Crecimiento y Reforma Energética

El gran argumento para impulsar las Reformas Estructurales en esta administración fue que México estaba creciendo por debajo de su nivel potencial. Hoy voy a analizar cómo ha evolucionado el crecimiento económico en los últimos años y qué nos dice la composición del PIB respecto de la relevancia de las reformas.

La administración está entrando en su último año de gobierno. El dato de crecimiento del PIB más reciente no es favorable. El Inegi dio a conocer la semana pasada que hubo una disminución real de 0.3 por ciento.

La caída del segundo al tercer trimestre se explica por las actividades del secundario que tuvieron una disminución de 0.6% real. Se puede argumentar que existe un impacto en la economía por los terremotos de septiembre. Sin embargo, la baja también está relacionada con el mal desempeño de algunos sectores como el de petróleo.

El componente de manufactura tuvo un comportamiento adecuado, pero el área de vulnerabilidad es el sector de la minería petrolera. En mucho menor proporción hubo impacto relacionado con energía eléctrica y construcción.

Es de resaltar el comportamiento tan adverso que ha tenido el PIB Petrolero que durante este año 2017 tuvo decremento del nivel del PIB de -11.1%, -8.0% y -12.2% con respecto del mismo periodo trimestral de 2016.

En cuanto al desempeño promedio de la economía en los primeros cuatro años de gobierno, los datos hoy se ven mejor que hace un par de meses. El último día de octubre, el Inegi dio a conocer su cálculo del tamaño de la economía en la que cambia la base que utiliza para medirlo de 2008 a 2013.

Los efectos fueron varios. Se pueden resumir en que se bajó un poco la tasa de crecimiento de algunos años de los gobiernos de PAN y se subió la tasa de crecimiento a esta administración. 

Con este nuevo cálculo hubo quienes le vieron el matiz electoral y criticaron que en el año previo a las presidenciales, el Inegi cambie de base beneficiando a la administración actual.

Los nuevos datos hacen que el crecimiento promedio para los primeros cuatro años de este gobierno se ubique en un nivel anual de 2.45%, el cual es superior al promedio de los dos sexenios anteriores. El dato sí contrasta con el crecimiento de los cuatro años anteriores que fue de 1.75 por ciento.

Si bien puede haber aspectos cuestionables, hay que entender lo que nos dicen los datos.

En lo que se refiere al crecimiento anual sectorial con la nueva base de 2013 para el periodo de 2008 a 2016, la minería petrolera es el único sector que tuvo un decremento anual en nueve de los nueve años.

Los sectores que le siguen en mal desempeño son los de minería no petrolera, manufacturas y construcción con dos años con crecimiento negativo de nueve en el periodo. El caso de manufactura es negativo en 2008 y 2009 por la gran recesión.

En síntesis, el comportamiento de la economía reciente y la serie con cambio de base nos dicen claramente que hay un sector de la economía que tiene problemas y que es el de petróleo. Esta evidencia permite poner a la reforma petrolera como algo que se hizo por necesidad extrema y no por gusto o ideología.

Los datos son contundentes para argumentar que cualquier intento de dar marcha atrás y regresar al esquema legal y operativo anterior a la reforma es un error. La propuesta de revisar la Reforma Energética que ha hecho un candidato en caso de llegar a la Presidencia no hace ningún sentido económico.

*Director general del FUNDEF

guillermozamarripa@itam.mx