Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

4 Oct, 2017

Tom Petty

 

No todo el mundo puede ser David Bowie. El rockero inglés, fallecido en enero de 2016, no sólo fue excepcional por la calidad de su música, sino también por su afición a las nuevas tecnologías, cualidad rara en un artista. Esta vocación lo convirtió en pionero en el uso del internet como un poderoso canal para divulgar su obra, rasgo que subrayaron las notas biográficas a propósito de su muerte.

Me temo que no será el caso de su colega estadunidense Thomas Earl Petty (Tom, para los cuates), quien dejó de existir el pasado lunes cuando estaba a unos días de cumplir 67 años de vida, y del que difícilmente se escribirá un obituario que destaque alguna expresión de su amor a lo digital.

Más bien, será exactamente lo contrario. Al momento de escribir estas líneas no vi que algún medio rescatara alguna frase suya en relación con la cultura electrónica. Sin embargo, quien hurgue en la obra y el legado del líder de los Heartbreakers encontrará suficientes muestras de que lo suyo fue más aversión que simpatía.

Una de sus víctimas fue Steve Jobs, de cuyo deceso se cumplirán mañana seis años, a quien menciona en una línea de la canción Jammin’ me, primer sencillo del álbum Let me up (I’ve had enough), de 1987, que trata sobre la historia “de un hombre abrumado por el volumen de noticias desconectadas generadas en la era de la desinformación” (así la describe Anthony DeCurtis en su reseña del disco para la revista Rolling Stone).

La letra, que hace mofa de celebridades de la época como Eddie Murphy y Vanessa Redgrave, dice en una de sus líneas: “Devuelve tu tortura iraní y la manzana (Apple, en obvia alusión a la empresa) en el ojo del joven Steve”. En el videoclip promocional, al momento que se menciona ese verso aparece primero una imagen del ayatola Jomeini y luego otra del propio Tom Petty, que acerca su pupila a la cámara para mostrar mediante un efecto especial que dentro de ella hay chips y computadoras; luego aparece una PC sobre la cual alguien arroja algo parecido a pintura amarilla. Dato adicional: el tema fue compuesto por Petty en colaboración con Bob Dylan, ídolo de toda la vida de Jobs.

No sería ese el único vínculo indirecto entre el músico y el empresario. En 2005, el intérprete de Free fallin’ fue el anfitrión de su propio show en la radio satelital, llamado Tom Petty’s Buried Treasure, en el que compartía el repertorio de su propia colección de álbumes. Según relató al periodista Paul Zollo en el libro Conversations with Tom Petty (Omnibus Press, Londres, 2012), para preparar su programa, el cantante descargó unas miles de canciones de sus CD para almacenar en su iPod, proceso cuya facilidad le fascinó.  “Es la única vez que algo hizo que usara la computadora, porque nunca antes lo había hecho”, confesó.

El escaso apego –por no decir desprecio– del rockero a este tipo de dispositivos quedó de manifiesto una vez más en una célebre playera que se vendió en conciertos suyos por el año de 2002 y que hoy es considerada como objeto de culto. La prenda lucía en la espalda la frase “Tom Petty Rocks” y en la parte delantera la leyenda “Vende tu computadora, compra una guitarra”, debajo de la imagen de una Rickenbacker con la firma del músico.

Petty tampoco pareció fan de los videojuegos, a diferencia de otros colegas suyos, como los integrantes del grupo Journey, quienes se prestaron para aparecer como personajes en un par de títulos. Por el contrario, en el clip de la canción You got lucky, de 1982, se le ve arrojando al suelo sin mucha compasión una máquina tragamonedas del juego espacial japonés Astro Invader de Konami, una especie de mezcla de Space Invaders y Galaga.

En sentido contrario, una de sus más célebres piezas, Runnin’ down a dream, de 1989, es considerada una de las pruebas más difíciles de sortear en los simuladores musicales Guitar Hero 5 y Rock Band 2. También sirve como música de fondo en el recorrido de un carro sobre las vías del tren en Grand Theft Auto: San Andreas. Por cierto, esa canción es la que da título al documental de 2007 sobre su trayectoria, que en algunas temporadas ha estado disponible en Netflix.

Contrario a la reticencia que mostró en vida hacia el mundo cibernético, el rockero es despedido en su sitio web mediante el hashtag #RIPTomPetty, el cual congrega virtualmente a todos los corazones cuya partida dejó rotos.

marco.gonsen@gimm.com.mx

 

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