CIUDAD DE MÉXICO.- México ha pagado 10 mil 45 millones de dólares en importaciones de gasolinas en los primeros nueve meses del año, cifra superior en 25% respecto al mismo periodo de 2016, además de que representa 75% del déficit de productos petroleros del país, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El diesel, con un déficit comercial de 4 mil 432 millones de dólares, seguido del gas natural, con 4 mil 335 millones, y el gas LP, con mil 417 millones de dólares, son los siguientes productos petroleros con mayores saldos comerciales negativos en el periodo de referencia.
El Inegi reportó que el déficit de productos petroleros acumulado a septiembre fue de 13 mil 314 millones de dólares, cifra que ya superó los saldos negativos completos de 2015, que fue de 10 mil 188 millones de dólares, y de 2016, de 12 mil 748 millones de dólares.
IMPLICACIONES
Alejandro Limón, experto en energía del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), afirmó en entrevista con Excélsior que las cifras citadas hacen evidente que México carece de seguridad energética, definida por la Agencia Internacional de Energía como “la disponibilidad ininterrumpida de fuentes de energía a un precio asequible en un determinado periodo”.
La mayoría de productos petroleros son comprados a Estados Unidos. Según datos de la Secretaría de Energía, en enero-septiembre las importaciones de gasolinas representaron 68.5% del consumo interno; en gas natural la cifra llegó a 63.3% de las ventas internas, y en el diesel se ubicó en 60.7 por ciento.
Uno de los factores que explican esta dependencia es la reducción en la capacidad de refinación del país, que pasó de 83% en 2005 a 60% a junio de este año, dijo.
Un factor interno es que el presupuesto de Pemex para refinar se ha visto afectado por los recortes presupuestales. Hay una clara relación entre presupuesto asignado y cantidad de barriles refinados”, argumentó.
Los datos difundidos por el Inegi muestran que las exportaciones de petróleo crudo ya no están compensando los saldos comerciales
negativos que siempre ha tenido el país en otro tipo de productos petroleros.
Para Limón, esta incapacidad de seguir financiándose con petróleo no sólo afecta la seguridad energética de México, sino también la fiscal.
En 2018, el sector energético (hidrocarburos, sector eléctrico, IEPS a combustibles y otros impuestos energéticos) aportará 30% de nuestros ingresos, mismos que están expuestos a un sinfín de variables, lo que los hace muy volátiles”.