SAT analiza eliminar portales de facturación de empresa

Osvaldo Santín, jefe del Sistema de Administración Tributaria, reconoce que la versión 3.3 busca corregir los errores que se habían detectado en la versión anterior, la 3.2, y combatir la evasión. Los datos del SAT revelan la magnitud del problema que existía con la versión anterior, ya que, en la 3.2, 7.5% de las facturas provenían de RFC inválidos; el 26% de las facturas tenían valor cero o negativos; el procesamiento de datos era demasiado costoso, y no había uniformidad en los datos porque mensualmente se registraban hasta 100 distintos conceptos en las facturas.

Todos estos errores se corregirán, explica Osvaldo Santín, con la nueva factura electrónica pero el problema es el dolor de cabeza en que se ha convertido para los contribuyentes, principalmente personas físicas y pymes que han tenido que invertir en nuevos sistemas de cómputo para poder facturar.

Uno de los objetivos que se persigue con la nueva factura —que hasta ahora no se ha conseguido— es que también implique una simplificación para los contribuyentes y que no resulte un viacrucis el obtener una factura, ni saber cuál es la clave correcta, tanto en las facturas o recibos que emitamos los contribuyentes, como en los que solicitemos.

El SAT insiste en que para solicitar una factura basta con proporcionar el RFC al proveedor. Sin embargo, la gran mayoría insiste en pedir todos los datos: nombre, dirección, teléfono, correo electrónico, razón social y, desde luego, el RFC. Si los contribuyentes nos negamos a entregar estos datos, tenemos que ir a los portales de las empresas y obtener directamente la factura en un portal donde nos obligan a poner todos los datos que nos habían solicitados desde un principio.

La buena noticia es que el SAT está tomando nota de todas las quejas que se pueden denunciar por internet y por teléfono y está analizando la opción de obligar a todas las empresas a que nos entreguen las facturas en forma directa y desaparecer los portales actuales, y estamos hablando de todos los prestadores de servicio, desde pequeños comercios y farmacias hasta grandes hoteles o líneas áreas.

Sería en verdad un gran avance, porque ya no tendríamos que hacerlo directamente nosotros, con el riesgo de perder la nota de consumo o de que nos salgan con que ya caducó, cuando en realidad se puede facturar dentro del mismo año fiscal.

REGRESAR AL ESTADO DE CUENTA BANCARIO

Otra opción que analiza el SAT es regresar a una medida que estuvo vigente en la administración pasada, antes de que iniciara la facturación electrónica, que permitiría, en lugar de sacar facturas, presentar el estado de cuenta del banco, donde se demostraba el pago realizado con tarjetas de crédito, y sólo se requería el RFC del proveedor del servicio.

Sería una medida muy útil que aplica en muchos países avanzados donde el pago de impuestos es mucho más sencillo y donde las personas físicas no requieren solicitar facturas ni en comercios ni en restaurantes.

REPSOL, ¿SIN MIEDO AL CAMBIO DE GOBIERNO?

Por lo visto la hispana Repsol no le tiene miedo a un posible triunfo de Andrés Manuel López Obrador en julio próximo, porque María Victoria Zingoni, directora general de Downstream y miembro del Comité Ejecutivo Corporativo de Repsol, anunció ayer que la empresa invertirá ocho mil  millones de pesos este año para abrir 200 gasolineras y llegar en 2022 a una cuota de mercado superior a diez por ciento.

Repsol no frenó sus planes de inversión a pesar de que el viernes, en la Convención Bancaria, López Obrador ratificó que, de ganar las elecciones, frenará la Reforma Energética, porque no aprobará nuevos contratos y decidirá —no ha definido bajo qué criterios— cuáles son los contratos buenos que respetará y cuáles no.

CCE EXIGE RESPETO A CONTRATOS ENERGÉTICOS

El optimismo de Repsol contrasta con las declaraciones de Juan Pablo Castañón, presidente del CCE, quien aseguró que exigen a los candidatos a la Presidencia de la República respeto al estado de derecho. En alusión directa a López Obrador, demandó garantías de que se respetarán los contratos otorgados con la Reforma Energética y en la construcción del nuevo aeropuerto.

Los empresarios, dijo, rechazan las amenazas veladas de violencia popular —en alusión, nuevamente, a López Obrador, quien advirtió que no detendrá al tigre si hay fraude y no gana—, son inaceptables en una democracia.