David Páramo

Análisis superior

David Páramo

18 Oct, 2017

Lucha de titanes

 

En los primeros 19 días de septiembre, México sufrió tres huracanes y dos sismos que, hasta el momento, han implicado un costo de 48 mil millones de pesos y la muy lamentable pérdida de 464 vidas, casi la mitad de ellas en la Ciudad de México.

A prácticamente un mes de distancia, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, nos convocó a un grupo de periodistas para hacer un balance en el que también estuvieron los secretarios de Gobernación, Marina, Defensa, Hacienda, Desarrollo Social, Cultura, así como los directores de las comisiones nacionales del Agua, Federal de Electricidad y el Instituto Nacional del Emprendedor.

Para entender las dimensiones titánicas que plantearon estos retos en nueve estados del país y que hasta el momento siguen teniendo paralizada la actividad económica en Chiapas y Oaxaca, es necesario tener claridad que 12 millones de mexicanos sufrieron afectaciones (la inmensa mayoría, fallas de suministro de agua y energía eléctrica, los cuales se recuperaron en cuestión de días).

Conagua ha recuperado prácticamente el suministro de agua, aún enfrenta el reto de reparar fugas en la red secundaria, especialmente de la capital, las cuales tienen que ver con problemas de suelo. CFE logró recuperar en 90 horas el suministro a los 4.8 millones de hogares y negocios.

La Secretaría de Salud ha logrado hasta el momento evitar cualquier brote epidémico, a pesar de que en algunos de estos estados se encuentra la presencia del mosquito que transmite virus como el zika o chikungunya, gracias a un programa que les ha llevado a visitar más de 430 mil casas. En cuanto a su trabajo de reconstrucción de infraestructura, se tiene planeado recuperar totalmente la capacidad operativa.

RECONSTRUCCIÓN

Para las 16 mil escuelas que se vieron afectadas por los fenómenos, se creó el reto de reubicar a medio millón de niños, de los cuales, 300 mil irán a otras escuelas cercanas y el resto estará en cuatro mil aulas temporales. El reto de la Secretaría de Educación Pública es que el 6 de noviembre todos los niños estén en la escuela.

La afectación para los micro y pequeños negocios, otra vez concentrados en Chiapas y Oaxaca, fue de 13 mil 812 establecimientos. El Inadem ha establecido un programa de créditos directos para los más pequeños y la activación de un programa de garantías para financiamientos entre 50 mil y tres millones de pesos con periodos de seis meses de gracia.

A consecuencia del sismo, 180 mil viviendas tuvieron afectaciones, de las cuales, 56 mil fueron pérdidas totales. Aquí el gobierno, a pesar de tener los recursos suficientes, ha ido con bastante tiento en la entrega de ayuda y de ahí que sólo se hayan entregado 23 mil tarjetas de apoyo, casi todas ellas en Oaxaca.

El gobierno busca garantizar un patrón georreferenciado para evitar que gente que no sufrió afectaciones reciba dinero (hasta el momento van cuatro mil casos) y que se use efectivamente para la reconstrucción de viviendas.

Así que se irán acelerando las ministraciones, que podrían terminar en tres entregas, en la medida que se vayan limpiando los escombros. Mientras tanto, se han negociado descuentos entre el 15 y 20% en los principales materiales para la construcción en los estados de Oaxaca y Chiapas.

En la Ciudad de México se ha seguido una doble estrategia. Para las seis mil viviendas en ocho delegaciones, donde sus habitantes están en la lista de pobreza fijada por Coneval, se entregan los recursos como en Chiapas o Oaxaca.

Para el resto se creó un esquema financiero, a través de la Secretaría de Hacienda, que básicamente permite que los propietarios tengan acceso a un crédito en el que únicamente pagarán los intereses a una tasa preferencial y a un periodo de 20 años.

RETO

El Presidente de la República y su equipo tienen claridad en que el principal reto implica a Oaxaca, Chiapas y Morelos donde, además, la situación política está crispada. En los dos primeros estados, la actividad económica ha sido muy fuertemente afectada.

Además de que no existen preocupaciones desde el punto de vista financiero, puesto que se tienen tres mil
millones de pesos del fondo catastrófico; cuatro mil millones de seguros contratados; cinco mil millones de pesos de seguro de exceso de pérdidas; así como 15 mil millones de pesos del Fonden. Todo esto suma 27 mil millones de pesos.

Se tienen que añadir las aportaciones de un tercio que debe dar cada estado por la reconstrucción de viviendas, así como las aportaciones para recuperar la infraestructura del gobierno. Además de los 120 millones de pesos que devolvieron el PRI y el PVEM, que se usarán en un fondo con los estados para potenciarlos en más de 500 millones de pesos.

Adicionalmente, la Secretaría de Hacienda analiza la colocación de un bono tasa cero que, incluso, podría hacerse con los países de la Alianza del Pacífico a principios de año para disminuir su costo.

 

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