#Concamin, contienda cerrada

En la democracia, la elección de representantes públicos y privados se da a través de procesos de elección que son convenidos en método, lugar y tiempo por los participantes, con un árbitro conocido, y supone el sufragio libre, igual, directo y secreto, eso ocurrió en la Concamin que preside Manuel Herrera.

Sin embargo, los dos contendientes que al final disputaron la posibilidad de asumir la presidencia el próximo 15 de marzo, daban por hecho que tendrían victoria holgada, eso no ocurrió. La contienda fue más cerrada de lo que se pronosticó y la elección, de acuerdo con el resultado que ayer dio a conocer, ratificó a Francisco Cervantes como ganador con 28 votos contra 25 obtenidos por Rodrigo Alpízar, pero con tres votos nulos.

Esto la convierte en una votación cerrada y casi empatada y, por ende, explica el porqué la sesión de Consejo Directivo de ayer, con una asistencia de más de 150 representantes en el Club de Industriales, se prolongó y a la salida, tirios y troyanos tomaban partido sobre las demandas de transparencia que exigía Alpízar, pues si bien reconoció el acuerdo que se tomó en diciembre de que el voto fuera directo y secreto, al haber trascendido lo estrecho del resultado y, también el que había tres votos nulos, el reclamo parecía procedente.

De ahí salió la propuesta de que la Concamin vuelva a realizar una votación como la que establece la Ley de Cámaras para que se realice en la primera junta del Consejo Directivo en la Asamblea del 15 de marzo, pero la misma Ley establece que en los estatutos, cámaras y confederaciones pueden determinar el mecanismo de elección.

Esto último anula lo primero y, el mecanismo fue validado y aceptado por todos y, aunque el compromiso fue el no revelar quién votó por quién, en aras de la tranquilidad y la transparencia reclamada, el Comité de Elecciones que preside Manuel Reguera podría aclarar los tres votos motivo de la discordia y del desempate: dos fueron anulados por la comisión y uno lanulado por la cámara que lo emitió. Hubo un voto nulo porque ése fue el deseo de quien lo entregó. En este caso, Alpízar habría perdido por un sólo voto la elección.

Manuel Herrera ha mantenido en todo momento su apoyo al Comité de Elección y su apego a los estatutos, por lo que no se considera probable un cambio en el resultado.

Lo que generó mucho ruido fue la pregunta que hizo Rodrigo Alpízar ante la audiencia: “¿Por qué perdí?”, luego de que se le ratificó el resultado, se filtró que el mismo fue de 25 a 28 de los cuales dos votos fueron anulados y dicen que es improcedente.

Se comentaba que esto era una gran anomalía y de ahí viene la segunda vía, el que haya otra elección.

Con la posibilidad de equivocar mi opinión, el problema de fondo es que al ser una elección tan cerrada, casi debe tomarse el resultado como dogma de fe, porque la duda sobre si es cierto que esos tres votos se anularon, pesará en la propia presidencia de Paco Cervantes, a menos de que él mismo sea incluyente.

El acuerdo original es que se mantendría la secrecía de la votación y, en segundo lugar que sólo se daría a conocer al nombre del ganador. Ese día por la noche, se dijo que Cervantes había ganado por un número de votos holgado, de manera que si los votos anulados son los que están siendo la manzana de la discordia y la razón de que se tacharon es porque no pusieron el nombre completo en la casilla, el Comité de Elecciones podría buscar a las cámaras que lo expresaron para que se valide su voto.

Si no tenían derecho a votar, también se puede explicar. Creo que la transparencia y, más cuando puede haber empate de por medio, bien vale una revisada al método.

Lo han llevado tan bien, y más ahora que el CCE de Juan Pablo Castañón ha salido a criticar a quienes han incorporado a las listas de plurinominales al Congreso profesionalismo y transparencia, la Concamin, parte importante del CCE, tiene que asegurarse que su elección no dañe la democracia que pregona el sector privado. Si no ¿con qué cara?

DE FONDOS A FONDO

#Energía… En el tránsito del Estado al mercado, comienzan a advertirse los primeros efectos de la poca flexibilidad que tenían las estructuras de importación, almacenamiento y distribución en los mercados de gas LP y gasolinas en nuestro país.

Ayer, en la Onexpo, justo al iniciar la convocatoria para la realización de su XXX Convención Anual del 15 al 17 de mayo, Roberto Salinas León, comentaba un efecto que es notable. Hoy, hay 40 marcas distintas de la franquicia que ofrece Pemex Tri que dirige Carlos Murrieta, pero la apertura no ha implicado una mayor penetración del servicio ofrecido. Son pocas las nuevas gasolinerías abiertas y hay más de 640 municipios sin una sola estación de servicio.

Y aunque son cada vez más los grupos que se están sumando a los nuevos modelos que ofrecen Chevron, Shell, BP, G500, la gran mayoría de los empresarios gasolineros que tienen una o dos estaciones de servicio, siguen siendo franquiciatarios de Pemex Tri y, ésta no puede ofrecer incentivos de permanencia que no sean avalados por la Comisión Reguladora de Energía que preside el comisionado Guillermo García Alcocer, so pena de que se le aplique sanción.

De hecho, el que se haya incrementado en 104 por ciento el costo de mantenimiento de la franquicia, es un tema clave y central para ellos.

Tengo entendido que Pemex ha presentado la propuesta final a la CRE sobre el cobro de cuota e incentivos para los franquiciatarios que cumplen con el mantenimiento de la misma, para que le sea autorizado, esquema que ha sido conversado, pero no comprometido con la Onexpo para que se encuentre un camino que permita a Pemex Tri seguir compitiendo contra los nuevos formados del mercado, en la atracción de los gasolineros y, al mismo tiempo, promover el establecimiento de nuevas estaciones de servicio en zonas no atendidas, urbanas y rurales.

Preocupa que la sustitución de marcas no ha derivado en un número mayor de punto de venta, como tampoco en una clara propuesta de precio y valor al consumidor.