Abren publicidad de medicinas

El gobierno federal, por conducto de la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), acaba de dar un giro de 180 grados en materia de regulación y abrió de par en par la puerta a la publicidad masiva de los medicamentos que requieren recetas.

Asimismo, profundizó la competencia en los llamados over the counter (OTCs) o medicinas de venta libre o sin prescripción médica. Para estos últimos estableció lineamientos y tiempos más sencillos a efecto de que las medicinas pueden llegar a los consumidores cuando más las necesiten.

Antes, un producto para ser autorizado en su publicidad requería de meses. Por ejemplo, una medicina contra la gripe iniciaba su trámite y por lo general recibía autorización meses después, cuando la temporada del padecimiento, generalmente estacional, ya había pasado.

Con la nueva regulación, ahora los anuncios se autorizarán en máximo cinco días y habrá varias agencias que coadyuvarán con la autoridad, como el Consejo de Autorregulación y Ética Publicitaria (Conar), que lleva José Luis Barros, y que tiene entre sus afiliados a anunciantes y a medios.

Para los medicamentos con receta, se abre la puerta a la publicidad en radio, televisión y prensa. Antes sólo se permitía en revistas médicas especializadas y los “gestores médicos” tenían el mercado cautivo, premiando a doctores que recetaban ciertas medicinas.

Ahora el gobierno, léase preponderantemente la Cofepris que preside Julio Sánchez y Tépoz, apertura el sector de las medicinas a una sana competencia, en línea con lo que sucede en Estados Unidos y Canadá. Obvio que al igual que en esos países, México impondrá fuertes candados.

La publicidad de estos productos tendrá serias leyendas preventivas, sobre todo para evitar la automedicación. Pero abre de lleno la competencia y hay que decir que en Norteamérica los anuncios de medicamentos son de los que generan los principales ingresos de televisoras y revistas.

La medida es vigente desde fines del año pasado y ha generado posiciones encontradas al interior de la industria farmacéutica porque viene a romper un coto de poder que históricamente crearon las empresas productoras, los doctores y las cadenas de farmacias.

A partir de ya, cualquier laboratorio, mexicano a extranjero, podría recurrir a los periódicos, revistas, radio o televisión para anunciar sus medicamentos. Es una buena medida porque también abre la información al público y desde luego elimina el cuello de botella que había en las autorizaciones publicitarias.

Las medicinas serán un disruptor en todo mercado publicitario. De hecho, ya varios de los principales fabricantes de medicinas están cerrando espacios en Televisa, de Emilio Azcárraga; Azteca, de Benjamín Salinas, e Imagen, de Olegario Vázquez Aldir, así como con algunos medios impresos.

Es una política pública basada en el libre mercado y una competencia con reglas y advertencias claras, como está sucediendo en todo el mundo y que no hacía sentido cargar con sobre regulaciones que datan de los años setenta. Era absurdo ver la publicidad de medicamentos de Estados Unidos en México a través de las redes sociales y hasta en la televisión restringida.

TRAS STUDIO F

Nadie duda que el TLCAN ayudó a empresas extranjeras a expandirse en México, algunas incluso saltándose las trancas. Tal sería el caso de STF Group, conocido como Studio F, del empresario colombiano de origen libanés Carlos Alberto Acosta Hazzi.

Opera aquí desde hace más de una década con la Importadora Modinsa México, gozando de las bondades del TLCAN. Su práctica es subvaluar su mercancía para pagar menos impuestos, lo que genera ingresos millonarios. Algunos socios de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido, que preside Samuel Gershevich, así como el propio SAT, que capitanea Osvaldo Santín, ya le echaron el ojo a este grupo que debió facturar la friolera de 250 millones de dólares en los dos últimos años. Actualmente Studio F cuenta con 160 tiendas ubicadas en las plazas comerciales y avenidas más exclusivas.

Uno de los retos que tendrá el sector vestido en las negociaciones del TLCAN, será hacer valer las leyes en beneficio de sus agremiados y presionar a las autoridades, en especial a la SHCP, que maneja José Antonio González Anaya, para que las compañías extranjeras que no cumplen la ley dejen de beneficiarse en forma ilegal de los tratados comerciales.

IMSS OTRA VEZ

Siguen las irregularidades en el IMSS tras la salida de Mikel Arriola. El nuevo director, Tuffic Miguel, simplemente no puede con la hiedra de mil cabezas.

Ahí le va ahora el caso de la licitación de servicios de osteosíntesis y endoprótesis que realizó el Hospital Magdalena de las Salinas y donde a los funcionarios se les organizó una fiesta de fin de año pagada por la proveeduría que coincidentemente ganó violando el proceso. Vienen también inconformidades contra el fallo.

El director médico del nosocomio y el jefe de Abastecimiento, René Morales y Alejandro Rodríguez, respectivamente, aseguran estar bien protegidos por el exdirector de esa Unidad Médica de Alta Especialidad, Juan Carlos de la Fuente.