Guerra comercial con China podría apresurar la impresión en 3D en EU

Estados Unidos se encuentra en una guerra fría con China. Mientras las empresas reconsideran sus cadenas de abastecimiento, deberían pensar seriamente en adoptar una nueva tecnología de manufactura que ya está lista para implementarse: la impresión en 3D.

La impresión en 3D, que hace no mucho estaba relegada como algo de poco valor y de prototipo, a la que también se le llama fabricación aditiva, ahora se está produciendo en masa. Los fabricantes de impresoras han resuelto una variedad de problemas de calidad, costo y velocidad hasta llegar al punto en que estas impresoras pueden competir con fabricantes convencionales en volúmenes de decenas o incluso cientos de miles de unidades.

El Ejército estadounidense ya ha estado trabajando en tecnología aditiva como una forma más rápida de suministrar refacciones a lugares distantes y de hacer aviones de combate ultraligeros y de alto rendimiento. El gobierno de Trump está intentando impulsar esta labor con exenciones fiscales y subsidios directos a las empresas que traen las cadenas de abastecimiento del Ejército.

Acelerar la adopción de la tecnología aditiva todavía va a ser una inversión desafiante, incluso con los subsidios del Pentágono. Pero es probable que las empresas que hacen la inversión inicial obtengan mayores beneficios más adelante.

Desde el diseño del producto hasta el contacto con el cliente, la tecnología aditiva posibilita la existencia de una empresa totalmente digitalizada y sumamente reactiva a las tendencias del mercado.

Debido a que las impresoras 3D son tan versátiles, pueden ir de un tipo de producto a otro en un tiempo y costo mínimos por la conversión. Eso significa que las empresas pueden pasar de fábricas de una industria específica a plantas que produzcan para industrias múltiples.

Cuando las fábricas desarrollen el software para coordinar y optimizar estas operaciones multindustriales, veremos el surgimiento de empresas “panindustriales”. Y cuando la panindustria perfeccione su software de integración, es probable que cree una plataforma de software para que se unan los proveedores y los distribuidores.

Esa es la única manera de optimizar por completo la cadena de valor alrededor de la tecnología aditiva. Además, como sabemos por Google y otros gigantes de software, cuantas más empresas haya en la plataforma, más fuerte será.

La industria de la defensa no estará sola al impulsar la frontera de la tecnología aditiva. Quizá solo tenga un mayor apremio.

*Autor: Richard D’Aveni es profesor en la Escuela de Negocios Tuck del Dartmouth College.