Meade

El aplauso del sector financiero y la cúpula del sector privado fue sonoro y sentido para reconocer a José Antonio Meade, secretario de Hacienda, en el evento donde se lanzó a paso veloz el programa para fortalecer al mercado bursátil, y se insertó, por decisión del presidente Enrique Peña, en la agenda previa a la presentación de su informe de gobierno.

El Presidente estaba de muy buen humor. Se rió (no sólo sonrió) varias veces cuando la simpatía de José Antonio Meade, justificaba el aplauso público tan sonoro, largo, de  toda la audiencia convocada, con la justificante hacia su jefe de que se debía a que era un acto de Hacienda, del sector financiero.

Y el mandario le reviraba tras haber entregado la primera concesión bursátil en 80 años que valió el aplauso general al mandatario, ya en el pódium, que su aplauso era porque se realizaba en el patio que corresponde a Presidencia, aunque la sede del Palacio también la compartía con Hacienda.

Las sonrisas, en momentos, convertidas en risas, mostraba los tonos  amables del trasfondo político en el tono del discurso que subrayaba que apenas en enero, con el aumento de los precios de la gasolina, la situación se tornó difícil por una decisión que era necesario tomar, pero la ejecución impecable del programa económico estaba a la vista con el crecimiento de 3% de la economía. Y la pregunta flotó: ¿El Presidente decidió arropar a Meade? ¿Le está dando el espaldarazo?

Ahí estaban otros presidenciables: Narro en una esquina, Nuño en la otra y, atrás del Presidente, De la Madrid. No podían sustraerse al buen humor que contagiaba, pero también al rumor que corría fuerte.

Por lo pronto, el primer mandatario se veía alegre, hasta juguetón, al grado de que se diluyó entre  el sector financiero oficial y privado, la primera interpretación de que el Presidente no quiso dejarle el anuncio a Meade –dar la concesión a una Bolsa de valores no ocurre seguido en ningún país del mundo y menos para fomentar la competencia en el mercado local– y que por ello lo incorporó en el evento de evaluación del Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar.

Se decía que habría más anuncios, pero nunca llegaron y, ¿sabe por qué?, porque a sonrisa completa y sin recato, el presidente Peña finalizó su intervención diciendo a la audiencia que con lo dicho era suficiente y se reservaba el resto el próximo sábado en Su Evento, a realizar en el Patio Central del Palacio Nacional, un día después de la presentación de su informe. Recuerdo ver la cara de Marcos Martínez, presidente de la ABM y de Santander, riendo a carcajada cómplice, ante la picardía del mandatario.

En fin. El evento sí puso a Meade en el centro de la escena y el presidente Peña sí lo arropó muy cálida y respetuosamente. ¡Le tiraron el as!

De Fondos a Fondo

#BIVA… Y bueno.. regresando al anuncio. Que mejor escenario para un evento financiero que hará historia. El Presidente entregó la concesión a la Bolsa Institucional de Valores, de Santiago Urquiza, que en palabras –siempre dotadas de ingenio— del propio secretario de Hacienda es como el cometa Halley, algo que pasa cada 75 años, pues la primera concesión otorgada a la BMV tiene apenas algunos años más que un ciclo del cometa, o sea, ¡80 años!

Sin duda uno de los anuncios sobre política pública financiera más relevantes de este sexenio que viene acompañada de otro anuncio de nuevos apoyos de la banca de desarrollo a través de un programa de liquidez del mercado para emisores más pequeños y en el caso de Bancomext, de Francisco González, y de Nafin, de Jacques Rogozinski, estableciendo programas de que permitan transitar a sus acreditados a colocar sus acciones en alguno de los dos mercados públicos.

Se estima que con la entrada de BIVA, que llega acompañada de la tecnología de Nasdaq y una oferta de valor que busca diferenciarse de la BMV, que encabeza Jaime Ruiz Sacristán, el volumen de operaciones puede subir en tres años de 13 mil a 20 mil por día.

México es uno de los mercados emergentes más destacados y si le faltaba una segunda Bolsa de valores, por lo que es una buena noticia para todos, no sólo para ese robusto segmento de empresas que tienen ventas por más de 500 millones de pesos anuales y que fácilmente pueden buscar levantar capital para su crecimiento. Es sólo cuestión de que se animen.

#Infonavit… Le puedo adelantar que pronto se darán a conocer números de colocación de crédito en Infonavit que dirige David Penchyna, y las cifras con corte al mes de julio son interesantes: de los 311 mil créditos hipotecarios originados en 2017, 127 mil han sido originados y formalizados después del 4 de abril, fecha en la que entró en vigor el nuevo plan de crédito, con montos máximos 70% superiores, denominado en pesos y a tasa fija.

Esto representa un 16% arriba de la meta para el cierre de agosto, pero lo más relevante es que en los mercados-meta más importantes (ahí donde se genera más empleo formal y, por tanto, hay más derechohabiencia Infonavit) se registra un incremento de 34% en los créditos de más de 10 UMAs, es decir, entre quienes ganan más de 22 mil pesos al mes. Así, la estrategia de colocación de crédito de esta hipotecaria mutilista se ha traducido en una mejor originación y menor riesgo y prueba que la lógica de incrementar el monto máximo el año pasado era la correcta.

Tal vez por razones como ésas, el dirigente cetemista Carlos Aceves del Olmo reconoció el trabajo de David Penchyna en Infonavit, frente al presidente Peña Nieto en el concurrido evento de Palacio Nacional, pues también hizo lo propio con Mikel Arriola, director general del IMSS, del que le dijo que no sólo había resuelto con inteligencia sino con algo de magia (¡claro es hechura del brujo mayor, José Antonio Meade, y del aprendiz de brujo, José Antonio González Anaya!).