David Páramo

Análisis superior

David Páramo

16 Ago, 2017

Especulaciones

 

Mientras escucha la música del venezolano Wuilly Arteaga, especule conmigo sobre los posibles escenarios de hoy en la segunda sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y elija cuál es el que más le conviene creer en la revisión del juicio de amparo en el que se pretende dirimir si el Congreso de la Unión o el IFT tienen la atribución de fijar la tarifa de terminación en las redes móviles.

Primero. El ministro Javier Laynez tiene una suerte de iluminación luego de leer las decenas de miles de palabras en las cuales le hacen ver sus múltiples errores jurídicos, así como los grandes peligros que implicaría si se vota a favor de su proyecto, lo que podrían descarrilar el futuro político y económico del país en algo equiparable al golpe de Estado de Nicolás Maduro.

Así, decide retirar el proyecto o hacer que sea votado en sentido contrario. Así, esperaría una lluvia de artículos elogiosos y, por qué no, hasta desplegados en los cuales sería felicitado por su acción patriótica o hasta que hubiera un punto de acuerdo en la Comisión Permanente para felicitarlo. Este escenario resulta francamente imposible.

Segundo. Ya sea porque los otros seis ministros de la SCJN deciden participar, dada la inconmesurable importancia del tema, o que los miembros de la segunda sala les tiemblen las piernas, no sólo se pospone la discusión y votación del proyecto, sino que es enviado al Pleno.

Hay quienes consideran que podría ser como en el 2006, cuando todos los temas eran llevados al Pleno. Dicen que ésto es más relevante que asuntos como la portabilidad o los derechos de las audiencias.

Consideran que sería mucho desgaste para cinco ministros de la Corte y que, por lo tanto, se buscaría repartir el impacto entre los once.

En el otro lado de la posibilidad están aquellos quienes consideran que llevar el asunto al Pleno podría implicar muchas mayores pérdidas para los que desean que sea el Congreso de la Unión el que mantenga la tarifa cero de interconexión para la terminación de llamadas móviles.

Les parece que sería muy difícil de transitar entre todos los ministros que no se registrara un cobro retroactivo por los tres años que no se ha pagado ninguna tarifa de interconexión, es decir, que existe un riesgo muy alto de que, si el tema llega al Pleno, podría implicar que se reconociera la facultad del IFT y que, además, tuvieran que hacer un pago retroactivo.

El costo para la SCJN, el IFT y las empresas implicadas sería sustancialmente más caro. Este escenario es medianamente posible.

Tercera. Los ministros de la segunda sala de la SCJN votan a favor del proyecto del ministro Laynez y se determina que el IFT es quien, después de realizar estudios técnicos objetivos, deberá determinar cuál es la tarifa de interconexión, la cual podría ir desde casi cero hasta un monto en el cual se acabara el rentismo de, justamente, quienes se quejan de esa práctica cuando no les conviene, sin dañar el interés superior: los consumidores.

No afecta consumidores

Como he asentado en esta columna, una y otra vez, el interés de las empresas resulta irrelevante a la luz de las necesidades de los consumidores. Que después de amplios debates los legisladores hayan determinado que la tarifa correcta es cero para la terminación de llamadas en la red móvil del preponderante no da seguridad jurídica. Debe ser producto de un análisis objetivo.

Si los ministros de la segunda sala de la SCJN hacen su trabajo, es decir, dirimen la diferencia constitucional, seguirán dando seguridad jurídica a la inversión y a los competidores de la vigencia del pleno Estado de derecho.

Así, el escenario más probable (y deseable) es que hoy mismo los ministros voten y se inicie una segunda fase de ataques no únicamente en contra de los ministros, a quienes difícilmente ya les pueden achacar acusaciones peores de dar un golpe de Estado o descarrilar tanto la política como la economía nacional.

A partir de ahí se enfocarán en destruir al Instituto Federal de las Telecomunicaciones hasta convertirlo en una bazofia similar a la que fue en tiempos del mirrey tardío o aquellos quienes han demostrado que no saben hacer las cosas (ni administrar ni legislar), no saben enseñarlas, pero obtienen rentabilidad de criticarlas.

Buscarán que sólo sobrevivan aquellos comisionados dóciles que permitan regresar a los tiempos en los cuales se imponía la grilla sobre la competencia en su mejor estado.

 

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