Ángel Verdugo

Economía sin lágrimas

Ángel Verdugo

14 Sep, 2017

¿Qué quedará mañana, del Paquete Económico 2018 original?

 

Por desgracia, el Paquete Económico 2018 no ha tenido el impacto que yo habría esperado. El conjunto de documentos entregado al Poder Legislativo (Es un decir diría con agudeza Salvador Camarena y yo agregaría: Es un Poder raro porque, ni puede ni legisla) por el secretario de Hacienda en persona, quien ni de loco iba a desperdiciar la ocasión para la foto, pues ya anda en campaña, ha sido desplazado por otros temas los cuales, sin ser más importantes que lo planteado en el Paquete, si son más atractivos desde el punto de vista del mitote y chacota política.

El hecho pues, claro e irrefutable, es que el Paquete duró lo que un suspiro en el conjunto de temas que día con día van dando forma a la Agenda Política que discute el círculo rojo, cualquier cosa que este grupo pudiere significar y representar, en los tiempos que corren. Sin embargo, este desdén –real o aparente–, ¿significa acaso que nadie le ha prestado la debida atención? Evidentemente no; ya los especialistas del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP: www.ciep.mx) han dado a conocer un documento, el cual considero de lectura obligada para todo aquél que, por encima de la confusión provocada por esta borrachera mediático-electoral, quiera tener una visión objetiva de lo planteado por el Ejecutivo en el Paquete Económico.

El título mismo del documento del CIEP es, además de un reto por la profundidad del análisis realizado, una invitación a su estudio más que a una simple revisión: Implicaciones del Paquete Económico 2018.

Largo es, sin duda, el camino a recorrer de aquí al 15 de noviembre cuando, por ley, el análisis y las modificaciones llevadas a cabo por diputados y senadores habrían llegado al final y tuviéremos entonces, Ley de Ingresos 2018 y por supuesto, Presupuesto de Egresos de la Federación 2018.

Ambos documentos, una vez aprobados, ¿serían los mismos textos que habría entregado el Ejecutivo este 8 de septiembre? ¿Nada habrían modificado diputados y senadores? De concretarse esta eventualidad, ¿a qué se debería este hecho? ¿Acaso ambos documentos fueron elaborados de manera tan acuciosa y profesional, que nada hubo merecedor de alguna modificación, así fuere cosmética?

Con lo visto estos días, hay espacio para modificaciones diversas; el impacto que representan los montos destinados al servicio de la deuda pública y a las pensiones contributivas, más el hecho de que se propone la contratación de deuda por más de medio billón de pesos, deberían llevar a los diputados –dado que el Presupuesto es su responsabilidad, sin participación del Senado– a algo tan obvio que molesta repetirlo: A Realizar recortes sustanciales al Gasto de manera tal, que no hubiere necesidad de contratar deuda por ese medio billón de pesos.

Sin embargo, pensar que los legisladores van a actuar con seriedad, es un sueño guajiro. Al no hacerlo, frente a lo que se espera para el año próximo en lo que se refiere a la incertidumbre global y la volatilidad que son la constante desde hace varios años, más nos valdría pecar de mesurados y austeros, que de respetar esa perversa inercia que nos tiene hoy, por decir lo menos, con finanzas públicas más cercanas a la debilidad que a la fortaleza.

¿Cómo responder entonces a la pregunta del título? ¿Qué decir, aun cuando no nos gustare? Simplemente aceptar la realidad: Éste es el último Paquete Económico que tocaría elaborar al gobierno del presidente Peña, y así se queda. Además de esto, obligado es señalar que el año 2018 será un año electoral donde, lo que reinará va a ser, sin duda, la rijosidad entre partidos y candidatos, y las denostaciones y ataques a la autoridad electoral.

En esas condiciones, ¿a quién le importa el texto del Paquete Económico? Diría el clásico: Quede como quede, nomás quedando bien.

 

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