En un incidente ocurrido en diciembre en el helado río Eagle, cercano a Anchorage, Alaska, se produjo el fallecimiento de Amanda Richmond Rogers, una mujer de 45 años.
Según informes de su familia a la estación KTUU y confirmaciones de la policía de Anchorage al Anchorage Daily News, Rogers desapareció mientras intentaba rescatar a su perro, Groot, quien había caído al agua.
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El descubrimiento de sus restos, entrelazados en un eterno abrazo con su fiel compañero ya fallecido, reveló la profundidad de su vínculo inquebrantable hasta el último momento.
Mujer muere al saltar a un río para salvar a su perrito
Un intento heroico en medio del frío Amanda Richmond Rogers, enfermera de profesión y madre de cuatro hijos, no dudó en lanzarse a las frías aguas del río después de que su perro Groot cayera a través del hielo.
Acompañada por su esposo, Brian Rogers, estaba paseando a dos de sus perros a lo largo del río cuando el accidente sucedió.
A pesar de los esfuerzos de Brian por recuperar a Groot, fue Amanda quien, impulsada por el instinto de salvar a su mascota, se sumergió en el agua.
Su esposo relató la determinación de Amanda, reflejada en su rostro, consciente de que ella no consideraba a Groot como "sólo un perro", sino como un miembro más de su familia.
El esfuerzo de búsqueda para localizar el cuerpo de Amanda fue extenso, involucrando el uso de tecnología avanzada como buzos, sonares y vehículos operados remotamente.
Encuentran los restos abrazados
Finalemente, el 31 de marzo se puso fin a esta angustiante espera cuando un transeúnte descubrió su cuerpo en el río Eagle, cerca de Anchorage.
El hallazgo de Amanda cobró una dimensión aún más emotiva al ver que abrazaba a su querido perro Groot en sus brazos. Jennifer, la hermana de Amanda, compartió que la escena era de una emotividad abrumadora, reflejando el inmenso amor y coraje de Amanda hasta sus últimos momentos.
La pareja había planeado celebrar su 18º aniversario de casados con una jornada especial que incluía un paseo con sus perros,
Sin embargo, terminó en tragedia.
Sin duda la pérdida el acto de valentía de Amanda Richmond Rogers resuena en la comunidad y sirve como un poderoso recordatorio de la fuerza del vínculo familiar, incluyendo a aquellos miembros de cuatro patas.