David Páramo

Análisis superior

David Páramo

14 Dic, 2017

Criptomonedas de tulipán

 

 

En 1935, Enrique Santos Discépolo escribió un tango titulado Cambalache, en el cual dice “que el mundo fue y será una porquería ya lo sé. En el 503 y en el 2000 también”.

Esta frase puede aplicarse perfectamente a quienes hoy están embelesados con las criptomonedas. Realmente no son muy diferentes a quienes a principios del siglo XVII estaban embelesados en Holanda con los bulbos de tulipán, que tuvieron el nada honroso privilegio de ser los primeros participantes en la historia de la humanidad en una burbuja especulativa.

En diversas entregas de esta columna he advertido sobre la burbuja que se ha creado en torno a las criptomonedas y que cada vez es más inminente su estallido. En todas estas ocasiones, ésta no será la excepción, aparecen quienes usan versiones siglo XXI de las que usaban los holandeses para justificar que los bulbos de tulipán llegaran a tener un valor superior al de una casa puesto que eran muestra de opulencia y modernidad en el país europeo.

Para entender la pasión que despiertan las criptomonedas está su supuesto carácter social y disruptivo. Contrariamente a la razón se les ve como virtud que no estén respaldadas por ningún gobierno y que se van construyendo a través de minas y uso de servidores (algo así como una versión de Minecraft) lo que les hace sentir, como si fueran hippies de los sesenta, creer en el poder del pueblo, de la sociedad civil…

Algo que parece ser un colectivo de personas reales (cualquier cosa que eso sea), pero que no es otra cosa que una gran cantidad de ingenuos siguiendo a un pequeño grupo que juega con ellos como El flautista de Hamelín o como aquellos quienes organizan pirámides, telares de la abundancia, juego de bolitas en cualquier esquina, pero a una escala global.

ABUSO

La figura especulativa se va alimentando de señales que son interpretadas como seguros.

Que si los hermanos Winkelvoss (vinculados con la creación de Facebook) se hicieron todavía más ricos; que si ya operan en el mercado de Chicago; que si Venezuela ya lanzó su criptomoneda llamada Petro u otras que son todavía más patéticas.

Que si la aprobación de la Ley Fintech (que sólo debería ser Fintec en español) por parte del Senado de la República, que está pendiente en la Cámara de Diputados, reconoce la existencia de criptomonedas y ordena al Banco de México que emita una serie de definiciones.

Entre las normas deberá estar la definición si se trata de una moneda o un valor, lo cual resulta mucho más correcto. Esa parte no tiene mucho interés en los fanáticos de las criptomonedas quienes creen, como todos los que caen víctimas de burbujas especulativas, que se está reinventando el mundo y que el capitalismo será diferente.

¿Recuerda a quienes estaban enamorados de las empresas punto com y hasta aseguraban que implicaba un cambio tan importante para el capitalismo como la Revolución Industrial?

Otras supuestas seguridades tienen que ver con la pasión que tienen muchos millennials por las grandes conspiraciones. Que si las criptomonedas están hechas por hackers rusos y chinos quienes están buscando destruir al dólar. No hay nada más encantador que aquellos quienes quieren destruir al capitalismo, pero tienen tanta admiración por ese país que juegan con los principios fundamentales del capitalismo.

ARMAGEDÓN

Las señales del fin de esta burbuja especulativa se están comenzando a hacer más evidentes.

1.- Precios que crecen de manera desproporcionada con grandes episodios de volatilidad. Eso significa que hay especuladores de muy corto plazo que están generando utilidades con base en la especulación.

2.- Popularidad excesiva del mercado y aparición de una gran cantidad de opciones al alcance prácticamente de cualquiera. Hoy se anuncian en prácticamente cualquier red social, e inversionistas muy poco sofisticados están cambiando activos reales por criptomonedas.

3.- Arranca la utilización de criptomonedas para levantar masivamente capital. El Banco de México, la Secretaría de Hacienda y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores ya emitieron recomendaciones en torno a la operación de criptomonedas y la participación en ofertas iniciales de monedas (conocidas como Initial Coin Offerings).

4.- Para que estas burbujas se den se requieren algunos requisitos: Un grupo de ingenuos que estén convencidos de que sólo ellos encontraron algo totalmente novedoso que les hará millonarios en muy poco tiempo y prácticamente sin esfuerzo.

Cegados por la ambición deciden apagar el botón de la razón. Si escucha la historia de los bulbos de tulipán le parecerá ridícula; en unos años más habrá quien también vea la ridiculez de las criptomonedas, como los que hoy ven el fracaso de los telares o flor de la abundancia.

 

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