Emprendedores amenazados y el TLCAN

Hoy, dos equipos mexicanos enfrentan la adversidad y en su éxito o fracaso se definirá el futuro económico del país. Un equipo estará en Washington D.C. negociando con funcionarios de una administración cuyo Presidente ganó apelando a una base de votantes radicales, contrarios al libre comercio e incluso a la xenofobia en contra de los mexicanos. El otro equipo estará en Naucalpan, Estado de México negociando para tratar de sacar adelante un emprendimiento a pesar de las amenazas que recibieron en su primer día de operación.

Corrupción 

Uno de los principales puntos de vulnerabilidad del equipo que se encuentra en Washington D.C., son los recientes casos de corrupción que serán utilizados como arma para fustigar los problemas a los que se enfrentan los socios estadunidenses y canadienses cuando operan en México. Dicho recurso podrá ser utilizado para justificar la falta de confianza y ofrecerá evidencia de la discrepancia del mercado mexicano frente al estadunidense y canadiense.

El equipo del gobierno mexicano lleva en ese debate pocos elementos recientes que puedan ofrecer como defensa aunque puede apalancarse.

El equipo negociador tiene una oportunidad si da señales de atender el tema y para ello se requerirá que en los próximos meses se busque el avance del Sistema Nacional Anticorrupción y se den señales claras de que se destraban los temas que han obstaculizado su adopción y correcta ejecución en aspectos tan simples como el no tener una dirección de comunicación social o su lenta adopción en los estados. Aunque la federación no lo controla todo, puede ejercer presión en los congresos locales y el Congreso federal para frenar las resistencias.

Además, el atender el tema también ayudaría a liberar presión en lo doméstico ante la puntual demanda que ha planteado el sector privado y amplios sectores de la sociedad para que se combatan la corrupción y la impunidad.

Más allá del TLCAN

Hace unas semanas Moody’s difundió un análisis titulado: El éxito en las pláticas del TLCAN no resolverá por sí solo los impedimentos para el crecimiento económico de México.

De acuerdo con dicho documento, la baja productividad y bajo crecimiento de los salarios en nuestro país están inherentemente ligados a un alto nivel de informalidad en los sectores agrícolas y no agrícolas. Moody’s menciona que más de 50 por ciento de los trabajadores están empleados en la informalidad y la mitad se desempeña en pequeñas empresas poco productivas que involucran a menos de diez personas.

Obstáculo tangible en el EdoMex

El futuro económico de México no depende únicamente de tener un buen resultado en el TLCAN, es indispensable que nuestro país tenga condiciones propicias para que los emprendedores puedan prosperar generando empleo y formalidad. Un ejemplo tangible lo ofrece Jetty, un emprendimiento que está intentando nacer en el Estado de México, entidad que contiene la mayor fuerza laboral del país y que, sin embargo, ahoga ese potencial por la corrupción.

La historia de Jetty es la de un equipo de jóvenes que formaron una empresa en donde se conjunta una sólida formación académica en temas de movilidad urbana y larga experiencia en empresas de transporte a través del uso de la tecnología.

Jetty tiene el objetivo de atender una demanda insatisfecha de transporte colectivo de los trabajadores que todos los días se trasladan del Estado de México a la zona de Polanco en la capital del país.

En el Silicon Valley, la historia de Jetty sería contada como la del próximo Uber y se hablaría en la prensa del gran potencial en la disrupción que representa la oportunidad de satisfacer a cientos de miles de trabajadores no atendidos adecuadamente en sus necesidades de transporte, no obstante, lo único que puedo reportar es que Jetty no podrá operar porque los emprendedores, junto con sus choferes, fueron amenazados y las llantas de sus camionetas ponchadas.

Onésimo Flores, uno de los fundadores, habló con el secretario de Movilidad del Estado de México, quien mostró buena voluntad, pero no le pudo garantizar su seguridad a pesar de que cuenta con los permisos necesarios para operar. Mientras México no resuelva la impunidad y la corrupción, no importa que tengamos el mejor TLCAN, el potencial económico quedará atascado o se desplazará a otra geografía más propicia fuera de nuestras fronteras.