Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

24 Feb, 2018

Cristóbal Colón y el crecimiento

Después de que salió el dato oficial del PIB mexicano en 2017 un amigo me comentó a manera de broma: eso explica por quéCristóbal Colón fue el primer economista, caí en la trampa retórica de mi amigo y le pregunté ¿por qué? y me contestó: “Porque cuando dejó las costas de España para descubrir América ignoraba a dónde iba, cuando
finalmente llegó, ignoraba dónde estaba y, además, la travesía la hizo con el dinero de alguien más, es decir con
una beca”. Por más modelos econométricos que se desarrollen, es muy difícil computar el factor psicosocial en
la economía, muchos premios Nobel se han otorgado en los últimos años a personajes como Daniel Kahneman y
Richard Thaler, que demostraron que en materia económica no hay “homo economicus”, es decir entes 100 por ciento racionales que buscan maximizar su beneficio en cualquier interacción económica en la que participen. Por definición, los seres humanos somos primates que muchas veces actuamos por instinto y con emociones de por medio.

Un buen ejemplo de cómo la parte emocional influye en los modelos la ofrece este 2017 y es que, mientras Donald Trump juramentaba como presidente de Estados Unidos en las escalinatas del Capitolio y conforme pronunciaba su doctrina de “America First”, en México aumentaba el pesimismo y la incertidumbre de una manera racional, pero también impulsada por el miedo a lo desconocido. En enero,  la encuesta de los especialistas consultados por el Banco de México arrojó que el consenso era que el crecimiento económico sería de 1.49 por ciento en 2017. El Fondo Monetario Internacional en su perspectiva de crecimiento (World Economic Outlook) correspondiente a abril proyectaba un avance del PIB para nuestro país de 1.7 por ciento. Hoy el INEGI reveló el dato oficial del PIB 2017 que mostró un crecimiento de 2.3 por ciento, aunque muchos se empeñaron en reportar 2 por ciento con cifras originales. Tanto los economistas nacionales como los del FMI computaron de más el miedo a Donald Trump, aunque también influyó que no se salió del TLCAN, aunque estuvo cerca, y tampoco aplicó aranceles extraordinarios. Y lejos de lo que se pensaba no afectó la confianza de los mercados ni del consumidor estadunidense, por el contrario, con su reforma fiscal incluso la impulsó. Hay muchos estudios que han medido la efectividad de los pronósticos, por ejemplo, Prakash Loungani del Fondo Monetario Internacional, quien analizó que de 150 recesiones el FMI no pudo anticipar 148. El académico Philip Tetlock después de estudiar los resultados de las proyecciones llegó a la conclusión de que un chimpancé puede obtener un mejor resultado en un juego de dardos. Por otro lado, hice una breve comparación entre las encuestas del Banco de México correspondientes al primer mes del año para determinar, qué tanto se acercaron al PIB real los analistas consultados en el promedio de sus pronósticos de crecimiento. También lo comparé con el World Economic Outlook del Fondo Monetario Internacional correspondiente a abril. De las diez encuestas, únicamente en la de 2011 el promedio de la encuesta de Banxico coincidió con el crecimiento de ese año y que fue de 3.9%. En 2006, tanto el FMI como los analistas consultados por Banxico subestimaron el crecimiento de aquel año por 1.3%. En las ocho restantes que fueron de los años, 2000, 2010 y de 2012 a 2017 el FMI se acercó más. De 2013 a 2016, tanto el FMI como la encuesta de Banxico fueron más optimistas y sobreestimaron el crecimiento.

En conclusión, los pronósticos económicos suelen
dar una aproximación, pero no un dato exacto y así co-mo Cristóbal Colón, a veces llegan a buen puerto con sus proyecciones.

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