Paul Lara

Cyberpunks

Paul Lara

22 Ene, 2018

El Big Brother va sobre ruedas

 

La semana pasada estuve en Silicon Valley conociendo cuáles son las apuestas de las empresas del sector automotriz en lo que respecta a autos conectados, autónomos y personalizados que veremos en las calles en los próximos cinco años. Poco de lo que se está desarrollando en los centros de investigación, como el de Faurecia, que vende los mejores adelantos tecnológicos a bordo a empresas como Tesla, VW, Mercedes-Benz, Alfa-Romeo, Ferrari, Honda, GM, Renault-Nissan, entre muchas otras, se ve en ferias como el CES, pues aún son tecnologías que se perfeccionan y se venden en exclusiva a muchas compañías que prefieren no se muestren.

A pesar de ello, tengo el permiso de algunas de ellas para explicarlas, pues nos dan una idea de cómo será el futuro a bordo, donde se han dejado de llamar autos autónomos para convertirse en cabinas inteligentes de transporte. Más allá de lo impresionante que va a ser subirse a una cabina donde cada usuario personaliza su lugar, con su música, lo que ve en las pantallas, las llamadas que recibe en su asiento sin que el de a lado escuche nada, me llama la atención la cantidad de datos que se van a generar en sólo una unidad, y que va a pasar con ellos.

Poco de lo que sabemos o preguntamos al comprar un auto conectado, los cuales ya pululan en países como Estados Unidos y varios de Europa, en México comienzan a venderse rápidamente, es qué harán las empresas que fabrican esa tecnología o las mismas armadoras con nuestros datos. Cuando pregunté eso a unos ingenieros en el centro de investigación de Faurecia, e inclusive a unos desarrolladores durante una visita en Plug and Play, la aceleradora más importante de Silicon Valley y del mundo que trabaja en algunas startups que venderán sus desarrollos a empresas del sector automotriz, lo único que dijeron es que eran datos privados, y que quedaban en manos de las compañías que vendían los autos al consumidor final.

Gente de la industria me asegura que los datos personales de los clientes se usan por parte de las compañías con su permiso, pues existen cláusulas en los contratos de compra-venta donde se establece este tema, pero que mucha gente lo único que quiere es tomar su unidad y salir lo más rápido, sin reparar en lo que está dando: “Su privacidad”.

Muchos pueden considerar que sus hábitos de conducción cotidianos son mundanos, pero sin ser un experto en autos y privacidad sospecho que los grandes fabricantes no ven esos datos como algo menor y sin importancia.

Al monitorear los movimientos cotidianos, un fabricante puede aspirar a una enorme cantidad de información personal acerca de alguien como tú, desde la velocidad con la que conduces hasta cómo frenas y la cantidad de combustible que usas, así como del entretenimiento que prefieres.

Una compañía puede determinar dónde haces tus compras, el clima en tu calle, la frecuencia con que usas el cinturón de seguridad, lo que estabas haciendo momentos antes de detenerte, incluso dónde te gusta comer y cuánto pesas. Sí, todo eso puede leer un auto “del futuro inmediato”, gracias a sensores y cámaras que pululan tanto al exterior como al interior de la unidad”. Los vi todos y funcionan.

Aunque los conductores pueden no darse cuenta, millones de autos en el mundo ya están siendo monitoreados, y el número aumenta cada semana.

El resultado es que los fabricantes de automóviles y de las tecnologías abordo han activado una poderosa red de datos personales muy valiosos, a menudo sin conocimiento de los propietarios, transformando el automóvil de una máquina que nos ayuda a viajar, a una computadora sofisticada sobre ruedas que ofrece, incluso, más acceso a nuestros hábitos y comportamientos personales que los smartphones.

Es cierto, la información recopilada pronto podrá reducir los accidentes de tránsito y las muertes, salvando decenas de miles de vidas. Pero también te conocerán más a fondo, y puede que esos datos terminen en una aseguradora, hospital, oficina de Recursos Humanos, entre otros, que pueden hacer la diferencia en tu persona.

Cualquier empresa que tenga una gran cantidad de datos sobre los consumidores y pueda controlar la interacción con ellos tendrá la capacidad y el incentivo para tratar de utilizar esa información en su empresa. Piénsalo fríamente.                                               

paul.lara@gimm.com.mx

 

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