¿Qué habilidades no nos están enseñando en la escuela?

Aliat Universidades -
Las corporaciones deberían invertir aproximadamente un 10% del costo de nómina en capacitación para sus trabajadores. Foto: Pixabay.
Las corporaciones deberían invertir aproximadamente un 10% del costo de nómina en capacitación para sus trabajadores. Foto: Pixabay.

Los empleadores están en búsqueda del mejor talento disponible para sus empresas, y las universidades están preparando a los futuros empleados y emprendedores con base en el diseño de sus modelos estratégicos y competitivos.

Sin embargo, estamos viviendo en un mundo de cambios constantes y dinamismo imparable que requiere actualización de modelos, eventos, teoría, evolución y procesos, lo cual demanda tener culturas organizacionales y habilidades blandas que cubran estos requerimientos. La gran mayoría de las organizaciones y sus colaboradores no están logrando ser aptos para este dinamismo.

Las corporaciones deberían invertir aproximadamente un 10% del costo de nómina en capacitación para sus trabajadores, según estimados de algunos directores de Recursos Humanos de diferentes industrias; sin embargo, este monto se puede incrementar hasta un 50% adicional cuando se trata de un empleado nuevo.

Esta cantidad depende de políticas empresariales, situaciones financieras, competitividad de la firma, inversiones asignadas y estrategias actuales de crecimiento.

La capacitación, por lo regular, está enfocada en habilidades técnicas de la empresa: cómo operar una máquina, un sistema del negocio, Excel, inglés, entre otros. No obstante, poco foco hay en el perfeccionamiento de habilidades blandas y cultura organizacional enfocada en desarrollar un ambiente de cambio constante.

Para poder fomentar un contexto empresarial de cambio y estar a la altura de la actual demanda competitiva, se necesita de 2 iniciativas importantes.

1. Cultura y procesos de la compañía

Pocas organizaciones implementan programas de cambio orientados a evolucionar la estrategia y el negocio a través de los comportamientos de sus empleados. Crear un ambiente donde los modelos operativos están siendo retados por la tecnología y la falta de propuestas, ideas e iniciativas de optimización y mejoras continuas por parte de los colaboradores, hacen que la corporación no se mueva ni en la dirección correcta ni en la velocidad adecuada.

2. Adaptación a los cambios

Amplificar desde las aulas las actitudes y aptitudes, para que los empleados o futuros empleados puedan adaptarse a estas culturas de cambio. Pocas universidades están realmente haciendo énfasis en madurar las habilidades blandas; prácticas como comunicación, paciencia, pertenencia, trabajo en equipo, persistencia y persuasión, por mencionar algunas, son experiencias que no había forma de saber quiénes las tienen desarrolladas y cómo, éstas, podrían acelerar el proceso de cambio necesario. Actualmente existen instituciones que están realizando este seguimiento, para formar a sus alumnos con experiencias para un mundo más competitivo y dinámico.

En la medida en que estudiantes y futuros practicantes tengan las habilidades blandas correctas, y los empleadores la capacidad de identificarlas o validarlas, se reducirá el costo de entrenamiento y comunicación de cambio de manera significativa, ya que podrán tener perfiles de empleados “ideales”.

Al final, contar con aquellos profesionales que tienen actitud de aprender, perseverancia, resolución de conflictos y con eso tener una cultura y personal de alto rendimiento, llevará la competitividad de la organización a otros niveles.

*Autor: Ramón Murguía, Director Institucional de Mercadotecnia de Aliat Universidades.

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
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