que se supone debemos dar los que hemos decidido dedicarnos a esta profesión, se da pie a un montón de falsedades: los políticos, los empresarios y los ideólogos han descubierto que es muy fácil manipular la información en el mundo digital, y nuestro trabajo es evitar la propagación de estas mentiras que buscan dañar a otros, sin pensar en los estúpidos clics.

Sin embargo, soy optimista, pues veo que algunas empresas periodísticas han empezado a encontrar su camino en esta nueva era digital. Estamos aprendiendo a utilizar las nuevas tecnologías para ampliar la audiencia, entregar mejores resultados para los clientes de publicidad, y, sobre todo, para controlar nuestro futuro y servir a nuestra misión.

Claro que es importante que el tráfico de nuestros sitios crezca. Claro que necesitamos más lectores, y claro que debemos monetizar nuestra información. Sin embargo, sobre todo, tenemos que ganar la confianza de los lectores, y no lo vamos a lograr jugando con ellos, dándole noticias falsas, mal investigadas o alarmistas sólo por ganar clics. Es importante que nuestros “visitantes” vean la honestidad y la integridad de los periodistas que trabajamos en cada medio. Sin esas cualidades, vamos a perder nuestra credibilidad y a los “clientes” de nuestro trabajo.

Los medios tradicionales y los digitales pueden conjugarse para obtener ese impacto. Los sitios web pueden tener la ventaja de compartir la información a millones de personas a un par de clics, de los que si valen. Con ello, existe una gran posibilidad de que más personas estén bien informadas y reaccionen inmediatamente. Sin embargo, ¿imaginen que pasa cuando esa información es falsa, mal cotejada o alarmista y sin fuentes sólo por ganar audiencia? ¿Ganarás visitas, clics, como lo buscan esos seudoperiodistas? Claro. Pero la confianza, cuando se pierde, es difícil recuperarla.

Los medios digitales, a pesar de su inmediatez, no matarán jamás ni la investigación ni al buen reportero. Sólo, como en la mayoría de los empleos, es poner un poco más de esfuerzo para ganarse el respeto y no jugar al clic estúpido que sí hiere a una de las profesiones más nobles y responsables que existen en este mundo.